La lluvia caía sobre mi empapando mi cabello, tenia el rostro completamente mojado y la vista clavada en el estacionamiento. Unos brazos rodearon mi cuerpo tomándome por sorpresa y escondí mi rostro en la curvatura existente debajo de su cuello, respiré hondo y agradecí tenerlo junto a mi.
-Estoy mojada.
-Lo sé- dijo algo obvio.
Eche la cabeza hacía atrás y lo miré a los ojos.
-Y tu estas aquí- susurré mordiendo mi labio inferior con un poco de fuerza, sentí mis ojos aguarse y volví abrazarlo.
Este era ese momento exacto en que lo necesitaba, necesitaba estar a su lado y que el estuviera al mio.
-¿Por qué no has entrado?- preguntó tendiéndome su chaqueta.
-El que entre no cambiará nada, solo hará la espera más larga- miré los vehiculos pasar junto a nosotros.
-Entonces podemos ir por un café- sugirió y negué con la cabeza.
-No tengo hambre.
Jaron miró hacia todos lados y algo vacilante se volvió hacía mi. No pude evitar reparar en la camiseta pegada a su cuerpo y el cabello negro que le salia por detrás de la orejas, se veía realmente bien.
-La última vez que hablamos peleamos- dijo de repente.
-Fui una estúpida- las palabras fluyeron de mi boca y no me arrepentí-pero... Te irás tan lejos y yo- deje caer mi cuerpo sobre el pavimento con los pies extendidos en la calle, se sentó junto a mi- no se como es que estoy pensando esto- reí- hace algunos meses rogaba porque te tragara la tierra y ahora prácticamente no se que hacer.
-Pide que me quede- su voz sonó segura.
Negué sintiendo su brazo rodear mis hombros.
-Es tu sueño, no puedes dejarlo por mi ni por nadie.
(...)
Habían pasado tres semanas en la que mamá había estado en el hospital, realizando estudios tras estudios y recuperándose de una quebradura de muñeca, no hace falta decir que estuve todo el tiempo a su lado. Luego de que despertara y los médicos dejaran recibir visita, Maron tuvo la consideración de concederme algunos minutos a solas con ella. Donde deje caer mi cabeza sobre sus piernas pidiéndole perdón.
No falte a clases, no cuando solo quedaba poco tiempo, los preparativos del baile ya habían comenzado y estaba algo ansiosa, tanto que casi tiño mi cabello de color naranja.
-Esto es aburrido- dijo Gin picando su almuerzo- la vida es aburrida, debería estar escalando alguna montaña o saltando de aviones.
Nick la miró con una sonrisa y besó su mejilla, mis ojos se dirigieron al grupo junto a nosotros, donde Jaron envolvía con su brazo a una chica rubia.
No habíamos hablado mucho desde aquella noche en la que decidí que ya no podíamos seguir juntos, las cosas entre nosotros estaban bien o eso creía. No podía evitar sentir aquella opresión en mi pecho cada que lo veía con otra, pero si no podía soportar estar cerca de el sin sentir como si algo me faltara ¿Que iba a quedar cuando se fuera?
-Estuve pensando en diseñar nuestros propios vestidos- Gin me miró bebiendo agua- piensa, serán únicos.
-Eso pensaba- Hally llegó junto a nosotros y tomó asiento sin reparar en la presencia de Nick, sacó un cuaderno y nos mostró unos diseños fabulosos- son míos- dijo algo entusiasmada.
-Son buenos- Nick estiró su cuello, Hally cerró su cuaderno y le regaló una mirada fulminante.
-Esto es asunto de chicas.
-Gin- protestó.
-Eso es verdad, tu ve con Jaron, no encontraremos luego para ir al bar.
El chico rodó sus ojos y se puso de pie dejándonos solas sin protestar.
-Es algo molesto.
-Me gusta el azul- fueron mis palabras.
-No creo... no creo que vaya bien con tu color de cabello ¿Sabes?- Hally pasó varias hojas hasta llegar a uno negro con blanco- este iría bien contigo, no te tienes que preocupar, no resaltará tu palidez. Lo hice esp...
-El azul- dije segura y se encogió de hombros restandole importancia.
El día pasó rápido, como lo ha hecho desde hace tiempo y nos encontrábamos en la camioneta de Nick yendo a el bar de sus padre a jugar bolos ¿Desde cuando Jaron utilizaba nuevo perfume?
Me aparté de el pegándome a la ventana, no quería correr el riesgo de terminar con mi nariz pegada a su cuello. Tal vez entre a su habitación cuando no este y robe su bot...
-Mierda- susurré haciendo que girase su cabeza en mi dirección.
-¿Que sucede?
-Nada- evité mirarle los ojos, pero así mismo pude ver un atibismo de sonrisa en sus labios ¿Se la estará pasando tan mal como yo?
.-¡Llegamos!- Gin fue la primera en bajar con el coche aun en marcha y no dude en seguirla por detrás.
Cruce mi brazo con el suyo y caminamos dejando a los chicos atrás.
-Me siento cansada.
-¿Cansada de tenerte que resistir las ganas de besar a Jaron?- su pregunta me tomó por sorpresa y la miré incrédula- no lo niegues, he visto como estabas en el camino. Siempre lo buscas con la mirada por los pasillos e incluso te sonrojas solo cuando te mira.
-Eso no es verdad.
-Tendrías que aprovechar este tiempo, Sky. El se irá y créeme que te vas arrepentir cuando ya no este.
-No quiero enamorarme- admití.
-Ya lo estas.
-Chicas- ambos amigos aparecieron por detrás, miraron mi rostro y Nick soltó la pregunta- ¿Ha pasado algo?
-Sky tiene problemas de chicos- puso su mano sobre mi hombro- resulta que el lunes tuvo una cita y Will no ha dejado de llamarla.
¿Quien carajo era Will?
-¿Quien?- el pelinegro se cruzó de brazos levantando una ceja.
-Ya saben... la nueva conquista de Sky.
-Ah.
El rostro de Jaron se contrajo y se excusó diciendo que iría por los calzados.
-¿Ves?- la voz de mi amiga hizo eco en mi mente- el tampoco lo ha superado.
Una sonrisa se formó en mi rostro y negué divertida sentándome en una de las bancas, saqué mi teléfono asegurándome de enviarle un texto a mama preguntándole como iba todo.
El tan conocido, odiado y amado aroma llegó a mis fosas nasales, luego de un tiempo mirando la pantalla con el paisaje de Venecia, cuando se sentó junto a mi. Levanté la mirada encontrándome con un par de ojos negros esperando a que recibiera el par de calzado.
-Gracias- susurré sintiendo mi rostro arder.
Maldita Gin, tenia razón.
-Así que Will, ¿Eh?- echó su cuerpo hacia atrás atando los cordones.
-¿Que?- pregunté sacando mis botas.
-El chico, de las llamadas ¿Con el estabas hablando?
-Ah- dude unos segundo antes de responder- si, creo que tengo una cita.
-Que bien- bajó la voz- Lidya vendrá. Espero que no te haya molestado que la invitara.
¡¿Lidya la rubia?!
-Espero que no te haya molestado que invitara a Will.
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Seducelo, Enamoralo & Rompelo.
Roman pour AdolescentsLos colores no son para tontos, son para aquellos que sueñan sus aventuras y se aventuran por sus sueños. #894 Novela juvenil. (Es tan lejos pero nunca en la vida me pasó )