"Bienvenida al Instituto público de Seúl situado en Corea del Sur."
Antes de entrar, debes tener muy claro algo... y es qué, en este Instituto, hay siete chicos que tienen el control de todo el lugar.
Éstos, se separan en dos bandas diferentes, en B...
—¿Cuándo mierda vas a aprender?—La oscura mirada que Rap Monster me dedica me deja paralizada, y el tono de voz que está utilizando no me ayuda en absoluto.
—Y-Yo solo...—Me interrumpe.
—¡Deja de intentar salvar a todos!, no eres una puta heroína, siempre sales perjudicada. ¿Por qué cojones te gusta el hecho de sufrir aquello que es dirigido a otra persona?
Lo que dice me deja aturdida.
—Te estás equivocando —de nuevo no me deja terminar lo que quiero decir.
—¿Defender a los demás?—suelta una risa vacía de humor, como si lo que acaba de decir fuera algo venenoso, algo... que le haya marcado de mala forma.—Tú eres la que se equivoca, estás haciendo mal las cosas, deja que cada uno sufra y salga de sus problemas por él o ella misma, demasiado tienes ya con lo tuyo.—Por un momento tengo la sensación de que sabe algo más de mí, pero pronto alejo esos pensamientos.
Bajo mi cabeza y dejo de morder mi labio inferior.—Hoy... tu me has salvado.
—Eso es diferente.
Parpadeo varias veces y asiento con cierta melancolía.
—¿Sabes por qué hago lo que dices que está tan mal?, quiero decir, ¿sabes por qué me veo obligada a defender a los que sufren? —Silencio de su parte, el mismo que aprovecho para pensar las palabras adecuadas que voy a utilizar a la hora de decir aquello que me he estado guardando durante toda su "reprimenda". Cierro los ojos mientras hablo no queriendo ver su reacción ante lo que yo diga.—S-Si no existieran personas como tú, yo no me vería forzada a salvar a otros. El tipo de personas que hacen que yo reaccione de una determinada forma cuando veo a alguien que está siendo dañado físicamente o psíquicamente por ellas. Después de todo, no sé porqué me comunicas todo esto, si eres el primero en dañar y obligarme a meterme para defender, no me digas que estoy haciendo las cosas mal cuando tú eres el primero en "lanzar la piedra". El culpable...
Callo súbitamente cuando escucho un cristal romperse.
Abro los ojos, sus nudillos ahora sangrando después de haber atestado un derechazo a una de las ventanas cercanas a nosotros.
—Sí, al fin y al cabo el culpable soy yo. Solo quiero que te quede claro el hecho de que me da igual que quieras cargar con sufrimientos ajenos, además del tuyo propio. Después de todo, seguiré siendo como soy y tú seguirás siendo una de mis víctimas.
Miro sus ojos brillantes. Un nudo en mi estómago al verle alejarse de mí.
Niego. Miro a un lado y a través de la puerta de enfermería veo a Woozi ser curado. Vuelvo a mirar el pasillo por donde Rap Monster ha desaparecido y no se me pasan por desapercibido las pequeñas gotas de sangre que manchan el suelo.
Quiero ayudarle, sin embargo creo que lo mejor será dejarle solo.
—Hoy no, pero mañana me dirás qué escondes y el por qué hoy te han golpeado de esa manera.—Digo tras ver a Woozi salir ya curado.
—Y-Yo lo siento noona.—Sabe perfectamente lo que ha estado apunto de pasarme por haberle defendido. Ahora no me parece el mismo que conocí.
—Me iré a casa.
—Mi madre viene a recogerme, ¿quieres que te llevemos?—Niego.
—Tomaré el autobús, hasta mañana.—Utilizo un tono seco que no estoy acostumbrada a utilizar con él.
—L-Lo siento tanto.—Lágrimas recorriendo sus pomposas mejillas.
Por un momento quiero abrazarle, aunque posteriormente a lo que hoy ha ocurrido, termino por decidir que lo mejor será irme a casa lo más veloz posible.
—Nos vemos.
Antes de salir de aquí debo asegurarme de que Jimin esté bien, le busco por todos lados hasta que doy con él.
Me siento aliviada cuando le encuentro también curado. Tiene un corte en su labio y leves golpes en su rostro ya tratados.
—Discúlpame.—Miro mis manos sintiéndome totalmente responsable de ello.
—Tranquila, me alegro de que tú estés bien, ¿cómo está Woozi?
—Bien.—Hago una pausa para continuar.—Muchísimas gracias, te debo una.
Quiere decir algo, pero el timbre le interrumpe.—Nos vemos después, sino llegaré tarde a clase.
—Sí, gracias.—Vuelvo a agradecer.
Ahora sí, salgo de la institución y como acto reflejo me abrazo a mí misma para intentar protegerme de la brisa fresca e invernal que se ciñe sobre la ciudad. Recuerdo que el líder de los Bullies todavía no me ha devuelto mi chaquetón desde que se lo presté aquel día que le vi durmiendo incómodamente en la biblioteca. Quizá ni sepa que es mío.
Pronto siento algo cálido envolverme, un chaquetón negro y con forro interior de color marrrón. Me giro y me sorprendo al ver al dueño de la prenda.
—¿Dónde vas?
—A casa, hoy ha sido un día desagradable.—Evito dar detalles.
Jungkook ladea levemente su cabeza.—Jimin me ha contado lo que ha pasado, si lo hubiera sabido antes...
—Tranquilo, estoy bien, Woozi también.
Intento quitarme su chaquetón, pronto él me lo impide.
—Vamos, te acompañaré.
—No es necesario.
—Claro que lo es.
No discuto más y dejo que me guíe hasta la parada y se monta conmigo en el autobús. Nos bajamos y una vez frente a mi casa, me despido.
—Siempre que me necesites, dímelo, ¿está bien?
Siento cálido en mi corazón, ya que esta es la primera vez que nos comunicamos desde que nos "peleamos" por culpa del haber sido yo la elegida.
—Agradezco tus buenas acciones, siempre intentas ayudarme y eso...
Mi mano no adolorida es tomada por la suya con suavidad, dá un pequeño apretón reconfortante.—Te lo mereces, por ser valiente y estar en contra de las injusticias.
Sonrío verdadera. Jeon Jungkook es simplemente aquel que siempre está al lado de quien lo necesitan, y eso es admirable.
Sin más le devuelvo su prenda, nos despedimos, entro en casa y él se va. Finalmente, este día podría haber sido peor.
Me voy a mi habitación y tomo ropa limpia, para así darme una buena ducha.
Tras la ducha ya me siento sumamente mejor.
Un mensaje llega a mi teléfono.
"Mañana será tu primer día de trabajo en nuestra bolera, fighting!" •Jefa.
Sonrío por segunda vez, al menos así podré ayudar a mamá económicamente.
.
¡Gracias por leer!♡
No sabéis lo que aún queda por suceder y descubrir, buajaja... se va lentamente.
Por cierto, cuando Namjoon ha dicho aquello de que proteger a los demás es un error, es porque él un día lo hizo en el orfanato donde él se encontraba de pequeño con una niña, y ella nunca le dio las gracias...◇
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
