Un Amor Complicado. (Bethyl)

Capítulo 39: ¿Dónde te has metido?

Dedicado a mi hermana de distinta madre. Te quiero muchísimo, no sé como podré agradecerte lo que haces por mi, en serio... Te quiero muchísimo LaybeTWD, eres un cielo, de lo mejorcito.

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Pov Beth:

Beth: ¿Cómo estás?

Daryl: No lo sé. Ya ha pasado un mes y todavía se me hace raro no verle. Todavía se me cae el alma al suelo cuando paso por delante de su celda.

Beth: Tranquilo, es normal. Solo ha pasado un mes. Quien realmente me preocupa es Nia, actúa como si no hubiese ocurrido y se está volviendo un poquito fría y distante... Me preocupa, Daryl. Me preocupa lo que debe de pasar por su cabeza.

Daryl: Seguro que no es nada, será su forma de superarlo. Venga, volvamos. Se nos ha hecho tarde y empezarán a preocuparse si no regresamos pronto.

Beth: Tienes razón, además hace mucho frío se me congela hasta el aliento...

Llegamos a la prisión una hora más tarde, todos nos estaban esperando para cenar. Carol había hecho las ardillas que había cazado mi marido con su ballesta hace unos días. Pensaréis, ¿carne de ardilla? Que asco. Pero no, es un poco fuerte pero te terminas acostumbrando y no está tan mala. Además, la madre de Sophia hace una salsa para acompañar que está deliciosa.

Desde lo de los chicos todos estamos bastante raros. Judith y Tara se han distanciado lo suficiente como para llegar a romper pero creo que lo superaran, mañana saldrían a dar la primera ronda en busca de algo que llevarnos a la boca, medicinas o algún soldado con el que terminar. Sophia y Prit y Carl y Enid están demasiado felices como para que sea real, creo que ocultan algo. Han salido los cuatro un par de veces y tal vez les haya pasado algo que no estén aún preparados para contar. Los demás estamos como siempre aunque Axel está enfermando, él y Daya no quieren admitirlo pero todos nos hemos dado cuenta.

Me acerqué a la celda de Nia y no estaba allí, recorrí el pabellón y nada. Avisé a Daryl y nos dirigimos al otro, al nuestro. Fuimos caminando por cada pasillo y, entonces, llegamos a la peluquería. Nuestra niña estaba allí junto a Sophia y Judith. La pelirroja tenía el pelo corto, casi rapado, a excepción del lado derecho de su cabeza y una máquina de cortar el pelo en la mano. Judith estaba sentada, se había rapado la nuca, y ahora le tocaba a mi niña. Acercó la máquina al precioso pelo rubio de mi pequeña, no podía aguantar, iba intervenir, pero alguien lo hizo por mi.

Daryl: ¡Ni se te ocurra tocar con eso el pelo de mi niña!

Beth: ¿Qué se os pasa por la cabeza?

Sophia: Chicos, tranquilos. Es pelo, crece. Solo le voy a rapar este lado de la cabeza.

Beth: ¡¿QUÉEEEEE?!

Nia: Mamá, déjame. Ya soy mayorcita.

Beth: ¿Mayorcita? Si solo tienes ocho años.-iba a seguir pero Daryl me interrumpió.

Daryl: Esto es por tu tío, Merle. ¿Verdad?-la niña agachó la cabeza.-Muy bien hazlo pero mañana a primera hora te vienes conmigo a hacer cosas de mayores como aprender a disparar y despellejar animalitos.-Reconocí que su estrategia era buena pero dudaba que fuese a funcionar y si era así mañana estaría empezando a hacer lo que esperaba que hiciese al menos un par de años después.

Nia: Vale, dale Sophia.

En cuanto empezó a caer me fui de allí, enfadada con Daryl y el trio calavera. Salí por la puerta del pabellón y entré al de al lado, donde hacíamos vida. Todos me miraron mientras me dirigía a mi celda y me encerraba, pero no me paraban para preguntar por lo enfadada que iba. Cerré la puerta de la celda y me metí en la cama, donde me quedé dormida sin darme cuenta.