4- Elegía penitenciaria (3)

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3- Axel

-Antes de que sigas, ¿estás segura de que el de la llamada era Rick?
Axel y June estaban sentados en una mesa al lado de la ventana en el Tate & Violet, ambos con sendos cafés humeantes aún sin empezar.
-Sí, era él. Su voz sonaba rara y metálica pero estoy segura de que era la de un hombre.
-Bueno, en la App Store tienes cientos de aplicaciones para cambiar de voz. Podría haber usado una para engañarnos. No sé, montar todo este lío, el disfraz, el GIF... No parece propio de Rick.
-Sinceramente no lo conocía, así que no lo sé, pero el caso es que no me han vuelto a llamar desde que lo arrestaron. Y nadie más ha muerto.
Axel no respondió. Lo que le decía su amiga tenía mucho sentido, ¿por que sentía que algo no iba bien?
-¿Sabes ya porque mandó ese GIF refiriéndose a ti? ¿Te dijo algo cuando te llamó?
-Me dijo que jugáramos a un juego, que si yo perdía moriría alguien, y que si yo ganaba me daría una pista de quien era. Pero encontré el maldito colgante, y aún así no me dijo nada.
-Esa misma noche arrestaron a Rick. -musitó Axel.
-He estado pensando en personas a las que puedo haber hecho daño, pero no encuentro nada. Hasta ahora solo me he hecho daño a mi misma y a personas que ya no están en este mundo.
-¿A que te refieres?
-Antes de mudarme a Covenwood, en Pasadena, tenía un novio, Peter. Él murió en un accidente de tráfico en el que yo conducía.
-Vaya, lo siento mucho June. ¿Crees que Rick podia conocerlo o algo y que quería vengarse?
-No, Peter no tenia apenas familia o amigos , y todos me conocían y saben que fue un accidente. Y Pasadena está muy lejos de aquí, supongo que si Rick y Peter fueran amigos íntimos habría oído hablar de él alguna vez.
De nuevo hubo un profundo silencio, que June decidió romper.
-Lo siento, no quería hacer un drama de todo esto. El caso es que el accidente no puede estar relacionado con lo que me está pasando, pero no se me ocurre nada más.
-No pareces el tipo de chica que se mete en problemas.
La puerta del local se abrió de par en par, y Sidney y Chloe entraron con cientos de panfletos en la mano. Se los iban dando a todos los estudiantes que veían desde esa mañana en el instituto. Axel tenía uno que había usado de servilleta, y que rezaba:

"Halloween 2016: Noche de brujas"
Instituto Covenwood: Viernes 31 de Octubre
"19 pm."
"Disfraz obligatorio, ¡no te lo pierdas!"

-Esperamos verte allí, June.- sonrió Sidney. -¿Sabes ya de que te vas a disfrazar?
-No, la verdad es que no. Pero muchas gracias, lo pensaré.
-Procura no ponerte máscaras, sería de mal gusto. -murmuró Chloe.
-¡Chloe! -dijo Sidney entre risas, pegando un manotazo a su amiga.
-Tú también estás invitado, Axel.- dijo Chloe con malicia.
-¡Estaré encantado de ir! Espero verte disfrazada de una versión guarrilla de Jason o de Krueger, Chloe. Tú nunca me has decepcionado.
June soltó una carcajada que puso furiosas a Sidney y a Chloe, que sin mediar palabra y rojas de ira se alejaron corriendo a seguir repartiendo octavillas a otra parte.
-Pues ahora que lo pienso, no tengo disfraz. ¿Y tú?
-Tampoco. -replicó June, todavía sonriendo. -He quedado con Becca en el centro comercial, ¿qué te parece si vamos y compramos algo?
-Genial.
Los dos salieron del local y se dirigían al coche de June cuando Axel recordó algo.
-Tengo que pasar por casa antes, he olvidado algo. ¿Te importa que nos veamos allí?
June asintió y se despidieron. Caminó hasta casa, tenía mucho en lo que pensar. Había visto todas y cada una de las películas de culto de asesinato, conocía casos reales que había estudiado. Y sin embargo a la hora de la verdad, cuando la muerte llamaba a su puerta... nada. No sentía nada. Solo miedo.
Abrió la puerta y su madre lo recibió furiosa.
-¿Donde has estado?
-Oh, comiendo con unos amigos, perdona que no te avisara, pero el móvil se quedo sin batería.
-Ya.
Su madre no discutía ni le castigaba, simplemente ponía su cara de decepción y volvía a la cocina o al salón. Siempre había sido apática con sus hijos. Su hermana Julie estaba en el colegio todavía, así que estaban solos.
-Mamá, ¿puedo preguntarte algo?
No hubo respuesta.
-Estos asesinatos... ¿crees que tienen algo que ver con la muerte de papá?
Su madre le dirigió una mirada fría, inerte.
-¿Qué?
-Sí, eso. Ha pasado más de un año y la policía no sabe quién lo hizo. Solo nos dan excusas y se retrasan más y más. Creo que ya no están ni investigando el...
-¡Para!
Axel se sobresaltó. Nunca había visto a su madre tan alterada. Sus manos temblaban y sus ojos estaban clavados en el suelo.
-No quiero que vuelvas a hablar de lo de tu padre. Ni que sigas detrás de la policia o del caso.
-¿Sabes algo, mamá?
-Axel...
Ahora era el chico quien temblaba de impotencia.
-¡No, tengo derecho a saberlo!
-Cariño, no puedo...
-¡Mamá! -una lágrima de rabia caía por su mejilla- ¿Quién mató a papá?

Tras la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora