- ¿Quieres pasar conmigo el resto de nuestras vidas? - estaba de rodillas sosteniendo la pequeña cajita entre sus manos.
- Sí, quiero.
- ¿En serio?.
- Es lo que más deseo en este momento...
Días antes...
- Te he dicho que no, Jorge.
- Que si vas y punto.
- No y no. No voy. ¿Qué pinto yo allí?
- Lo mismo que yo... ¿Trabajadores de Ferrari?, por ejemplo.
- Ya, ya lo sé. Pero no voy Jorge... no me apetece verlo. Cuánto antes mantengamos la distancia mejor.
- Me parece muy fuerte que te niegues a ir a un evento tan importante como la Gala de la FIA por un tío.
- No es un por un tío. Es por mí. Me hará daño el vernos y si lo puedo evitar mejor.
- Me da igual lo que digas. ¡Tu vas y punto!
- ¡Que no voy Jorge ya! ¡No insistas!
- Chicos... ¿se puede saber que os pasa? - dijo mi madre asomándose a mi habitación. - Llevo un rato escuchando como discutís.
- Tu hija, que no quiere ir a la Gala.
- Ya, ya lo sé... pero es su decisión y la respeto.
Miré a Jorge y le torcí el labio a modo de: "¡Toma! Mi madre me da la razón a mí."
- Me habéis obligado a hacer algo que no quería hacer...
Jorge cogió su teléfono, tecleó algo y lo puso sobre la cama. Pulsó la opción de manos libres y enseguida escuchamos los tonos de llamada.
Al tercero descolgaron.
- ¡Jorgito! ¿Cómo estás cielo?
- Hola Blanca... estás en manos libres. ¿Te pillo en mal momento?
- Le estaba dando el pecho a Guille.
- Entonces te dejo.
- No, no... si Guille se puede pasar una hora en cada teta, así que tengo tiempo de sobra.
- Perfecto entonces, iré al grano. Diana no quiere ir a la Gala. La tengo aquí al lado.
- ¿Cómo? Diana... ¿en serio?
- Hola Blanca... no, no quiero ir y no me apetece.
- ¿Pero por qué? No será por...
- Sí, es por el ninja. - se apresuró Jorge.
- No tengo ganas de verlo Blanca. Quiero que llegue Febrero y que todo esto haya pasado.
- Pero Diana... vais invitados como miembros de Ferrari. Es una gran oportunidad. Lo pasaremos bien. Además, los pilotos se ponen en las primeras mesas con los peces gordos y nosotros al final. Lo pasamos genial riéndonos de ellos cuando suben a recoger los premios.
- Lo siento Blanca... pero no me convences. Además... no tengo vestido.
- Sí, si que lo tiene -interrumpió el chivato de Jorge - Es un clon del que llevaba Blanca Suárez al Festival de Cannes. Y todo gracias al señor Amancio Ortega.
- Que sea de Zara no quiere decir que me costara barato precisamente. Tuve que hacer una recolecta entre mis padres y mi abuela.
- ¿Entonces Diana? Yo no veo ningún problema... - decía Blanca.
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El corazón en Boxes (En edición)
FanfictionDiana se encuentra en un momento de su vida donde todo empieza a dar un giro de 180º. Tras diez años en la misma empresa, de la noche a la mañana se queda sin trabajo. La relación con su novio de toda la vida se rompe. Y para colmo su hermana pequeñ...