Diana se encuentra en un momento de su vida donde todo empieza a dar un giro de 180º. Tras diez años en la misma empresa, de la noche a la mañana se queda sin trabajo. La relación con su novio de toda la vida se rompe. Y para colmo su hermana pequeñ...
Todos aplaudiamos cuando Jorge y Nico se besaban en el escenario. Hay que reconocer que el tío ha tenido más huevos que yo al hacerlo delante de sus compañeros y el resto de equipos.
- Vaya sorpresa... - me dijo Mark.
- Pues sí...
- Ahora te toca a ti.
- Pero yo no pienso hacerlo de esa forma. Tengo que buscar el momento.
- Pues Diana va hacia la terraza y sola...
Miré a Mark y respiré hondo.
- Venga, tu puedes. - me dijo dándome una palmada en el hombro.
Salí a la terraza pensando una y otra vez las palabras que le iba a decir: "Diana, quizás pienses que estoy loco, pero desde que llegaste a mi vida..."
Y entonces lo vi, haciendo que me parara en seco... llevaba dos copas en la mano y dos botellas de champagne. Las puso en la mesa y le sirvió una copa. Ambos brindaron y se sonreían. Él se quitó la chaqueta y la puso sobre sus hombros. Luego se sentó a su lado y la abrazó, dándole un beso en el pelo.
- ¡Qué gilipollas soy!.
- ¿Qué pasa? Te he visto ahí parado y pensé que necesitabas un empujoncito.
- Mira... - le señalé al otro lado de la terraza donde estaban Diana y el alemán.
- Oh... ya veo... ¿Quieres que llame a Vettel con alguna excusa y así se queda sola? - se ofreció Mark.
- No, déjalo... Con él se la ve feliz. Seguro que más que conmigo.
Mark no dijo nada sobre éso.
- Será mejor que nos vayamos... - me dijo pasando su brazo por mi hombro.
- Un segundo...
Me acerqué al borde de la terraza y con todas mis fuerzas lancé el anillo al lago. Vi como en la lejanía, caía al agua formando círculos a su alrededor.
Ahora sí que se acabó.
- ¿Te sientes mejor tirando tu dinero al agua?
- Me da igual el dinero Mark. Esto ya no tiene solución.
- Quizás sea lo mejor...
- El alemán se ha salido con la suya. Ya tiene mi coche y a mi chica.
- Perdona que te lo diga así de claro Fer, pero tu le has puesto en bandeja ambas cosas.
- Tienes razón.
- Venga vamos... ya aquí no hay nada que hacer.
Los dos nos dirigimos a nuestras habitaciones.
- Fer...
- Mmm... - le dije pulsando el botón de nuestra planta en el ascensor.
- No me creo que te hayas conformado tan pronto.
- Tu lo has dicho, se lo he puesto en bandeja. He perdido.
- Te conozco, nunca aceptas una derrota.
- Pues esta vez sí.
Ambos salimos del ascensor.
- Fer... conozco esa cara. No sé que estarás pensando, deja las cosas tal cual.
- Mark, lo estoy asumiendo. Necesito tiempo. Ahora solo quiero concentrarme en mi nuevo equipo y en darlo todo en la próxima temporada.
- Eso espero...
Y cada uno marchó a su habitación.
Ya en la cama y sin poder dormir, actualicé un poco mis redes sociales.
A veces pienso que Mark me conoce mejor que mi madre...
Por supuesto que no voy a dejar las cosas así.
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