Capítulo 5

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Trato de siquiera respirar para evitar enfadarles más, estoy en silencio, no digo nada. Tan sólo deseo que esto pase rápido,  disculparme por haber estado en un lugar que no debería haber pisado y finalmente, salir de aquí sin problemas.

Pero lo que pienso se queda en eso, en un simple pensamiento que queda atrapado en mi mente. Porque en la realidad, todo es muy diferente.

El miedo que siento no me deja decir palabra, es como si estuviera paralizada y de hecho, lo estoy. Sigo en mi lugar sin moverme y cuando por fin, mi mirada llega a los chicos que me acorralan, siento como mi corazón se acelera un poco más.

Al primero que veo, es al que parece ser el líder. El que ha estado comenzando las conversaciones del grupo. Tiemblo al ver su semblante frío y serio. Sus ojos son muy definidos y te hacen temblar con mirarlos, solamente muestran una cosa, maldad.

Es el más alto de todos y por tanto, el que más impone. El hecho de que yo aún, me encuentre sentada en el suelo con mi espalda contra el árbol, no ayuda. Su cabello está peinado rebeldemente hacía atrás, no lleva gomina, pero le queda realmente natural, añadiendo así, un aura peligrosa a su persona.

—Maldita rata... —Habla, mientras encoge una de las comisuras de su labios en una mueca de molestia.—¿¡Qué mierda miras tanto!?, ¿eres gay acaso?

<<¿Por qué me trata de chico?>> Pienso. Tengo un nudo en la garganta. Los otros miembros, también son serios y fríos. Pero el que más me asusta es uno que tiene el pelo completamente negro y perfectamente colocado en el típico peinado coreano. Es el que más indiferencia muestra de todos, ante la situación. Aún así, sus ojos son incluso más característicos que el del líder.

—¿Quieres que te cortemos las manos? Será divertido. —Trago saliva nerviosa, la arritmia que siento en mi corazón en este justo momento, no hace más que empeorar las cosas para mí. El chico que ha dicho esto, parece ser un sol, de veras que su apariencia le hace ver cómo el mejor chico que ha pisado la faz de la tierra. Pero no, es aterrador y lejos de ser un sol, parece hablar en serio con sus amenazas.

—No sé cómo jodido se ha atrevido a meterse aquí. —Habla el chico de la voz suave. Parece ser el más compasivo de todos, aún asi, no consigo tranquilizarme. Porque aquí, parece que no es él, el que manda.

Mis vellos se ponen de punta cuando escucho la grave voz del chico más alto.—¡Cogedle!, vamos a enseñarle que lo que decimos, se debe cumplir, sí o sí.

Me encojo más si es posible aún en mi posición, pero comienzo a temblar cuando dos de ellos, el chico que parece ser dulce y el más callado, me toman por las piernas y brazos sin esfuerzo alguno. Pronto, quedo suspendida y ya no estoy sentada en el suelo. Me revuelvo desesperada, mi respiración agitada.

Grito cuando me doy cuenta de que están apunto de tirarme al gran cubo de basura que está en un rincón del patio. Me revuelvo aún más, un gran nudo en mi garganta.

Mis ojos se empañan en lágrimas por lo estúpida que me siento ahora, estoy permitiendo que cuatro chicos me vayan a tirar en un cubo de basura. Sin embargo, no me veo capaz de hablar. Quiero llorar de impotencia mientras ellos, siguen llevándome hacia el cubo.

Es entonces, cuando la capucha de mi sudadera se desliza hacia atrás, mostrando mi largo cabello con flequillo, y también, dejando ver con claridad mi rostro.

—¿Qué... mierda? —Dice el más callado de todos. Por segunda vez escucho su voz. Este deja de andar, y yo aprovecho para intentar patalear con más fuerza para que suelte mis piernas.

—Es... una chica. —El chico con la voz más suave y que sostiene mis brazos, habla.

<<Pues claro que lo soy.>>

—¿Por qué lleva pantalones entonces? —Habla esta vez el chico que parece ser un sol. <<Qué manía con los pantalones.>>

Ya está, lágrimas comienzan a descender por mis mejillas. Caigo al suelo de culo, cuando ambos me sueltan.

—¿Por qué la soltáis? ¡A la basura ya! —Grita haciéndome temblar por su autoritario y seguro tono de voz.

—Rap Monster, es una chica. —Recuerdo que el chico de la voz suave, es Jin. Ahora, me doy cuenta de que delante de otras personas, no dicen sus nombres reales, sino los de pila.

—¿Y...? —Una sínica sonrisa se forma en sus labios.

—Nunca nos hemos metido con una chica. —El líder, mira al otro que acaba de hablar.

—J-Hope, recuerda que es ella la primera que se ha metido en nuestro territorio. No por ser chica, debemos dejar que se salve de nosotros.

—Rap Monster, nunca hemos molestado a una chica... —Jin habla, pero el nombrado le corta a media frase.

—Pues será la primera. —Siento un escalofrío.

Seco mis lágrimas con la manga de mi sudadera para poder ver mejor, sobre el suelo, me muevo con dificultad separándome, al ver que Rap Monster se ha puesto de cuclillas frente a mí. Una sonrisa dulce que me toma por sorpresa, se dibuja en sus labios mientras me mira. Parece que es hasta una buena persona con esa expresión.

—Cielo, te doy la bienvenida a tu peor pesadilla. —Su dulce sonrisa se desvanece, dejando ver ahora, un semblante amenazante. La promesa clara.

Los otros tres, tan solo se dedican a observar la patética escena por mi parte, y la amenazante escena por parte del líder.

Como puedo, me levanto del suelo y comienzo a correr con el pánico recorriendo mis venas. Me acabo de meter en un lío con los Bullies y realmente, no sé cómo saldré de todo esto.

El timbre que da por finalizado el descanso, suena. Pero yo, necesito ir antes al baño para refrescar mi rostro y así, quitar el rastro de mis lágrimas.

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¿Os ha gustado el capítulo?

Imaginaos a BTS de "Bad Boys", porque si no, no hay manera. Son todos unos bebés y claro, cuesta. Pero ya os acostumbraréis con el Fanfic.

BULLYING- BTS 왕따 (Español) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora