Saque unas toallas del armario, me puse un bóxer ajustado para entrar a la ducha, aparte algo de ropa interior nueva para Gumball y entre al baño.
Era una tina pero Gumball me dijo que mejor usáramos la regadera, los azulejos eran color turquesa.
Entre a la zona de la regadera esperando a Gumball, escuche que se cerró la puerta y unos pasos.
Recorrí la cortina para verlo, y ahí estaba sus bóxers eran color morado oscuro, su cuerpo era perfecto, tonificado de un hermoso cálido color rosa, su rostro tenía una expresión avergonzada y estaba sonrojado hasta la orejas. Tome su mano y la jale hacia mi quedando nuestros rostros a solo centímetros.
-Esto fue una mala idea, ¿Por que siempre cedo contigo?-dijo con algo de miedo en su voz.
-Me amas...-respondí.«Gumball»
-Deja de mirarme así...-dije con nerviosismo.
Me abrazo, sintiendo así el roce de nuestra piel desnuda, me había puesto más nervioso aún, juro que al cuando podía sentir el palpitar de su corazón sincronizado con el mío.
-Eres hermoso Gumball.-susurró en mi oído.
Abrió la regadera con el agua fría primero, que al contacto me hizo abrazarlo aún más fuerte en busca de calor, este rió, me dio un beso rápido en los labios y regulo el agua abriendo la llave con el agua caliente. Dejamos que nuestros cuerpos se empaparán mientras lo abrazaba con fuerza, por qué así no podía verme.
Se separó un instante de mi y tomo un bote que supuse que era shampoo. Tomo mi mano y puso un poco después puso un poco en la suya . Comenzó a revolverlo en mi cabello mientras yo hacía lo mismo en el suyo y comenzaba a hacerle peinados raros, al acabar de "peinarlo" lo mire y comencé a reír y el junto a mi, esto era tan divertido, aunque una parte de mi deseaba que me tocara y me hiciera suyo ahí en la regadera. Enjuagamos la espuma del shampoo, luego pasé mis brazos al rededor de su cuello y lo bese, este me correspondió al instante, bese su cuello su torso su abdomen y...
-No Gumball,-dijo levantándome.
-Pero...
-No me controlare si lo haces, te daré duro aquí mismo si te atreves a hacerlo.-dijo mirándome serio tomándome de las muñecas.
Me dolía le espalda pero no era comparada con lo que sentía en ese momento, adrenalina pura, además de que mi "amiguito" se había despertado con el solo hecho de poder ver y tocar a Marshall en esa situación.
Lo abrace y escondí mi cara en su cuello.
-Hagámoslo, quiero hacerlo.-luego sentí como colocó sus manos en mi cadera.
Me separe de él y lo mire a los ojos, este tenía una expresión asustada.
-P-Pero...-lo interrumpí besando sus labios con ternura.-...Seré gentil.
Comenzó a besar mi cuello y a se pequeñas mordidas, dejando pequeñas marcas, haciéndome exhalar pequeños suspiros llenos de placer. Acariciaba mi espalda mientras hacía todo esto.
Nos miramos a los ojos me sonrió dulcemente y nos besamos. Empecé a acariciar sus hombros.
Me abrazo haciendo que nuestros miembros rozaran por encima de la tela de la ropa interior.
En un hábil giro quede entre la pared y Marshall empezó a acariciar mi zona íntima mientras reía un poco y yo hemos levemente.
Apretó mi trasero con ambas manos haciendo que gimiera con más fuerza, se agachó a la altura de mi masculinidad y removió la prenda. Y comenzó a besar mi miembro y a dar pequeños lengüetazos con la lengua alrededor. Dios todo lo que estaba haciendo me estaba volviendo loco, gemía descontroladamente.
Luego sentí como lo introdujo en su boca.
-M-Marshall...-jale su cabeza para atrás.- Aún no...
Se levantó y pasó sus brazos atrás de mi espalda. Me beso tiernamente.
-Quiero entrar en ti, mi dulce príncipe...-susurró.
-Hazlo...-dije riendo un poco, aunque una parte de mi estaba muy nervioso.
Sentí como sus manos acariciaron mis glúteos con suavidad y delicadeza.
-Dios esto...Gumball, tienes que prometerme algo.-dijo Marshall algo asustado.
-Que pasa...
-Jamás había hecho esto, y no quiero que me odies.
-Serás idiota...-dije riendo.- yo nunca podría odiarte.
Marshall espontáneamente introdujo uno de sus dedos en mi, y comenzó a sacarlo y a meterlo. Introdujo el segundo dedo sin paciencia.
-Ah...más lento...p-por favor....Marshall.-dijo entre gemidos.
-Está bien lo siento, lo siento.
El tercer dedo fue algo doloroso, pero hubo un momento donde toda la incomodidad y el dolor se había convertido en placer y dicha soltando un gemido profundo.
Tomo ambas de mis piernas y me cargo recargándome en la pared introduciendo poco a poco su miembro en mi.
-Ah...Marshall...
Comenzó con movimientos lentos, circulares en realidad. Se sentía muy bien.
-Ah...ngh...Marshall, un poco más.
Saco casi todo y lo introdujo hasta el fondo, comenzando a dar embestidas contra la pared. Escuchaba los suspiros de Marshall en mi oído, mientras yo gemía sin control.
-¡Gumball!..-exclamaba el.
Y yo solo sentía como me embestía contra la pared, y la boca de Marshall junto a la mía y su boca ansiosa dentro de la mía.
-Marshall!...yo voy a....
Entonces me corrí, mejor dicho nos corrimos, solo sentía el líquido caliente dentro de mi. Las piernas de Marshall temblaban me miraba medio adormilado mordiéndose el labio inferior.
-Voy a caer....
Salió de mi y caímos, el de rodillas y yo de trasero.
-No me odies Gumball.-dijo Marshall con lágrimas en los ojos.
-¿Odiarte? Fue lo mejor que he hecho en mi vida...-lo bese.-Te amo y jamás te odiaría.
Acabamos de ducharnos y nos cambiamos. Nos sentamos ambos en la cama mirándonos.
-¿Como está tu espalda?
-Ammm....creo que no podré caminar por unos días.
-Lo siento.-dijo riendo.
-Descansemos un poco.
Recargue mi cabeza en su pecho y Marshall me abrazo.
Habíamos tenido un día muy largo pero con un final muy placentero.Perdonen los capítulos cortos :,c les juro que de verdad lo intento.
Espero que le haya gustado espero comentarios y gracias por votar :,3
Gracias por leer!! Los quiero!!
Lo tuve que volver a subir :,v
ESTÁS LEYENDO
"Queriéndote cada día más." ❤️
Fanfic-Un loco como yo necesita un tornillo como tú.-dijo aproximándose. Después de esto, él se sonrojó mirando hacia el suelo, pensando ello, en aquel sentimiento revelado en una pequeña frase. -------- Contiene yaoi! Si no te gusta no la leas :3