Cuando llegamos al castillo habia escapado

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Gumball no paraba de sangrar estaba a las afueras del dulce Reino y ya hace tiempo que había perdido la consciencia, me mantenía presionando su herida, asegurándome de que siguiera con vida. Corriendo cubierto de la sangre agenda llegue al hospital.
-¡Ayudenme! ¡Está grave!-gritaba mientras lágrimas no paraban de salir de mis ojos.
Rápidamente llegaron varios doctores y enfermeras, arrebatándolo de mis brazos.
-Ha perdido mucha sangre...nuestro príncipe.-dijo la enfermera con tristeza.
Presionaban su herida aún con la espada incrustada, los doctores rápidamente se lo llevaron de ahí.
-Gumball...-me quede sin palabras llorando en el suelo.
Lo único que quería era que estuviera bien, que pudiera sobrevivir, tenerlo entre mis brazos de nuevo. Una enfermera se acercó a mi y me pregunté qué hacía con el.
-S-Soy su... novio.-dije entre sollozos, ella se quedó algo sorprendida pero igual me dijo que estaría bien, que había perdido mucha sangre y que iban a ver si no tenia algún órgano vital dañado. Me aconsejó ir a tomar una ducha y cambiar mis ropas, incluyendo que fuera por Mentita, si tan siquiera mire hubiera escuchado esto no habría sucedido nunca.
Salí del hospital y me dirigí al hotel donde Mentita se estaba quedando. Llegue a su habitación y toque.
-Es la 1 de la mañana a quien se le ocurre...-entonces levantó la vista, me miró asustada.
Estaba todo lleno de sangre, la sangre de Gumball, mis ojos estaban hinchados y rojos por el llanto además de que estaba temblando.
-¿M-Marshall?-dijo con temor.
Me solté a llorar cubriéndome la cara con las manos.
-G-Gumball...hospital...está grave.-dije entre sollozos.
Mentita palideció y sus lágrimas comenzaron a caer.
-¿Que pasó?-dijo un poco alterada.
-Lo encontré...te lo dije...Mora fue quien lo había secuestrado pero no me escuchaste.-dije llorando con ira.-se atravesó para salvarme...dios si le pasa algo va a ser todo mi culpa.
Rápido salimos del hotel camino al hospital. La única nueva noticia que teníamos es que Gumball fue enviado al quirófano...
Mentita se encontraba muy seria mirando al suelo, mientras yo abrazaba mis piernas sentado en el suelo pensando en que ya no estaba enojado conmigo dijo que me amaba y ojalá no fuera una despedida. Algunas de las lagrimas habían limpiado la sangre en mi rostro pero seguía temblando, asustado, adolorido. Poco a poco me fui quedando dormido.
[...]
-Señor Marshall.-escuche la voz de una enfermera que me despertaba.
-Eh...-mire alrededor y recordé todo.-¡Donde está el! ¡¿Está bien?! Por favor....
Mis voz se hizo un baja al final.
-El príncipe Gumball está muy delicado...en cuanto salga Mentita podrá pasar a verlo.
-¿Que le pasó?
-Está inconsciente por la pérdida masiva de sangre, además del cansancio de su cuerpo por falta de sueño y un par de costillas rotas por culpa de la espada...pero ningún órgano vital fue dañado.
Me levante rápidamente y la abrace, está se quedo rígida mientras yo lloraba de nuevo.
Mentita salió de la habitación, la empuje sin mirarla y entre.
Su piel rosa cálido estaba más pálida de lo normal, junto al suero estaba una bolsa de sangre, cerca del escote de la bata se alcanzaba a notar el vendaje, y estaba con un tubo, debido a que está inconsciente.
Me dolía, de verdad que me dolía verlo de aquella forma.
Me senté a su lado y bese su mano, entrelace mis dedos con los suyos, sus manos estaban frías.
-Me alegra que estés bien...dentro de lo que cabe.-susurre bromeando, me levante de mi asiento, bese su frente y su mejilla.-te amo...no sabes cuánto.
Me quede con el toda la noche. Los doctores me obligaron a salir para que pudieran hacer pruebas y estudios.
Y así pasaron los primeros días, Mentita lo cuidaba por las tardes mientras que yo por las noches. Hablaba con el, peinaba su cabello, cuando ningún doctor estaba cerca, le hacía cariñitos, besaba todo su rostro, me encantaba poder recargar mi oreja sobre su pecho y escuchar su corazón latiendo.
Hubo un par de complicaciones en la semana, al momento de quitarle las puntadas salió sangre, se paró su corazón una vez, de verdad que me asusté muchísimo, y la otra fue que comenzó a dar fiebre.
[...]
Esa noche llegue a la habitación encontré a Mentita toda ojerosa y adormilada, le dije que se fuera que descansara.
Como de costumbre siempre llegaba y tomaba su mano, lo observaba dormir, mientras cabeceaba, escuche quejidos a mi lado.
Sus ojos estaban muy abiertos y trataba de sacarse el tubo de la garganta.
-¡G-Gumball!-rápidamente fui por una enfermera a que le ayudara a quitar aquellos tubos de su garganta.
-Marshall....-dijo con voz ronca.
Bese sus labios tiernamente, mientras esté sorprendido me empujaba para poder tomar aire por mismo, la enfermera que se encontraba en la habitación estaba muy avergonzada.
-L-Lo siento...no sabes lo preocupado que estaba por ti.
-¿Que pasó? ¿Donde estoy? ¿Por que me besaste? ¿Que te sucede? Ambos somos chicos.-dijo enojado.
-Pero...-su memoria pudo haber sido afectada.
Palidecí, sentí que algo dentro de mi se quebraba cuando de repente comenzó a reír y toser al mismo tiempo.
-Caíste.-dijo besándome en los labios.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y comencé a llorar en su regazo. Acaricio mi cabello algo temeroso.
-Nunca me vuelvas a hacer esto en toda nuestra puta vida ¿entendido?-dije mientras limpiaba mis lágrimas.
-¿Nuestra?
-No pienso dejarte ir por nada del mundo...no sabes lo preocupado que estaba cuando te raptaron.
Al escuchar esto, su cara cambio, tal vez su memoria estaba un poco afectada pues no recordaba lo del secuestro de Mora.
-Quiero vomitar.-dijo.
Le acerque una tina y este vomito, estaba tembloroso, y los ojos llenos de lágrimas con una expresión de furia.
-Ese maldito infeliz,-volvió a vomitar.
-Tranquilo, ya estás en casa, yo te salvé.
-Habíamos discutido verdad...¿Por que fue?-preguntó algo triste.
-Pues...por qué soy tu mayor inseguridad.-dije orgulloso.
-¿Que?-dijo sonrojado.
-Entraste a un lugar llamado la cueva de las inseguridades, donde aparecía la cosa la cual tenías miedo a perder o que sucediera, y aparecí yo en tu visión.
-Pero se veía tan real...
-Pero yo nunca haría algo como eso, por qué también eres mi más grande inseguridad, el poder perderte...y casi sucede, si tan solo hubieras dejado que me apuñalaran a mi.
-Me siento muy mal.-dijo.- me duelen las costillas y el abdomen, la cabeza y aún tengo nauseas.
-Acabas de despertar de un "coma" por así llamarlo.
-Marshall.-me acerco desperado a el y me beso, tenía aliento a vomito pero no importaba.
Alguien se aclaró la garganta en la puerta, era Mentita. Quien miraba avergonzada aquella escena romántica.
-S-Señor...-hizo una reverencia mientras seguía llorando.
-Mentita...-Mentita corrió a abrazarlo, llevándose toda la atención de mi.
-Mentita...-dije algo serio, después la aleje de Gumball.
-¿Pasa algo?-preguntó preocupada.
-Que procede con el Mal nacido de Mora.-pregunte con ira.
-Cuando llegamos al castillo, había escapado.

Hola! Oh dios no me había dado cuenta de las lecturas :,v ni de los comentarios oh dios, le he dicho que mal que comenten :3? Bueno....
Tres cositas
1) quería actualizar más pronto pero tenía problemas con mi internet xD
2) perdón por el mini infarto de la pérdida de memoria  XD :3 los amo!!
3)Gracias por seguir esta humilde historia :3 son los mejores.

"Queriéndote cada día más." ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora