Diana se encuentra en un momento de su vida donde todo empieza a dar un giro de 180º. Tras diez años en la misma empresa, de la noche a la mañana se queda sin trabajo. La relación con su novio de toda la vida se rompe. Y para colmo su hermana pequeñ...
Acabo de aparcar y ya tengo a tres periodistas esperándome. Venga Fer... respira hondo y al toro...
Salí del coche y corrí, literalmente, hasta el paddock, ignorando flashes y preguntas sobre mi vida privada.
Fabio ya estaba esperándome en la entrada.
- ¿Cómo ha ido?
- Me esperaba más prensa, la verdad. -le dije poniéndome la gorra.
- Bueno, no cantes victoria, el finde acaba de empezar. ¿Y Diana? -me dijo mientras caminábamos hasta el box.
- Ahora llegará, supongo... -quise disimular un poco aunque me daba la sensación de que Fabio sabía algo.
- Fer... te voy a dar un consejo de amigo.
- Miedo me das.
- Cuando duermas acompañado en el hotel, cierra la puerta que da a la terraza de la habitación. - me dio una palmada en el hombro.
Empezamos a reírnos...
- ¿Por qué?... -sabía por donde iba.
- Salí a fumarme un cigarro a la terraza antes de dormir y lo oí todo, y cuando digo todo, es todo.
- Tienes que dejar de fumar...
- No me cambies de tema. Sabes que lo he intentado varias veces y no puedo. No sabía yo que Diana era tan... ¿ardente? ¿como se dice en español...?
-Fogosa... por favor Fabio no le vayas a decir nada. Que sabes como es...
- Una chica tan tímida, tan dulce... como cambian en la cama.
- Fabio, por favor...
- Vale... me alegro por ti. Lo necesitabas.
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Llegamos al box y los chicos ya estaban en marcha. Subí al hospitality para dejar la mochila y poner el móvil a cargar. La puerta se abrió y entró mi rubita.
- Buenos días Sr. Alonso.
- Buenos días Srta. Diana. ¿Cómo ha dormido usted esta noche?
- Bien, gracias. Muy relajada. - Dijo dejando su mochila a un lado. - ¿Y usted?
- Muy relajado también... además de muy bien acompañado. - me acerqué a ella, necesitaba tocarla, sentirla...
- ¿Ah sí? ¿De quién? - me agarró por el cuello. Sus manos empezaron a jugar con mi pelo...
- De una niñata, rubita y bajita... - nuestros labios se encontraron una vez más...