Capítulo 73

51.6K 6.5K 5.1K
                                    

LUNES.

A lo lejos puedo divisar a los Bullies, hoy raramente parecen estar de buen humor, excepto su líder, éste parece ido y distante, como si estuviera metido en su propio mundo. 

Mojo mis labios al recordar el sueño que tuve, realmente quiero ayudar y hacerles ver que sí hay una solución para ellos, para todos. Por eso prefiero haberles conocido en mi vida. Y luego... están los Gángsters, ellos sí que me apoyan incondicionalmente y les estoy demasiado agradecida, son ángeles, realmente no me imagino una vida sin esos tres.

Dejo de mirar al grupo cuando alguien toca mi hombro con suavidad, me giro y sonrío a ver a Woozi acompañado de Hann. Estos dos también son esenciales para mí.

Tras saludarnos, comenzamos a andar mientras comentamos cómo ha sido este fin de semana para nosotros. Pero entonces somos frenados por una imponente figura. Mis dos amigos en seguida se quedan estáticos y siento como se esconden un poco tras mí.

Namjoon me mira, pero en sus ojos no veo maldad, su expresión es tranquila y me deja saber que sus intenciones no son lastimeras.

—Por favor ven después de clases al aula de arte. —Lo dice tan relajado, solamente puedo fijarme en la tristeza que reflejan sus orbes, luce derrotado.

Sin esperar mi respuesta se da la vuelta para pronto aproximarse a su banda y salir de ahí.

 —Ya podéis dejar de esconderos. —Suspiro cuando diviso a ambos moverse lejos de mi espalda, sonrojados se disculpan conmigo, le resto importancia y ahora sí nos dirigimos a la clase de Woozi. Luego Hann y yo nos vamos a la nuestra.

En la salida nos encontramos todos juntos, con la excusa de que tengo que buscar algunos libros en la biblioteca justifico que me tengo que quedar aquí.

—Hann, acudís a las mismas clases... ¿acaso no tienes que buscar los mismos libros?.  —Pregunta un Taehyung curioso, los demás le miran apoyándole y yo muerdo mi lengua con temor de que hayan pillado mi mentira.

Respiro aliviada cuando la mencionada dice que ella los prefiere buscar mañana, ya que hoy tiene cosas que hacer.

Sin más dilación ellos se despiden, deseo que los dos chicos que saben a quién voy a ver no le digan nada a los otros tres conocidos como Gángsters, ya que de verdad quiero saber qué le pasa al que esta mañana me habló tan pacíficamente.

Me apresuro para llegar al aula de arte y una vez ahí, no veo a nadie, mi corazón comienza a latir fuerte en mi pecho creyendo que es una trampa, pero entonces escucho algo.

Un sollozo.

Con cautela me acerco al sitio de donde ha provenido tal sonido, me quedo quieta cuando por fin puedo divisarle. No doy crédito a lo que veo, noto como los vellos de mi nuca se erizan.

Él está en el suelo en forma fetal contra una pared, sus largas piernas flexionadas y sus brazos rodeándolas, su rostro sumergido entre sus rodillas.

Entonces un recuerdo de mi niñez, concretamente cuando yo estaba en el orfanato, vuelve para darme la respuesta a su actual posición:

"Namjoonie, siempre que estés triste escóndete en un lugar y hazte pequeñito, nadie te encontrará sólo yo, y ahí estaré para calmarte, ayudarte y secar tus lágrimas."

Ahora éste estaba haciendo lo que siempre hacía cuando tenía un mal día o simplemente se quería desahogar cuando éramos niños. Por mi parte acudía a él y le calmaba como podía.

Otra fase dicha por mi yo del pasado llega a mi mente: "Cuando llegue a tu escondite daré dos golpecitos con mis pies, y sabrás que estoy ahí para ti."

Trago saliva ante lo que estoy apunto de volver a hacer después de años, sin embargo, alzo un poco mi zapato y doy dos suaves golpes en el suelo de mármol.

Entonces, el otro se queda helado en su sitio, ni siquiera me mira, sigue con su rostro escondido, no lo levanta. En un acto de valentía doy tres pasos más quedando finalmente a solo un paso de él.

Estoy apunto de hablar, pero una voz totalmente rota por el llanto se me adelanta dejándome sin aliento.—No puedo más.

 —¿Qué te pasa?  —Consigo decir en voz baja esa estúpida pregunta.

Me alerto cuando se hace más pequeño en su lugar haciéndose un ovillo como si me temiera.—Todos a mi alrededor me hacen daño.

Recupero la respiración y comienzo a hiperventilar, jamás pensé que volverle a ver tan vulnerable después de lo que hemos vivido en el Instituto como sus humillaciones, me iba a afectar tanto.

Ya no soy la más adecuada para tranquilizarle, aún así, me atrevo a expresarme.—Sé que yo fui una de las personas que te hizo daño, y me disculpo.  —Trago saliva intentando quitar el nudo que se forma en mi garganta.—Pero no puedes destruirte, debes ser fuerte.  —Soy cortada.

 —Ya estoy destruido.

Aprieto mis dientes cuando sube su rostro para mirarme, está lleno de lágrimas, puedo notar su dolor. No sé qué hacer, me pongo de cuclillas frente a él y ante sus atentos ojos brillosos y oscurecidos, poso mis manos en su espalda formando un abrazo, al principio pienso que me va a separar, sin embargo él corresponde.

 —Pues yo te construiré.  —Susurro en su oído.

Parpadeo varias veces al recordar qué día es hoy, tiemblo al recordar lo que hoy pasó en el pasado, quizá de ahí su desastroso estado de ánimo.

Nos separamos un poco y la vista de Namjoon frente a mí me desarma de mala forma, está devastado, entonces él cierra sus ojos haciendo que restos de lágrimas se deslicen por sus mejillas hasta su mandíbula.

De repente siento que pierde fuerza para mantener su propio peso, me doy cuenta que tiene fiebre. Como puedo le ayudo a ponerse en pie, y salimos del aula. Poco a poco caminamos hasta llegar a mi casa.

Una vez ahí, y olvidando que soy la hija de quien le debe dinero a su mafia, le adentro en mi habitación y lo dejo sobre mi cama, quiere protestar sin embargo le callo, no voy a dejarle en esta situación, se ve enfermo.

Bajo y tomo todas las cosas que necesito para curarle, me adentro en mi habitación y veo la gran figura en mi pequeña morada, se acaba de quedar dormido, siempre le veo con ojeras y parece que tiene sueño atrasado.

Pongo una toalla tibia en su frente y le llamo para que se tome un antibiótico, obedece y vuelve a cerrar sus ojos levemente, sin embargo antes de quedarse totalmente dormido, susurra algo.

 —Gracias, te amo. —Abro mis ojos en demasía sin creerme lo que acabo de oír de su parte.

Sus mejillas fuertemente rosadas por la temperatura que posee y su respiración cada vez más relajada me hacen sentir rara.

<<Yo... no lo sé>>  Pienso en mi mente.

.

Un capítulo de Hye y Namjoon porque se lo merecen, ¿qué os parece?, ¿os gusta?

Muchísimas gracias por leer de veras sois geniales, os amo mucho. Saraslifes.

Espacio para que me digáis lo que queráis, estoy aquí para ustedes, somos como una familia virtual y os aprecio mucho, nunca me cansaré de decirlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Espacio para que me digáis lo que queráis, estoy aquí para ustedes, somos como una familia virtual y os aprecio mucho, nunca me cansaré de decirlo.

BULLYING- BTS 왕따 (Español) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora