Te quiero a ti

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Jorge P.O.V.

- ¡Bebe! ¡Bebe! ¡Bebe! - decíamos todos a coro mientras Ricciardo se bebía de un tirón una enorme jarra de cerveza.

- No puedo... - decía Dan sin parar de reír. - Es mucho para mí... - se llevó la mano al estómago.

- ¡Cobarde! - le decía Seb soltando una carcajada.

- Oye Jorge... ¿por qué no ha venido Diana? - me dijo Natalia sin soltar la mano de Dan.

- Hoy tenía cena romántica con el nin... con Fernando. A estas horas - miré el reloj - estarán follando como perros...

Natalia me miró avergonzada... No todo el mundo está acostumbrado a mi forma de hablar tan directa. Creo que voy a tener que empezar a controlarme un poco... ¡Qué coño!  Yo hablo como quiero y al que no le guste...¡que no mire!

- Menos mal que estabáis vosotros aquí... porque los de mi equipo se han rajado todos... y los de Ferrari también. - dijo mi bebé dando un sorbo a su cerveza.

- Hombre... Uno no se sube al podio todos los días - dijo Dan poniendo una de sus grandes sonrisas. - Donde haya fiesta, allí están los de RedBull. ¡Camarero! - dijo haciendo un redoble de tambor sobre la mesa - ¡Una ronda de chupitos para todos!.

 ¡Camarero! - dijo haciendo un redoble de tambor sobre la mesa - ¡Una ronda de chupitos para todos!

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Todos empezamos a aplaudir...

Miré mi móvil y tenía varias llamadas perdidas de Diana... que extraño... Iba a llamarla cuando lo vi de entrar.

Tenía el rostro desencajado y los puños apretados. Se dirigía a nosotros...

- Nico, Nico... - zarandeé a mi novio - El ninja...

Todos se giraron a mirarlo, excepto Vettel que se levantó desafiante al verlo. ¿Qué coño pasaba aquí?

Fernando se acercó a él y sin darnos tiempo a detenerlo, le metió un puñetazo en toda la boca, haciendo que el alemán perdiera el equilibrio y cayera en su silla.

Hulk enseguida fue a sujetarlo, agarrándolo por la espalda... Fernando estaba completamente ido y fuera de sí.

El alemán se levantó con toda la boca ensangrentada y sino llega a ser por Ricciardo, le hubiera metido en toda la cara al ninja.

- ¿Se puede saber qué  cojones pasa aquí? - gritó Hulk sin soltar a Fer.

- Ya tienes lo que querías, alemán de mierda... - le decía Fer mientras intentaba soltarse de los brazos de Hulk.

- Ha sido ella la que ha venido a mí, por algo será... - dijo mientras se limpiaba la sangre con el antebrazo.

- Eres un hijo de... ¡Suéltame! - le gritó Fer a Hulk.

El corazón en Boxes (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora