|10| Tú príncipe.

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-Él, era. Bueno, tenía treinta y cinco- los ojos de ambos se amplían y me miran absortos- yo trece y eso es todo lo que les diré.
Las quejas comienzan a hacerse presente y dos pares de manos me toman por el brazo, aparto a la niña y Jaron sacando una manta de mi mochila. La coloco sobre mis pies y llevo mi cabeza hacía atras agradecida de que la pequeña haya retomado su juego con la barbie en mano.

No puedo evitar hacer contacto con un par de ojos negros.

-¿Qué?

-Espero a que me cuentes lo que pasó.

-¿Qué te hace creer que pasó algo? Puede que solo haya sido un simple enamoramiento.

Su entrecejo se frunce, pero no dice nada. Vuelve a la posición anterior y suspira antes de comenzar a soltar pequeños ronquidos.

Mi mamá siempre dijo que aquéllas personas que roncan son aquellas que, no han descansado y se encuentran completamente agotadas o tienen problemas. Y he visto a este chico dormir, claro. Y puedo asegurar que esta cansado, además las ojeras debajo de sus ojos los delatan.

Saco mis auriculares y coloco uno en cada oreja cerrando los ojos, me siento relajada por primera vez en tanto tiempo. Y por primera vez es que verdaderamente me pongo a pensar que es lo que pasará al llegar a Boston.

Veré a mi padre, o como a mi me gusta llamarlo. Damon. Estos últimos años apenas he tenido contacto con él, solo me llama para felicitarme los días de mi cumpleaños. Y a decir verdad, este año ni siquiera se molestó en escribir un mensaje. No se exactamente que le voy a decir, pero estoy segura de que no saltaré a sus brazos ni mucho menos. Y espero que no me abrace, porque sino me veré obligada a corresponderle.

Por otro lado, mi nueva casa también es la de Jaron. Nunca viví con una presencia masculina y que él sea precisamente con quien lo haré no es del todo bueno. Por otro lado esta el echo, de que, será el unico hombre entre tres mujeres. No es que piense quedarme allí toda la vida. Mamá se va a recuperar y nos iremos a vivir quizas a un apartamento no muy lejos del centro.

El viaje se pasa rápido teniendo en cuenta que más de una vez estuve a punto de dormirme. Veo el cartel que indica que acabamos de entrar en Boston y sonrío.

-Jaron- sacudo con cuidado su brazo- oye, despierta.

Nada.

-Por favor... No me hagas gritarte- gruño pelliscando su muñeca sin recibir respuesta.

-Bésalo.- suspiro frustrada mirando a rizitos de oro.

-Pensé que estabas dormida o algo por el estilo...- supongo tratando de recordar su nombre, no me lo ha dicho.

-Alyssa- dice sonriendo- las princesas siempre despiertan con un beso ¿Por qué no pueden hacerlo los príncipes?

--Porque el no es un principe- digo entre dientes- es un muy horrible ogro.

Y tu tratas de conquistar al ogro.

-Entonces- se balancea cerca de mi- ¿Él no es tu novio?

-¡No!- grito haciendo que mi compañero de un pequeño salto en su asiento. Me mira desorbitado y tallandose los ojos, pasa una mano por su cabello llevandolo hacía atras y este obedece como si le hubieran echado gel.

-¿Por qué siempre que te veo estas discutiendo con ella?- sañala a Alyssa.

Me preguntaría porque diablos es que hacen tantas preguntas, pero una más y alguien saldra herido.

Miro a la niña con un pequeño puchero en los labios ¡Alguein me diga que no esta a punto de llorar por mi culpa! Antes de que diga algo le sonrío.

-A él le gusta de esta forma- digo refiriendome a la forma de despertarlo, claro, obviando el echo que Jaron casi echa humo por las orejas.

-Tú príncipe es raro- dice volviéndose a su asiento, su madre le llama la atención y se levantan a recoger las maletas.

Hacemos lo mismo, evito mirar Jaron. Esta callado y todavía no me ha dirigido la palabra para otra cosa que decirme dónde debemos ir para bajarnos de aquí.

-Si no te molesta tomaremos un taxi e iremos a la universidad antes de "nuestra casa"- hace comillas en él aire fingiendo una sonrisa.

Asiento conforme con su idea, me gusta el echo de poder acompañarlo.

Agh. La culpa.

Como ha sido desde que nos bajamos de la grúa en aquel aeropuerto, desendemos del taxi después de pagarle y quedarnos casi sin dinero con todas nuestras maletas. Me duelen los brazos de tanto ir y venir con estas cosas.

Miro el gran edificio delante de nosotros, los estudiantes entran y salen cargando montones de libros, yendo de aqui hacía alla. Apenas he visto pocas parejas y lo que más dominan son los grupos de amigos sentados sobre el césped debatiando diferentes temas.

El chico junto a mi suspira cerrando los ojos, y puedo ver como agradece el estar aqui. Lo dusfruta. Y a pesar de eso la expresion de cansancio no deja su rostro.

Tomo su brazo sosteniendo con mi otra mano dos maletas como puedo, caminamos por los pasillos con las miradas puestas en ambos. No entro, me detengo y con la mirada de digo suerte.

Jaron asiente y deja sus cosas sobre el piso antes de tomar unos papeles y desaparecer por una gran puerta de madera.

(...)

-Sky.

Ay no...

-Alyssa- sonrío bloqueando el sol con mis manos para mirarla mejor- que casualidad encontrarte aqui...

Después de esperar diez minutos en el pasillo me di cuenta que eso llevaría más tiempo y pedí ayuda a uno de los alumnos para que me ayudase a cargar con las maletas. Y aquí me encuentro, rodeada de extraños, nueva en Boston y con una niña que me persigue desde la estación.

-¿Qué haces aquí? -me aventuro a preguntar para matar el tiempo.

-Mi mamá vino a ver mi hermano, sus amigos son raros y comenzaron a hacer cosas extrañas con mi muñeca- alsa la Barbie rubia por los aires- así que me dieron permiso de venir aqui. Con mi amigo.

-¿Amigo?¿Qué amigo?

-El es timido- dice en un susurro- pero muy guapo, y puede hacerse invisible.

Lo que me faltaba, esta loca ¡Esta chica esta loca!

-Un amigo imaginario- digo.

-No, él no es imaginario- parecía furiosa- mi príncipe es real.

-Lo que sea.

Mi vista se desvía a lo lejos observando aquel chico que camina en nuestra dirección con ambas manos en los bolsillos y la cabeza colgando de sus hombros.

Y no hizo falta que diga nada, sabía lo que había pasado.

-Creo que tendré que seguir buscando.

Seducelo, Enamoralo & Rompelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora