Capítulo 7

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Frente a las puertas del salón, no hermano se detuvo y toco la puerta, esta se abre, -Madeleine, entra por favor- mi hermano me suelta y paso, camino hasta ellos, -Sientate hija- dice mi padre, me siento en un sillón rosa frente a ellos -Hija, como sabes, es de vital importancia para nosotros tu seguridad, por eso tu madre y yo hemos decidido que debes de tener al menos 5 guardias a tu disposición que te cuiden cuando no estés en aquí, por lo que se convocara a todos los guardias que tenemos y tu escojeras a los que prefieras, pero eso sera mañana, ahora tienes que ir con tu nueva maestra, que te enseñara modales y como comportarte con tu nuevo esposo, anda, esta en el jardín de atrás- me levante tomando las faldas, -Si padre- camine a la puerta que se me abrió, -Por cierto, se llama Madame Jade- dijo mi padre poco antes de que cruzara la puerta, me dirigí al jardín, los pies me dolían, jamas había caminado tanto, al llegar a la parte trasera, estaba una elegante y atractiva mujer sentada en una silla, tenia un hermoso vestido azul como sus ojos, y un sombrero de ala ancha a juego, y el largo pelo negro trenzado me acerque y me senté en la silla frente a ella, estaba leyendo un libro, y al verme sentar lo bajo y lo puso sobre su regazo, con las manos cruzadas sobre este - Buen día Madeimoselle Madeleine- dijo viéndome -Buen día Madame Jade- ella sonrió al escuchar mi respuesta, el calor estaba demasiado fuerte y ella se veía fresca como rosa, -¡Maria!- llame a la criada, puesto que estábamos cerca de la cocina. La criada llegó corriendo -Si Madeimoselle - dijo -Por favor, traeme mi parasol- respondí, ella salio corriendo, -Bueno. Estoy segura que tu padre te dijo para que estoy aquí ¿Cierto?- dijo -Si- respondí, ella se levanto dejando el libro en la silla - Bueno, yo te enseñare modales, y cosas así, para que seas una excelente esposa, pero antes de empezar, tendré que enseñarte también como tratar a los criados-.
Tan solo tuve un descanso a la hora de la comida, en serio que esto era realmente fastidioso, aun puedo recordar las frases de ese día da Madame Jade "¡Parate derecha!, ¡Endereza el parasol! ¡Camina con mas gracia!" Cuando acabo ese día, estaba totalmente cansada, adolorida, aturdida y con un horrible dolor de cabeza, llegué a mi habitación arrastrando los pies -Madeimoselle Madeleine, ¿Que le pasa?- pregunto una de mis criadas, cerré los ojos debido al dolor, me arrastre hasta mi cama y me deje caer, - Consiganme algo para la cabeza, los pies y dejenme dormir- Murmuré contra la almohada y cerré los ojos, y por consiguiente me quede dormida. A la mañana siguiente, me despertó una de mis hermanas, Edna, -Madeleine, despierta- dijo zarandeadome, yo como de costumbre gruñi, -Vamos Madeleine, ya es mas de medio día y te están esperando Madame Jade y nuestros padres- eso hizo que tuviera menos ganas de levantarme -Anda, tienes que arreglarte, bañarte y cambiarte el vestido -Ya voy- dije intentando levantarme, efectivamente, me había quedado con la ropa puesta, y era medio día, lo que no significaba nada bueno, Edna me empujó al baño y dijo, -Tus criadas prepararon el baño, yo me encargo de tu ropa- me quite el vestido tras el biombo y entre a la tina, con el agua tibia y perfumada -¿Donde están?- pregunte -Papá las mando llamar- respondió mi hermana. Ya bañada y vestida con un elegante vestido verde, y con el cabello suelto, mi hermana me acompaño hasta donde estaban mis padres, y antes de dejarme, se giro hacia mi y me dio un parasol a juego con el vestido , antes de salir al jardín, me alise el vestido, alce la cara prepare el parasol e intente recordar lo que un día antes había aprendido, bien parada y con el parasol de un modo adecuado, habían puesto un escenario, sobre el cual estaban mis padres, y Madame Jade, que me veía fijamente, con cuidado subí las escaleras y me senté en la silla vacía, mi padre se levanto, frente a nosotros estaban todos los caballeros de los cuales la casa Bellerose dispone, que son unos 1000 mas o menos, por lo que yo veía demasiados rostros, pero entre ellos, alcance a ver a Jules, no se que hacia ahí, temía miedo, afortunadamente mi hermano, tuvo la cortesía de aparecer y quedarse parado a mi lado, extendiendo un abanico, el cual tome y abrí acomodándolo como pude y lo puae cubriendo mi rostro -Buen día jóvenes, como se les informó con anterioridad, cinco de ustedes serán escogidos por mi hija para ser sus caballeros que se encargaran de que ella siempre este segura- mi padre seguía hablando -Hey Lucas- dije bajo, el me volteo a ver -¿Que sucede Mad?- respondió, intente acercarme mas -¿Como escojere a los caballeros?, no conozco a ninguno- El me sonrió -pero yo si, te diré los nombre y tu los dirás al portavoz- Asentí con la cabeza -Madeimoselle- dijo el portavoz me acerque a su oído y dije -Mousier Lucas- el lo repitio en voz alta y al escuchar su nombre, mi hermano me vio y paso al frente a hacerme una reverencia se levanto, y murmuro - Mousier Nathan- dije eso al portavoz y el nuevamente lo repitió y paso al estrado un joven como de la edad de mi hermano reverenciandose, de pelo rubio y ojos cafés, con piel blanca, y se coloco al lado de mi hermano -Mousier Mathis- que fue un chico idéntico a mi hermano, pero un palmo mas bajo -Mousier Gerardo- un joven un año mayor que mi hermano, mas alto, de tez café claro, con ojos cafés fuerte y pelo negro y al quinto, simplemente me salio el nombre -Mousier Jules- y el al escuchar su nombre abrió los ojos como platos, empezó a caminar entre los caballeros que lo observaban y torpemente se reverenció, baje el abanico y murmure un lo siento - Brindemos un aplauso a mi hija y sus caballeros- dijo mi padre y se escucharon cientos de aplausos

No me voy a casar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora