El tiempo se hizo más lento mientras que sus ojos no dejaban de ir de aquí hacia allá. No quería mirarme y de eso estaba muy segura. Su semblante se tensó y luego relajó hasta terminar por dar una fuerte bocanada de aire antes de cortar.
En estos momentos estoy preguntandome que es lo que convirtió a Julie mi mejor amiga.
Me miró.
-Lo siento tanto- terminé por decir dejando caer mi cuerpo sobre el piso, apartando mis ojos de los suyos oscuros y fulminantes. Sentí mis ojos arder y tragué saliva- enserio lo siento, no estaba pensando en aquel momento y... Te juro que no sabía lo de la entrevista.
-Es por eso que insistías tanto en llegar a tiempo- susurró uniendo piezas. Asentí- y en todo este tiempo, ni siquiera me lo has dicho- el sonido del agua me hizo levantar la cabeza, apoyó todo el peso de su cuerpo sobre los codos para impulsarse y así salir del agua, la cual cayó por los costados. Se apartó el cabello húmedo de los ojos y me miró desde arriba.
-Espera- lo tomé de su muñeca.
-Me dijo lo del plan ¿Enamorarme?¿Enserio?- movió la cabeza hacía los costados en signo de desaprobación- y yo confesando lo que siento, sabía que esto sería estúpido- sonrió triste y comenzó a caminar en dirección a la casa.
Tuve aquel pequeño momento en el que mi cabeza no dejó de dar vuelta con respecto al asunto, podía perseguirlo pero sabía que, aunque no haya reaccionado de la manera que yo esperaba tampoco estaría dispuesto a escucharme.
Peor que enojado, estaba decepcionado. Y lo podía ver.
No podía llorar, porque había sido yo quien provocó todo esto. Odiaba a Julie, si, pero más me odiaba a mi por no haber detenido esto cuando pude. Por no haber escuchado.
Una lágrima resbaló involuntariamente de mi ojo y me puse de pié antes de ser atropellada por alguien, más de uno desvió los ojos en mi dirección de camino al interior de la casa de Nick. Inconscientemente lo busqué con la mirada y al no encontrarlo corrí escaleras arriba buscando el cuarto de esta tarde. Abrí la puerta y la cerré de inmediato cuando vi dos bultos sobre ella.
Había encontrado a Gin.
Mis pies se movieron por el pasillo hasta llegar al baño, me escondí en el con la cabeza entre rodillas y comencé a murmurar en busca de ayuda. Mi cabeza no dejaba de dar vueltas y comenzaba a doler, este no era mi lugar, yo no pertenecía aquí y las enormes ganas de ir con él me consumían.
Jaron si significaba algo para mi, lo sabía.
El tiempo pasó más lento de lo que esperaba y para cuando la música se apagó la puerta ya había sido tocada unas treinta veces.
-¡Se que hay alguien allí dentro. Ya, déjenme entrar!
Mi cuerpo envió señales al cerebro al mismo tiempo en que la voz de Gin no dejaba de protestar, automáticamente estiré mi brazo a la manija girando la llave.
-Al fin, pen... ¿Sky?- mis ojos subieron hasta su rostro, tenía apenas el maquillaje corrido y una coleta adornaba su cabello- ¿Estas bien?
Asentí dejando escapar unas lágrimas.
-El lo sabe- no reaccionó al instante, su mente tardó en recibir la señal y cuando lo logró su boca se abrió sin decir nada.
-¿Tu se lo has... dicho?
-No- sorbí mi nariz- fue Julie.
-Maldita perra- se apartó caminando al retrete- puedes mirar a otro lado- así lo hice- ¿Qué haces aquí?
-Escondiéndome.
-¿No se supone que tendrías que estar tratando de arreglar las cosas con Jaron?
Me encogí de hombros.
-El seguro debe de estar odiándome.
-¿Cómo lo sabes?
-¿Sabés? -llevé una mano a mi brazo para entrar en calor- sus ojos parecían... Parecían como si estuvieran trasmitiendo miles de sentimientos a través de ellos, y sobre todo decepción ¿Si en realidad le gusto?
Gin quitó sus zapatos cansada y se sentó junto a mí.
-Si en verdad le gustas y te gusta, lo tendrías que buscar. Sky, allí sentada no harás nada.
-Tienes razón- me pusé de pié para ayudarla a levantarse, fui al fregadero y lavé mis manos- tengo que pedirle perdón.
Mi sonrisa se esfumó al instante en que miré mi rostro en el espejo.
-¿Y si no me perdona?- los ojos de Gin se revolearon y tomó mis hombros llevandome a la salida.
-No seas tan insegura.
-Esta bien- salí, después de varias horas, de aquel baño.
Las luces de colores ya no estaban y el ruido había cesado, los pasillos estaban repletos de papeles y vasos descartables. Tuve que caminar en punta de pié para no pisar vómito. En todo momento Gin estuvo detras de mi con una mano en la espalda para señalarme el camino, llegamos a la cocina donde un Nick ebrio trataba de encontrar algo en el sillon.
-¿Jaron?- pregunté.
Lo pensó unos instantes sin mover ni un musculo y después volvió a lo suyo.
-No lo sé, lo ví hace unas horas. Estaba enojado, casi golpea a unos de mis primos. Lo envié a tomar una ducha y no lo volví a ver.
El alivio de que no se haya ido sin mi se instaló en mi interior. Miré a Gin y le hice una señal para que me acompañe pero esta se negó señalando al chico en frente de nosotras con una pequeña sonrisa, asentí y comencé a caminar por todos los lugares.
Lo encontré en una habitación apartada de las demás, pero ya era tarde.
Su cuerpo estaba desnudo, con solo una única toalla cubriendo partes de él. Se encontraba tendido sobre la cama con ambos brazos abiertos y los ojos cerrados, sus labios estaban separados y el cuerpo de elevaba pocos centimetros para volver a bajar lentamente. Lucía tan bien dormido.
Quité mis zapatos y los tiré a un lado, me acerqué a la cama apoyandome en el respaldar dispuesta a esperar que despierte.
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Hello -.-
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Seducelo, Enamoralo & Rompelo.
Teen FictionLos colores no son para tontos, son para aquellos que sueñan sus aventuras y se aventuran por sus sueños. #894 Novela juvenil. (Es tan lejos pero nunca en la vida me pasó )