|42| Últimos tres meses.

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Desperté sintiendo un dolor en el lado izquierdo de mi torso, me moví con cuidado intentando llegar al maldito vaso de agua.

-Ya- dije mordiendo mi labio inferior- estúpido vaso.

¿Es que no había ninguna maldita enfermera en este maldito hospital?

-Creo que no estoy de buen humor- susurré recargando mi cabeza sobre la almohada. Rendida.

-Ya veo- esa voz...

-Mamá- dije volviendo abrir los ojos, estaba apoyada en el marco de la puerta y por su expresión podia deducir que estaba enfadada- que bueno verte.

-Ni tu te lo crees.- dijo caminando hasta llegar a la silla junto a la camilla.

-En parte es cierto.

Pero a decir verdad, algo en mi si se alegraba de volverla a ver, radiante como siempre. Pero con unas cuantas ojeras debajo de sus ojos. Y eso solo me aseguraba que no había podido dormir.

-Sky...- suspiró algo cansada llevandose una mano a su cabeza, cerró los ojos- esto no puede seguir así.

La puerta se abrió y por ella entró Maron, me sonrió como si nada hubiese pasado y se acomodó cerca de mamá. Una escena que sin duda se convirtió en algo raro ante mis ojos.

-Estuve pensando... No quieres hablar con tu padre, ni siquiera verlo. Nuestra boutique ha ido lo bastante bien y ha sido solicitada en otros lugares, podemos volver a casa- dijo con una pequeña sonrisa en su rostro ¿Volver a casa?

Volver a casa seguro que era una de mis mejores opciones hace tiempo ¿Pero ahora? Es decir, tengo a mis nuevos amigos, haya solo me queda Tyler. No quiero dejar a Gin o Nick.

No quiero dejar lo que comencé.

-Y se lo incomodo que te resulta mi relación con Maron- una lágrima escapó de sus ojos y la mujer junto a ella tomó su mano, sentí mi estómago revolverse- así que sólo nosotras volveremos.

-¿Ah?¿Esta diciendo que ella y Jaron se quedarán?

Estaba absolutamente equivocada si pensaba separarme de él, no me iría de aqui. Ya no solo se trataba de los demás, no queria dejarlo.

-No.

-¿Entonces?- pregunté.

-Sky...

-¿Entonces?- repetí la pregunta y suspiró algo fastidiada.

Esta vez fue el turno de Maron de hablar.

-Mi hijo y yo iremos a New York, lo aceptaron en una de las mejores universidades- dijo seria, aunque, podía notar su tono de orgullo.

Quedé perpleja, ¿New York? Jaron no me lo había dicho, pasamos toda la noche juntos y no me lo dijo. Eso significaba una cosa, nos alejariamos aún más, y apenas si podía hacer algo ¿Es que acaso no pensaba en mi?

La puerta se abrió y un hombre en bata entró con una libreta en mano, miró con ternura a las mujeres en la sala y les pidió amablemente que se retiraran para hacer unas pruebas. No puse resistencia, al fin y al cabo quería estar sola.

-Bien- el doctor me pidió ponerme en pie, un pequeño mareo casí me hace caer. Por suerte el fue más rapido- tendrias que comer algo- revisó mis pupilas- llevas aquí desde hace unas diez horas- tocó la parte vendada de mi cabeza y tiré de mi blusa, no puedo creer que haya dormido tanto. Agradecí que no se hubieran desasido de mi ropa- pero estas bien- concluyó y asentí- hay un chico esperando por ti fuera- dijo.

-Genial- susurré.

Escribió algo en su cuaderno, me tendió una cajita con una frutilla dibujada en su parte delantera y sonrió como si fuera una niña.

Espere a que se retirara para servirme un vaso de agua, la camilla junto a mi estaba vacia y el gran ventanal daba a la calle muy transitada. No quería pensar en lo que pasaría, pero sabía que tenía que hablarlo con él en cuanto oí la puerta de la habitación cerrarse.

Unas manos rodearon mi cintura y me apoyé en su pecho.

-¿Cómo estas?- preguntó dejando en beso en mi mejilla.

-Viva- respondí- estaré bien.

-No debí haberte dejado.

-Ninguno de los dos sabía lo que pasaría.

-Aún asi.

El silencio de prolongó en la habitación y giré a verlo, sus negros ojos me recorrieron el rostro y se detuvo en mis labios

Intentó besarme.

-Jaron- lo detuve- ¿Por qué no me has contado de la universidad?

-Lo sabes- su pregunta sonó más a como una respuesta.

-Si- fue lo único que se me ocurrió decir.

-Pensaba decirtelo.

-Pero no lo hiciste- sentí mis ojos arder, la sola idea de perderlo me lastimaba- ¿Sabés que mamá piensa volver a casa?

Por su expresión pude adivinar que no.

-Pe...

-Si Jaron- lo interrumpí- ¡Todo un día y no me lo dijiste!

-¿Van a volver?

-¡Jaron!- giré sintiendo un fuerte dolor en mi cabeza- ¡New York!¡Y no me lo dijiste!

Sus labios se presionaron y una chispa atraveso sus ojos.

-¡Tal vez si no hubieras metido la pata y arruinado mi entrevista no tendrias que preocuparte tanto!

Sus palabras me dolieron. Lo hicieron, y pude sentir una lágrima deslizarce por mi mejilla.

-Yo no quice...

-Claro- sonreí con sorna- no quisiste decirlo, pero lo hiciste. Y es lo que piensas.

-Pinky...

-¡Pensé que lo habias superado!

-¿Alguna ves aunque sea solo una te interesó lo que pensaba?- preguntó tomandome por sorpresa.

¿Qué tan mala persona fui? Pensé.

-Solo te preocupas por ti misma, ¿Has pensado si esto es lo que verdaderamente quiero?

-¿Es importante para ti?- pregunté y su silencio lo dijo todo- pues bien, te felicito- dije con toda seguridad- que bueno que... Que es ahora, y no he llegado enamorarme, todavia.

-¿No?

-No- mentí.

Me senté sobre la camilla pensando en que haría estos tres ultimos mese con él.

Seducelo, Enamoralo & Rompelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora