Diana se encuentra en un momento de su vida donde todo empieza a dar un giro de 180º. Tras diez años en la misma empresa, de la noche a la mañana se queda sin trabajo. La relación con su novio de toda la vida se rompe. Y para colmo su hermana pequeñ...
- ¿Y que piensas quedarte encerrada toda la noche?
- No sé Jorge...
- Vamos a ver Diana, tu no tienes culpa de los celos de Fer. Se está portando como un niño pequeño. Quiere estar contigo, pero en secreto. Entonces que se atenga a las consecuencias.
- Dice que lo hace por mí. Para evitarme pasar un mal rato con la prensa...
- Excusas...
- Yo le creo Jorge. Yo no pertenezco a este mundo y no estoy acostumbrada a ese... digamos, acoso por parte de los periodistas. Lo hace para protegerme.
- Pues por eso lo digo, si lo lleváis en secreto, que después no se coja esas rabietas cuando otro te tira los tejos. Seb no tiene la culpa.
- Sí yo lo se... pero...
- No lo defiendas tanto - me interrumpió - ¿Sabes que haría en tu lugar? Me pondría guapa... no, guapa no, guapísima, explosiva, sexy... y me iría a la fiesta con Seb. ¡Qué se joda!
- Bueno, te haré caso. Me pondré guapa para ir a la fiesta, pero antes iré a hablar con él.
- ¿Con el ninja?
- Samurai, Jorge, Samurai...
- La misma mierda es...
Puse los ojos en blanco... menos mal que no podía verme a través del teléfono. Odiaba que hiciera eso.
- Has puesto los ojos en blanco, seguro... bueno, en media hora nos vemos en recepción y vamos juntos en taxi. Ciao!
- Ciao!
Este Jorge es tremendo... en los líos que me mete. ¿Y ahora que me pongo?
Me senté delante de mi maleta esperando a que las musas de la moda llegaran a mí y me inspiraran un look para la dichosa fiesta.
Miré mi móvil varias veces para ver si tenía algún mensaje de Fer. Nada. Ni si quiera un reproche. Desde que se marchó durante la comida no lo volví a ver, ni mucho menos hablar con él.
Saqué toda la ropa... ¿Y si le escribo? No... mejor será pillarlo por sorpresa. Seguramente empezaríamos una discusión por whatsapp que no llegaría a nada. Me presento en su habitación y punto.
Al final me decidí por un pitillo de polipiel en negro, una camiseta de estilo rockero y mis zapatos rojos con un cinturón finito a juego.
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Cogí mi perfecto negro y fui en busca de Jorge.
Ya estaba en recepción esperándome.
- ¿Qué? ¿Lista?
- ¿Lista para qué? ¿Para hablar con Fer o ver a Seb? No estoy lista para nada... creo que mejor me quedo... -me di media vuelta dispuesta a subir de nuevo al ascensor.
