1- La primera victima (1)

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1.Axel

Era más de medianoche cuando Axel salió de su casa, solo protegido por una sudadera de la última gira de Coldplay, con la capucha cubriéndole la cabeza y sin hacer apenas ruido. Nadie lo había oído salir de su habitación, bajar las escaleras y abrir el doble cerrojo de la puerta. Afortunadamente hacía meses que había averiguado cómo desactivar la alarma que su madre había colocado en el porche interior de la vivienda.
A la espalda llevaba su mochila raída y remendada, una antigüedad de sus años de primaria, que conservaba para sus excursiones nocturnas.
Estas salidas furtivas habían empezado un año atrás, dos meses después de la repentina muerte de su padre. Con sólo quince años Axel había podido confirmar de primera mano la incompetencia del cuerpo de policía de Covenwood.
En su mochila llevaba su equipo habitual: su portátil, el cargador, una navaja suiza que le había robado a su abuelo vegetativo, y un estuche de metal que se encontraba envuelto en paños.
El sonido de un timbre le hizo dar un respingo. Solo era su móvil, que había olvidado poner en silencio. "Mierda" se dijo. Por errores más pequeños podrían pillarle, y nadie era tan importante como para poner en peligro sus salidas nocturnas.
Decidió mirar el mensaje una vez se encontrará lejos de allí. Subió a su bicicleta y comenzó a pedalear, dejando atrás las casas unifamiliares de su calle y girando en la avenida central del pueblo. Frenó bruscamente, se encontraba en la intersección entre las dos avenidas más importantes de Covenwood y no había ni un alma a la vista. Normalmente Axel tenía que lidiar con los gritos de algún borracho o esquivar los faros de un coche patrulla aburrido y gris que se arrastraba por las calles esperando al amanecer. Respiró el aire de la noche, que le inflamó los pulmones, y decidió bajarse un momento de la bici a disfrutar de la brisa. De repente se acordó del inoportuno mensaje, seguro que alguien había cumplido años y Facebook se lo recordaba amablemente, o quizás alguno de sus héroes de Twitter había escrito un mensaje tardío.
Desbloqueó el teléfono y el brillo de la pantalla le iluminó el pálido rostro. Era un mensaje de un número desconocido.
"¿Conoces Asesinato en el Orient Express?"
No tenía sentido, o eso pensó Axel. Por supuesto que conocía la novela, era uno de sus libros favoritos de Agatha Christie. Seguramente se habrían equivocado, no era la primera vez que le pasaba. Iba a guardar el móvil cuando un nuevo pitido le interrumpió.
"¿Por qué tan serio?"
Miró nervioso a su alrededor. La calle continuaba desierta, nada se movía a la vista. También había reconocido esa cita, pertenecía a su villano de cómic favorito, el Joker. Demonios, la tenía hasta de fondo de pantalla en su móvil.
Decidió responder, ya que no creía en la casualidad de que ambos mensajes fueran dirigido a otra persona.
"¿Quién eres?"
Conciso y seguro. O al menos esperaba haberlo parecido, porque estaba muy tenso, allí parado en medio de la carretera, apoyado en la bici y temiendo ver la luz de un coche girar en cualquier momento y tener que salir corriendo a trompicones a esconderse en algún portal. Una luz se encendió en el edificio del final de la calle, Axel conocía el apartamento. Era la casa de Becca Simmons, la hija del alcalde. A pese de tener 17 años, igual que Axel, la liquidez de la que disponía su familia era significativamente mayor, y Becca podía tener todo lo que se propusiera, incluso un apartamento propio.
Una nueva vibración de su móvil le hizo volver a la realidad.
El mensaje no era una respuesta a la pregunta que Axel había formulado, sino más bien una amenaza, que consiguió dar un escalofrío a la espina dorsal del chico bajo la capucha.
"Alguien va a morir. Empieza la cuenta atrás."
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¡Muchas gracias por leerlo! Esta historia de Covenwood ha estado guardada en un cajón durante mucho tiempo y creo que ya es hora de que vea la luz. Siempre me han apasionado las películas "slasher" y tenía muchas ganas de comenzar un proyecto así, en forma de libro. Vuestros comentarios ayudan siempre, seguid atentos porque esto no ha hecho más que empezar...

Tras la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora