"Queriéndote cada día más." ❤️

No quiero quererlo...

«Gumball»

Me cambie formalmente para poder ir a la cena, cenaríamos los bellos y dulces súbditos y yo.
-¿Esta listo?-dijo mentita.
-Si, claro,-dije algo desanimado.
-Sabe príncipe no me gusta tener que discutir con usted, pero aveces me saca de quicio.
-Pero me adoras Mentita.
-Lo empiezo a dudar,-dijo sonriendo.
Reí hasta llegar al comedor, agradecí a los invitados por haber asistido, me disculpe por dejarlos plantados en el desayuno.
Cuando acabe, pedí a Mentita subir a la habitación y esta lo autorizó.
Al subir me puse a leer aquel libro de amor.
Y al irlo leyendo me comenzaba a asustar, las sensaciones que la protagonista sentía, las asociaba con las mías, así que me puse a subrayar las coincidencias.
Me fui quedando dormido hasta caer en un sueño profundo.

«Gumbal off»

Llegue al palacio de Gumball, volé hasta su habitación y lo busque para darle su ropa y que me diera la mía, lo encontré en su escritorio, dormido, me enterneció el verlo así.
Lo cargue hasta su cama y lo recosté, al lado de él puse su ropa en la mesa de noche.
Volví a mirar su escritorio y lo tenía abierto a la mitad, era el libro sobre amor.Había frases subrayadas que me hicieron dudar algo como: "mi corazón se aceleró" "me ponía nerviosa." "Mis sonrojos se volvían cada vez más intensos solo con su mirada."
-Significa que siente lo mismo que...o que tal si el...pero...me confunde.
Lo mire dormir y girar sobre sí mismo en la cama dejando sus labios al descubierto.
Me acerqué a él me agaché sobre él y lo bese, rápidamente, casi apenas un roce, sus labios eran dulces.
Un montón de emociones y sentimientos, salieron a flote después de esta pequeña acción, estaba mal, esto está mal.
-Lo siento.-susurre.
-Marshall,-dijo extrañado.
Lo vio, ¿lo sintió? Que pasara si es así.
-¿Qué haces aquí?
-Solo vine a entregarte tu ropa
-Oh, gracias,-dijo quitándose la playera levantándose.
-G-Gumball...-su trozo era esbelto, para ser un chico de ciencia era demasiado.
Se puso la la otra playera y se recostó de nuevo en la cama.
-Descansa.
Me tomó de la mano, mi mejillas se pusieron coloradas.
-¿Te quedarás? Quiero que te quedes...-dijo el.
Tenía muy claro mis sentimientos aunque ya tuviera una segunda opinión.
-No Bubba esta noche no, pero gracias.
-¿Por qué no?-dijo el.
-Porque si mentita se entera me mata.
-Esta bien, dulces sueños Marshall, te quiero....
Mi cara se volvió totalmente roja al escuchar esa pequeña frase, sé que no la decía con el mismo significado que yo le doy pero, aun así era especial para mí escucharlo.
Salí de la habitación y volví a casa, comí un fresa antes de volver a la cama. Me recosté y mire al techo, pensaba en ese pequeño beso que le di a Gumball, fue tan pequeño pero muy poderoso su sabor dulce me mataba, y aquella pequeñísima frase "te quiero" no sabía que tenía tanto poder sobre mí.
Me relamía los labios una y otra vez me recosté y cerré los ojos ............................................................ Ya habían pasado horas y me el pensar en Gumball me robaba el sueño, su bello rostro todo de él. Creo que al final de todo me gusta mucho de verdad.

Hola!!
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