A la tercera va la vencida... o eso dicen.

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Jueves, 8 de la mañana. Un nuevo mensaje en mi móvil.

J: Diana, baja, ya estoy aquí.

D: Bajando.

Nuestro vuelo salía a las 12 del medio día, pero nos gustaba ir con tiempo. Jorge venía a recogerme en su coche.

- ¿Te habrás depilado no? - me dijo nada más sentarme en el asiento del copiloto.

- Se dice buenos días, ¿no? - dije mientras me ponía el cinturón de seguridad.

- Buenos días... ¿Te habrás depilado no?

- ¿Y eso que tiene que ver?

- Por fin vas a acostarte con el hombre de tus sueños... es lo mínimo ¿no? Que imagino que "eso" después de tanto tiempo necesitará una poda urgente...

- ¡Jorge! Que no tenga pareja no quiere decir que no me cuide...

- ¿Llevas el conjunto que compramos?

- Que sí pesado...

- Encima que miro por ti...

- Ya lo sé, ¿Que haría yo sin ti?

- ¡Eso digo yo!

El viaje transcurrió entre risas y canciones. Nuestro vuelo fue puntual y pasada la una y media del medio día ya estábamos en Barcelona. Un microbús nos llevó al hotel, que se encontraba a tan sólo dos kilómetros del circuito.

Nos instalamos en nuestras habitaciones y fuimos a comer algo. Había mucho movimiento en el hotel, la recepción estaba muy concurrida. Pero ni rastro de Fer. Me dijo que su vuelo salía antes que el nuestro pero llegaría más tarde ya que venía desde la sede de Ferrari en Maranello.

Decidimos ir a dar un paseo por el circuito y así Jorge vería a Marco, que ya estaría en el box.

Pasábamos justo por delante del garaje de Red Bull cuando escucho:

- ¡Pitufa! ¿Dónde vas? - era Daniel, estaba en su box aún con la mochila puesta.

- ¡Pitufa! ¿Dónde vas? - era Daniel, estaba en su box aún con la mochila puesta

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- ¡Daniel! ¿Qué tal? - y como viene siendo de costumbre me planta dos besazos.

- Diana, yo me voy al box que Marco me está esperando. -Me dijo Jorge corriendo, literalmente, hasta el garaje de Ferrari.

- ¿Y qué tal todo? ¿Cómo que no está el enano contigo hoy?

- Aún no ha llegado... ¡Y no le digas enano! - le dije dándole un pequeño empujón.

- Es broma... se lo digo con cariño - Me sacó la lengua.

- ¿Diana? ¿Diana Millán? -noté como alguien me daba un toquecito en el hombro.

Cual fue mi sorpresa cuando al girarme me encuentro con Natalia, mi antigua compi del Instituto.

- ¿Natalia? ¡Que fuerte! ¿Que haces aquí tía?

El corazón en Boxes (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora