2- Secretos mal guardados (5)

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5- Axel

-No creo que esto nos lleve a ninguna parte. -dijo el sheriff Langdon.
Axel llevaba ya más de diez minutos intentando convencerles de que podía ser de ayuda en la investigación. Y él así lo creía. Había visto todas y cada una de las películas de terror del último siglo, incluidas las de asesinos en series, psicópatas... Su experiencia podía resultar útil.
-Chico- continuó el sheriff.- La vida no es una película. Hoy ha muerto alguien aquí y eso no es algo que haya que tomarse a broma. Ya nos estuviste rondando con el caso del chico Radwell, y no queremos que eso se vuelva a repetir, ¿entendido? Pues bien, si tienes algo relevante, dilo, y sino, por favor no nos hagas perder más el tiempo.
-¿Cómo quieren que les ayudemos si no nos dicen quién ha muerto? - La Policia estaba guardando bajo llave la identidad de la víctima. Por un momento todos habían pensado que era Leslie Waters, pero se había quedado en casa porque estaba enferma. Había alrededor de otras diez posibles victimas, incluidos los hermanos Hawthorne. Aunque se decía que estos se habían ido a casa antes de que empezara todo.
Twitter echaba humo, y el hashtag #liberencovenwood ganaba ya en número a otros muchos, pidiendo que se dejara salir a los alumnos.
-¿Por qué no nos dejan salir?- Había preguntado Axel poco antes.
Excusas baratas eran lo único que recibía. Salió del despacho malhumorado, algo anormal en él. Ese despliegue policial no era normal, por lo que tenía que tratarse del mismo tipo que mató a Austin Radwell.
Axel recordó el entierro. Cientos de personas se congregaban en torno al ataúd negro azabache, con una corona de flores que rezaba "Tus seres queridos no te olvidan." Sus padres lloraban desconsoladamente, sus amigos trajeados se miraban serios entre sí, y Becca... Bueno, Becca miraba al ataúd con ojos vacíos, ya que su mente se encontraba muy lejos de allí. La ceremonia fue a mediados de septiembre, y desde esa deprimente y lluviosa tarde la promesa de la corona de flores se había ido olvidando, hasta convertirse en un mero espejismo.
La vida seguía su curso, y el caso no resuelto del asesinato de Austin había sido enterrado como él.
Pero no para Axel. Por muy escabroso que sonara, para él eso era un sueño hecho realidad. Muchos lo llamarían loco, dado que casi nadie entendía que en la muerte también hay arte. Un arte prohibido que a todo ser humano le tienta probar.
Al parecer, el agresor había hecho unas marcas en la cara de Austin. Si pudiese mirar la cara de la nueva víctima podría determinar si era obra del mismo maniaco.
La gente lloraba en el comedor. Localizó a Tracy, a su nuevo amigo Hunter, al grupo formado por Rick, Ryan y sus matones, vio como Becca salía airadamente de la habitación... Incluso la nueva le llamó la atención, era de las pocas con la cara seca y de pie. Parecía mirar demasiado su móvil.
¿Pero cómo podía Axel ir al lugar del crimen sin poder salir de la habitación sin vigilancia? La bombilla se le iluminó. Las cámaras de seguridad. Era bastante facil hackear el sistema informático del instituto. Podía hacerlo desde su móvil. Sin perder tiempo, empezó a revisar las cámaras una a una.
En ese momento, todo el colegio estaba desierto. Solo le llamó la atención una inquietante figura encapuchada vestida de negro que entraba en el baño de las chicas. La misma figura salió poco después corriendo, pero Axel la perdió al cambiar de cámara. Tuvo que sentarse para combatir los escalofríos, siguió revisando cámaras hasta que encontró al cadáver. Esa envuelto en una bolsa de plástico amarilla, tirado en medio del pasillo. Rebobino la cámara hasta antes de que empezara ese infierno. Theo Hawthorne entró en escena, andando rápidamente. Abrió su taquilla mirando cautelosamente a los lados, y una sombra lo agarró por la espalda y le clavó algo repetidas veces. Incluso para alguien como Axel aquello fue demasiado y tuvo que dejar de mirar. Cuando volvió a mirar, el asesino ya se había ido, pero la cara de Theo estaba desfigurada por unas macábras marcas. Un charco oscuro se formaba a su alrededor. Aceleró la grabación y apareció Wendy, que tropezó con el cuerpo de su hermano y se dio la vuelta, gritando y llorando. Después los profesores llegaban y cerraban el pasillo a los estudiantes, llevándose a Wendy a algún lugar desconocido.
-¿Eso era...?
La voz sobresaltó a Axel. Era June.
-Las grabaciones de las cámaras de hoy. El asesinato ha quedado registrado.
June parecía sorprendida, y confusa.
-¿Qué está pasando?- Era una pregunta abstracta, pero Axel sabía cómo se sentía y que quería decir.
Tenía que ser duro, era su primer día.
-No lo sé. Nadie lo sabe.
Su móvil hizo un sonido extraño y la cámara se apagó. Inmediatamente después le llegó un mensaje.
"No soy tan fácil de atrapar."
Axel y June se miraron.

Tras la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora