"Bienvenida al Instituto público de Seúl situado en Corea del Sur."
Antes de entrar, debes tener muy claro algo... y es qué, en este Instituto, hay siete chicos que tienen el control de todo el lugar.
Éstos, se separan en dos bandas diferentes, en B...
Recojo mi maleta del suelo y la posiciono en mis hombros. Aprovecho para masajear con suavidad mi mano en un amago de que el dolor desaparezca, pero no funciona ya que el malestar sigue ahí.
Suspiro y abandono el aula que parece ser la preferente del de ojos felinos para llevar a cabo sus malas acciones y pronto, ya me encuentro caminando con el fin de llegar tarde a la primera lección de la mañana que me pertenece.
Tras dar unos pasos y bajar una escalera, debo cruzar el pasillo donde se encuentran las clases de los Bullies. Es entonces, cuando paso por la puerta de la que se encuentra el líder del grupo mencionado.
Con disimulo miro a través de la ventanilla que separa el interior de la clase con el pasillo, y muerdo mi lengua al ver a Rap Monster discutiendo acaloradamente con el profesor.
El último está apunto de expulsarle de clase, así que me doy prisa en abandonar el lugar.
Sin embargo, parece que no he sido lo suficientemente rápida; veloces pasos casi llegando a mis talones.
Siento la necesidad de correr, pero cierro los ojos con algo de temor cuando toma mi mano lastimada y me gira para en seguida, quedar frente al chico que acaba de ser expulsado de su lección.
Muerdo mi labio intentando disimular que no me duele el agarre que está ejerciendo sobre mi mano, pero igualmente él lo nota y hábilmente deja de sujetarla para pronto, examinarla.
El agarre del oscuro chico ya está causando que mi piel comience a tomar cierto color violáceo, unido a un sutil verde, debido a que la sangre se ha quedado acumulada en la zona donde fuertemente Suga apretó. Los largos dedos del mencionado están plasmados en las marcas.
—¿Qué mierda? —Le escucho susurrar, su ceño fruncido y su mandíbula prieta.—¿Quién jodido ha hecho esto?
—Acaso... —Hago una pausa mientras aparto la vista de su molesto rostro.—¿te importa? Tú también disfrutas haciendo daño a los demás.
La verdad que acabo de revelar parece no importar a quien se encuentra ahora mirando sobre mi hombro, su expresión totalmente neutra, careciente de cualquier tipo de culpa.
—Llevas razón, solamente dime si ha sido alguno de mi grupo. —Asiento sin preámbulos con mi cabeza y me doy la vuelta.—Espera. —Dejo de andar para escucharle, aún estoy de espaldas a Rap Monster.—No dejes que nadie te someta a un infierno más grande que el mío.
Algo recorre mi cuerpo, una sensación que jamás había sentido antes en mi corta vida. Siento que esas palabras... esconden algo más profundo de lo que parecen, que van más allá y quizá contengan un significado completamente diferente a lo que ha sonado.
Niego y me alejo del chico que ansía verme caer de la peor manera.
Pronto ya me encuentro en mi propia aula con una amonestación por haber llegado tarde "sin motivo".
Oprimo mis labios al escuchar las risas que Gaan está causando, gracias a estar hablando sobre mí de una manera despectiva y burlesca.
Saco el cuaderno que necesito y comienzo a prestar atención a la clase para ignorar los comentarios que están haciendo de mí.
—Seguro que ha llegado tarde por ser humillada. —Ese comentario me llega como una daga al corazón. ¿Cómo pueden decir algo así sin remordimientos?, ¿tan normalizado está el acoso escolar aquí?
"Pues claro" Pienso.
Aunque, estoy muy segura de que si las personas que tanto hablan, sufrieran este problema, no harían siquiera el intento de bromear al respecto. Eso demuestra la poca empatía que poseen.
Las lecciones pasan lentas y tortuosas, debido a que hoy mis "compañeros" se han dedicado a tirarme bolas de papel con algún que otro insulto.
Por un momento he estado apunto de enseñarle todo al profesor de la última lección en la que he estado, sin embargo, se me han quitado las ganas después de que Gaan me amenazara de la peor manera posible.
Todavía recuerdo a la perfección lo que me ha dicho para que yo, guardara silencio: "—No digas nada, o sino tu imbécil amiguito cargará con las consecuencias, a parte de que todos sabrán tu sucio secreto".
Respiro hondo, ahora la prioridad que tengo es buscar a Woozi para pasar juntos el descanso.
Comienzo a impacientarme al no encontrarle por ninguna parte.
Preguntar a los estudiantes que van a su grado se hace una tentación, ya que quizá ellos sepan dónde está, pero ninguno parece saber la respuesta, o a quizá, no quieren dármela.
Concretamente la segunda opción me hace ponerme incluso más nerviosa, ¿y si le ha pasado algo?
Sigo caminando hasta que un grupo se interpone en mi camino.
—Prohibido pasar. —Frunzo el ceño, parecen ser de último curso, no conozco a ninguno de ellos más que de vista.
—Estoy buscando a alguien. —Intento pasar ignorando la advertencia de uno de ellos, pero pronto mi brazo es tomado sin cuidado por otro del grupo.
—Qué jodida palabra no has entendido de que está prohibido pasar.
Me alerto al escuchar un quejido de dolor, viene de dentro del baño de los chicos.
—Sueltala animal. —Me giro levemente y me sorprendo al ver a la última persona que esperaba.
Jimin.
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¿Os sorprende que Jimin pretenda ayudar a Hye?, ¿Qué os parece la frase que Namjoon ha utilizado, qué creéis que esconden esas palabras?
Pronto todas las incógnitas serán resueltas.
Maratón 2/?
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