-No puedes simplemente mentir- dijo Maron riendo- Ellos lo sabran pronto- nos miró a ambos- planeamos una fiesta de inaguración, algo económico, que este a nuestro alcance.
-Creo que es buena idea -picotee mi ensalada con el tenedor.
-Me alegro mucho- siguió Jaron.
El calor se acumulaba en mis mejillas tornandolas de un color rojo cada que sentía su mirada sobre mi, trataba de evitar el contavto visual y apenas pude responder a los temas de conversación.
Mi lista de opciones no era muy larga que digamos, estaba entre encarar a Jaron y que me de una explicación o ignorarlo más que antes.
Hace unos cuantos años, cuándo aun estaba en casa, solía ir todos los viernes a la biblioteca y escoger un libro diferente. Claro que a la siguiente semana debía devolverlo, porque solo prestaban libros, ojala y hubiera podido tener dinero para comprarlos. Pero no. El punto es que en aquellos viajes conocí a un chico, era lindo, eso no se podía negar.
-Te estaba esperando.
Era su frase cuando doblaba la esquina y mis ojos chocaban con los suyos, a él le gustaba la fantasía y a mi los libros romanticos. Era gracioso, hicimos un pacto y durante un mes leimos libros que el otro recomendaba. Y me encantó, leí una saga que trataba de un mundo mágico, una escuela un tanto diferente a la mía, chicos con capas y varitas. A él tambien le emocionaron mis libros, nos reuníamos en una cafetería cerca de allí para discutir sobre ellos, un día me besó, fue mi primer beso y luego de eso escondí mi rostro con la portada de El bosque de los corazones dormidos y corrí lejos de él.
Pasó una semana entera en que lo ignoraba y no podía dejar de pensar en aquel mágico, suave y perfecto beso. Un mes, tres meses hasta llegar a los cuatro. Tuve que asistir a la biblioteca, ya habían llamado mas de quince veces pidiendo que devuelva el bendito libro y me di por vencida. No lo ví, ni tampoco los otros días. Hasta ya me sentaba en su lugar esperando a que llegara. Nos encontramos al año siguiente y ninguno de los dos se atrevia a romper el hielo.
Pero un día martes le grité y el respondió. Luego de eso comenzamos a pasar tiempo juntos y Tyler se convirtió en mi mejor amigo. Pero Tyler ya no leía.
Bufé con la mano apoyada sobre la mesa y mi cabeza en la palma, tomé agua y miré a Maron y Jaron. Wow, ambos terminan en Aron. Lindo nombre, Aaron.
-Ya- mamá tiró sus cubiertos y me miró con una ceja enarcada- ¿Que sucede?
Miré a ambos lados y me señale- ¿Yo?- asintió- no entiendo de que hablas- dicté desviando la mirada.
-Eso... Estas, miras a todos lados y llevo tiempo hablando contigo y ni me has respondido.
-Lo siento- me encogí en la silla.
-¿En que estabas pensando?
-Beso- respondí casí de inmediato y sentí el peso de una penetrante mirada sobre mi- mi primer beso, ¿Lo recuerdas?
-Claro- mamá entorno los ojos no tan convencida- no dejabas de hablar sobre él, sera que lo extrañas.
-Seguro- limpié mi boca- iré a llamarlo- dije poniendome de pié tratando de evitar seguir en ese lugar.
-Voy a terminar mi tarea- levanté la vista observando como Jaron abandonaba su lugar y comenzaba a caminar, mis pies se movieron nerviosos pero termine caminando sin dejar de oir sus paso detras de mi.
Abrí la puerta de mi habitación y antes de que pudiera cerrala una mano la abrió.
-¿Que haces?- miró su mano y después se volvió a mi cruzando ambos brazos.
-¿Nos acabamos de besar y tu solo piensas en Tyler?
-Yo... ¿Qué tiene?
-Dime que no hablas enserio- dijo casi suplicando- ¿Por qué pensabas en él?
-Ni modo que les dijera a nuestras madres que nos besamos en el pasillo, a la mañana siguiente que besara otro chico cualquiera en una fiesta- me alejé de él, que por alguna razon se había acercado demasiado.
-Mierda- movió la cabeza- ¡Yo era él de la fiesta!- dijo confirmando mis sospechas.
-¡Mentiste!- grité y me acerque para golpearlo en el pecho- me hiciste creer que estaba loca.
-Por lo menos no pienso en otra persona cuando estoy besando a alguien completamente diferente- se defendió.
-¡No estaba pensando en Tyler cuando te besé!- dije tratando de liberar mi muñeca que se encontraba prisionera entre sus manos.
-¿Entonces qué estabas pensando?- me empujó hacía su cuerpo.
Trague saliva.
-Yo...
-Tu...- achinó sus grandes y perfectos ojos- ¿Qué sentiste cuando te besé?
-Tus labios- respondí y rodó los ojos algo irritado.
¿Que sentí? Sentí como un mundo nuevo se formaba luego de unir dos piezas perdidas, nuevas sensaciones y sobre todo el deseo de volver a tocar sus labios y hacer el viaje más largo del mundo en solo centesimas.
-Por tu sonrisa espero que sea una buena respuesta- mis labios de enderezaron y volví a la realidad encontrandome con un divertido Jaron. O era lo que parecía- Pinky...
¡No podía pensar así de él, solo quier jugar conmigo!
-¿Cuando vas a dejar de llamarme así?- dije acercandome a él.
-Cuando me canse de tí- respondió- es bueno saber que soy el único que puede llamarte asi- su nariz chocó con la mia.
-¿Qué estas haciendo?
-Solo quiero ver quien tiene la frente más grande- me separé de él propinandole un golpe en el brazo .
-Ja, ja, ja- fui a mi cama y me tiré sobre ella- cierra la puerta cuando te vallas.
-Esta bien.
Tomé mi teléfono y comencé a marcar tratando de evitar su mirada.
-Sky- al tercer tono.
-Ty- observé la puerta siendo cerrada- ¿Como estas?¿Bien? Me alegro. Ayer fui a una fiesta.
Suspiré tomando aire.
-Ya, sueltalo.
-Besé a Jaron- dije odiandome por ser tan obvia.
-Esto es...
-Si, loco.
-¿Y que te dijo?
-Nada.
Miré mis zapatillas y las quité, pronto caería dormida.
-Recordé mi primer beso- fui sincera.
-Nuestro- corrigió haciendome sonreir.
-Eras un nerd- dije risueña.
-Claro que no, no usaba gafas.
-Nerd- repetí.
-Chica rara.
-Lo prefiero antes de Nerd.
-Ya, ¿Me diras lo que sentiste?
Suspiré agotada y comencé a narrar los echos hasta quedar dormida aun en linea .
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Seducelo, Enamoralo & Rompelo.
Teen FictionLos colores no son para tontos, son para aquellos que sueñan sus aventuras y se aventuran por sus sueños. #894 Novela juvenil. (Es tan lejos pero nunca en la vida me pasó )