Día del baile...
Eché un último vistazo al espejo del terminado he hice una mueca, el vestido estaba hermoso y el peinado lo estaba aún más. Hace tanto tiempo que no me veía así.
-Estas hermosa- mamá apoyó su menton en mi hombro sin dejar de mirarme con sus ojos aguados.
-Claro que lo esta- Hally se asomó sonriente- es mi vestido. No olvides decirle eso a los demás- me guiñó un ojo antes de seguir retocando su maquillaje.
-Si sigues así terminaré por abandonarte incluso antes de que entremos- Gin miró divertida a Hally, quien le sacaba la lengua.
-Bien, no se vayan sin antes tomarles una foto- mamá salió de la habitación canturreando.
Solté un largo suspiro y apoye la mano sobre mi vientre, no podía dejar de sentir un fuerte hormigueo en el con solo pensar que vería a Jaron después de tanto tiempo.
-Será la noche mas épica de todas- Gin jugó con mi cabello unos segundos, enrrollandolo y dejandolo repetidas veces- no puedo creer que ya iremos a la Universidad-sus ojos rodaron por el aire y solté una pequeña risita.
-¿Listas?- pregunté observando a ambas y asintieron.
En realidad, no había apuro alguno. Teníamos tiempo de sobra, pero contando que nos esperaba una sesión fotográfica por parte de un grupo de madres alocadas en mi sala era mejor ir apresurandonos.
Después de tantas fotos puedo jurar que mis ojos comenzaron a ver destellos de luz en todos lados, maldito flash. Lo odio. Sin embargo Hally seguía posando de distintas maneras. Las manos en la cadera, su espalda inclinada y mirando hacía atrás.
Esta chica era genial.
-Sky- me giré a Maron que sostenía una horquilla en su mano, me la tendió y estiré mi brazo para que pudiera colocarla- lamento que no sea mi hijo quién te la de.
-No te preocupes- intente calmarla y de alguna forma a mi-¿No ha llamado?
Negó con la cabeza y asentí.
Pasaron unos minutos hasta que nos subimos a la camioneta y Gin comenzó a conducir, en todo el viaje no dejamos de cantar y hablar sobre que nos esperaba. A mitad de camino se nos detuvo el vehículo y tuvimos que pedir ayuda para llevarlo a la gasolineria.
Maldita Gin.
En fin, llegamos sanas y salvas. Todas intactas y aún presentables. Nos tomamos de los brazos, Gin a la izquierda y Hally a la derecha dejandome en el medio. Era una sensación extraña dado que no hace mucho ni siquiera podía hablar de manera descente con Hally. Pero en fin, la sensación no duro mucho porque Nick se llevó a Gin dejandonos a ambas solas.
-Esto es aburrido- me apoyé en la mesa observando a todos bailar.
Había pasado una hora en la que la única amiga que me quedaba fue escoltada por un bello futbolista a la pista- sarcasmo- en realidad fue uno de los más genios de la clase. Nerd.
-¿Que dices?- desvíe la vista al chico que estaba junto a mi sirviendo una bebida, este me miró como si estuviese loca antes de salir con tres vasos en mano- yo digo que deberían cambiar la música- susurré para mi misma.
En la pista se podía apreciar la mitad de alumnos bailando y la otra sentada o quizá fuera haciendo cosas cochinas.
Oh, y Lidya. Menuda coincidencia, levanté el vaso en su dirección y me regaló una pequeña sonrisa antes de continuar bailando con su pareja.
Me giré a la mesa comenzando a sacar bolitas de chocolate ¿Qué mas podía hacer si no?
-¿Esto tiene alcohol?
Oh.
Santa.
Teresa.
Dios.
María.
Yesus.
Su mano se estiró cogiendo el vaso que había dejado para olerlo.
-No creo que quiera estar ebrio- rió entre dientes aún sin mirarme- hay una ch...- levantó la cabeza justo en el momento en que comencé a retroceder y puedo jurar que su boca se abrió tanto que podría ser una nueva candidata a pista de baile.
Su vista viajo de abajo a arriba deteniendose en mi rostro y lo observé tragar saliva antes de hablar.
-Sky... Tu- comenzó a tartamuedear- estas... Digo, creo... Algo diferente,tu... Tu cabello- señaló su cabeza.
- Es castaño- llevé una mano a el esperando a que le gustara.
-Si...
Sus ojos no se despegan de los míos y las mariposas en mi estómago comenzaron a crecer más y más. Estaba verdaderamente guapo en traje y con el cabello revuelto.
-Estas aquí- dije después de un largo e incómodo silencio.
-Si- su expresión de asombro cambió a una fina y larga linea en sus labios y supe lo que se venía a su cabeza.
-Debemos hablar- dije antes de que se le ocurriera escapar y señale a la pista de baile.
Asintió y caminamos adentrandonos a ella, la música no era lenta y el no hizo el intento de agarrarme así que yo tampoco lo pensé. Comenzamos a movernos con una cierta distancia entre nosotros.
-Debo explicarte muchas cosas- comencé- lo que dijo Mike no era...
-Lo sé todo- me cortó y fruncí mi ceño- Mike me llamó unos días después para disculparse- una sonrisa divertida se asomó en sus labios- ¿Victor y Will?
Sentí mi rostro arder y asentí.
-Gin fue la culpable.
Otra canción comenzó a sonar y estiró su mano, la cual acepté. Mientras que apoyaba la otra en su hombro.
Hace tanto no lo tocaba... Ni sentía su aroma.
-¿Por qué no volviste entonces?- la pregunta se escapó de mis labios y aunque deseé nunca haberla hecho me mantuve firme esperando a una respuesta.
-No tenía motivos- respondió y desvíe la mirada- no es porque haya dejado de sentir lo que siento por ti- lo oi bufar- tu me pediste espacio.
Mis ojos se conectaron con el negro de los suyos y sentí un pequeño nudo en mi garganta.
-¿Y eres tan estúpido como para creer que lo decía de verdad?
Negó.
-¿Y Lidya?
-Prima lejana- sonrió- de hecho ahora mismo esta bailando con su novio- miró por sobre mi hombro.
-No puedo creer que hace tan solo algunos meses no dejaba de repetirme en mi cabeza: seducelo, enamóralo y rompelo y ahora...
-Cumpliste con tu plan- me interrumpió- Me seduciste, algo que falló un poco pero en fin. Terminaste enamorandome y al final rompiste mi corazón dos veces- dijo y sentí una punzada en el pecho- por cierto, estas hermo...
-Te amo- susurré lo suficiente alto como para que me escuchara.
Sus ojos parecían perdidos, clavé mis dedos en su hombro sintiendo la piel debajo de su traje y di un pequeño empujón en mi dirección para poder besarlo, no se negó y pude sentir el alivio recorrer mi cuerpo cuando su mano en mi cintura se presionó juntando su pecho con el mio.
Se sentía tan bien poder besarlo, y aunque solo fueron unos segundos bastó para que recuperara todo aquello que creía perdido.
-Te extrañé tanto- volví a juntar nuestros labios.
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Seducelo, Enamoralo & Rompelo.
Roman pour AdolescentsLos colores no son para tontos, son para aquellos que sueñan sus aventuras y se aventuran por sus sueños. #894 Novela juvenil. (Es tan lejos pero nunca en la vida me pasó )