"Bienvenida al Instituto público de Seúl situado en Corea del Sur."
Antes de entrar, debes tener muy claro algo... y es qué, en este Instituto, hay siete chicos que tienen el control de todo el lugar.
Éstos, se separan en dos bandas diferentes, en B...
Aún se escucha la música alta que sale de un altavoz que uno de ellos porta, más concretamente es JHope. Lo que suena es una canción de rap que se titula "la elección", lo que hace a la situación más enfermiza y loca.
—Idiota —una voz grave, la del líder se hace presente, entonces, la música deja de sonar, como si dejara paso a que solamente se escuche su voz.—quedas elegido, tienes cinco segundos para venir con nosotros.
Mi corazón galopa desesperadamente en el interior de mi pecho, mi boca se seca sin yo poderlo evitarlo.
Recuerdo las palabras que en mi clase se dijeron esta misma mañana: "Seguro que eligen de nuevo al idiota." Lo pienso, sea lo que sea, no estoy dispuesta a que vuelva a pasar por lo mismo.
Esos cuatro chicos sin cerebro, deben aprender a que meterse con los demás está mal, y tarde o temprano, voy a conseguir que dejen de hacerlo, o al menos, ese es mi deseo.
Siento que Woozi quiere levantarse para obedecer, pero ahí estoy yo para impedirlo.
Sin pensarlo dos veces, agarro con suavidad su mano izquierda, haciendo que no se levante de su silla, en ningún momento deshago mi agarre, dando a entender que no quiero que vaya hacia ellos.
Tampoco le suelto cuando escucho que el líder está comenzando a decir en alto la cuenta atrás de cinco segundos.
Aprieto mi mandíbula llena de rabia cuando me doy cuenta de que el cuerpo del chico al que sujeto, está temblando lleno de miedo.
De reojo puedo ver cómo palidecer ante la presión que el grupo contrario ejerce para que les obedezca.
—Dos, uno... —hace una leve pausa esperando que yo suelte la mano de Woozi, y así, el último mencionado se vaya con ellos. Pero pronto, su paciencia ante mi insistencia de no querer soltar a mi pequeño amigo, se acaba.— cero.
Le miro, más, en seguida me arrepiento.
El silencio se ha roto, todas las personas en la cafetería comienzan a murmurar entre ellas, algunas ríen, otras me miran con terror, y otras están realmente impresionadas.
Por mi parte, en lo único que me centro es en lo enfadados que se muestra el grupo de los Bullies, sobre todo el líder, le miro.
Parece que en cualquier momento va a gritarme fuera de sí, por culpa de estar enfurecido de que alguien se haya opuesto a que una de sus demandas haya sido negada.
Estoy segura de que siempre se sale con la suya. Pues hoy no va a ser así.
Mojo mis labios con algo de nerviosismo, cuando una socarrona sonrisa sustituye ahora, su anterior estado de ánimo enfurecido.
No puedo mentir, la sonrisa que el líder tiene dibujada sobre sus labios, llega a ser incluso psicópata, no quiero siquiera imaginar lo que está pasando por su cabeza.
En ese instante habla dirigiéndose hacia mí, su voz tan fría y careciente de sentimientos, que hace que algo se renueva en mi interior.—¿De nuevo vas de heroína?, entonces...
Me quedo petrificada ante lo que dice a continuación.
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Yoongi:
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