Capítulo 3

145K 14.4K 11.6K
                                    

Por favor, asegúrate de haber leído el capítulo 2.

.

Tras una horas más de clase, el timbre suena, dando por finalizada la lección de matemáticas a la que tanto he estado prestando atención, debido a que es la materia que más me suele costar.

Gaan y yo salimos de clase, me ha contado algo sobre ella y es qué, es un año mayor que yo. Por mi parte, debo admitir que, estoy algo asustada con lo que me ha contado hace unos minutos. No estoy segura de si lo que me ha dicho era broma o si es cierto.

Pero sea como sea, lo último que quiero es entrar en problemas con chicos problemáticos y por lo que narra mi nueva amiga, son chicos bastantes crueles.

Salimos del pasillo central y comenzamos a andar entre estudiantes, miro a mis pies algo cohibida. Por fin, Gaan y yo, parece que hemos llegado a nuestro destino. La cafetería.

Está llena, Gaan me guía hasta que llegamos a una mesa en la que se encuentran unas cuantas chicas.

—Os traigo a una nueva estudiante. —Mi compañera de pupitre, no se muestra especialmente emocionada por presentarme a las que parecen ser sus amigas, pero lo paso por alto, quizá la pasividad forma parte de su carácter.

Ahora creo que sé porque se sienta sola, ha repetido curso y por eso, prefiere estar sola, a unirse con personas menores que ella, lo he supuesto debido a que las que están en la mesa también parecen ser un año o dos mayor que yo. Estoy muy agradecida de que me haya tendido una mano.

Hago una rápida reverencia con mi cabeza. Las chicas que están en la mesa, no paran de mirarme de arriba abajo, mi corazón palpita con fuerza cuando veo sus muecas, asco.

—¿Por qué llevas pantalón en vez de falda con el uniforme normal?

—¿Acaso eres un hombre? —Comienzan a reír llamando la atención de otras mesas.

—B- bueno... —Intento hablar, pero me cortan.

—¿Eres tartamuda? —Más risas. Mis ojos pican, quiero comenzar a llorar, aún así, no me lo permito.

—Entonces... ¿no va a ser nuestra amiga? —Pregunta mi compañera. Las de la mesa ríen con más fuerza en forma de respuesta. La burla clara.

—A mí me dá igual. —Miro con algo de esperanza a la que acaba de hablar, aunque pronto, mis esperanza se disipa cuando la que parece ser la líder le fulmina con la mirada.

La misma que acaba de fulminar a la otra, habla.—Aquí no queremos raritas, ¡fuera! —Trago saliva quedándome helada en mi sitio, jamás me habían rechazando de esta forma.

Bajo mi cabeza y hago un puchero.—No me jodas, ¿se va a poner a llorar? —Escucho una de las voces femeninas. Una silla se arrastra y entonces en mi visión aparecen unas vans rosas.—Mírame niña.

Le hago caso, pero solamente consigo mantener la mirada por unos segundos. De nuevo, centro mi atención en los zapatos de la chica que está frente a mí.—No quiero volverte a ver cerca de Gaan, sino tendrás problemas, ¿entendido?, ahora vete con chicos, ellos te entenderán mejor.

—¡Machorra! —Grita una desde la mesa entre risas.

En ese caso... —Escucho la voz de Gaan, se encoge de hombros y me mira. Se pone frente a mí de forma intimidante y dá dos pasos hacia delante.—No podemos ser amigas, no eres muy... femenina y no mereces la pena cómo para estar en nuestro círculo de amistad.

Noto cómo su mano derecha se cierra en un puño. Quiero disculparme y salir corriendo. Me interrumpe.

—En cuánto llegue al aula, quiero ver tu sucia mesa separada de la mía, ¿está bien niñita? —Asiento.—Oh... vamos, ¿cómo vas a estar llorando por tan poco?

—Es muy inocente, es peor que una niña pequeña. Seguro que es jodidamente insoportable. —No quiero seguirles escuchando.

Quién creía que era mi compañera y posible amiga, intenta tomarme del mentón, pero no la dejo. A cambio, bajo mi cabeza un poco más y salgo con gran rapidez de la cafetería.

Estoy perdida, no tengo idea de si en este centro, existe un típico patio trasero que tenga árboles y bancos. Ya que, el principal, está demasiado lleno de personas y no quiero que nadie me vea llorar el primer día en el que he asistido aquí.

Sigo andando, hasta que por fin, encuentro el pequeño y típico patio que tanto estaba buscando, me pongo mentalmente una medalla por haber encontrado lo que quería sin ayuda.

Ahora me siento mucho más segura. Es bastante reservado, frunzo el ceño al ver varios graffitis en la pared del patio, ¿desde cuándo el patio de un Instituto tiene pintadas?

Lo siguiente que me llama la atención es que está completamente desierto. Qué raro, es un sitio bastante agradable para estar y me extraña que absolutamente a nadie, se le haya ocurrido pasar aquí el descanso.

¿Y si está prohibido estar aquí por el centro? Frunzo el ceño, miro hacia atrás, la puerta que dá a este lugar está completamente abierta, tras ella el pasillo sin personas.

Decido no tomarle más importancia. Me apresuro y me siento en uno de los bancos, subo mis piernas al mismo y me pongo en forma fetal. Rápidamente, escondo mi cabeza entre mis brazos, que están apoyados en mis rodillas y sin poder evitarlo, mis labios forman un puchero.

¡Fuera! ¡Machorra! ¿Por qué han tenido que ser tan crueles?, prometo que me hubiera conformado con un simple; lo siento, pero no creo que encajes con nuestro grupo.

Dejo de sollozar cuando escucho algo que me toma por sorpresa.

Risas masculinas y gruesas.

.

Lo prometidos es deuda, ¡Gracias por leer!

¿Os está gustando?

BULLYING- BTS 왕따 (Español) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora