Capitulo 24

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Luego​ de unos minutos sentí que alguien me tocaba la espalda, haciendo que brincara un poco, gire la cabeza y ví que era Jules, me tomo la mano y entramos al local, abrió la puerta para mí, en cuanto la abrió el aroma del vino y alcohol me golpeó de lleno, arrugue un poco la nariz, el aroma era fuerte y repugnante, por que cabe añadir que olía a vómito, orines, colonias cara y perfumes baratos, inhale profundo antes de entrar, apreté con más fuerza la mano de Jules, el me devolvió el apretón, caminamos dentro del establecimiento, había muchas mesas, la iluminación no era demasiado buena, en las mesas había hombres borrachos con botellas de vino en las manos o mujeres a medio vestir o desnuda, estás sentadas en los regazos de los hombres,  recargada en la barra al fondo del lugar había una mujer que estaba completamente vestida, tenía el cabello negro, largo y ondulado, su vestido era de tirantes gruesos y caídos, dejando los hombros al descubierto, el corpiño era blanco, al igual que los tirantes, con escote poco pronunciado, la falda larga y caída, no tenía vuelo como mis vestidos, y abajo una orilla blanca, tenía una botella de vino en la mano derecha, Jules y yo caminamos a donde estaba ella, la gente nos veía y murmuraban cosas -Dime novato ¿Acaso tu prostituta es tan bella y de noble cuna como para que use esa capa?- dijo uno de los hombres, apreté los puños, no era justo que me confundiera con una de esas mujeres, para nada lo era, no dije nada, hice lo que Lucas me recomendó, quedarme callada -No es mi prostituta, es mi mujer- dijo firme Jules, la mujer de la barra giro la vista a nosotros y sonrió, se acercó a nosotros y pude ver que su tez era muy blanca y tenía los ojos de color azul profundo, me señaló con la botella -Usted es la princesa ¿No es así?- pregunto -Si, yo soy la princesa- respondí, señaló a Jules ahora -¿Y tú eres Jules?- Jules asintió con la cabeza, la mujer bajo la botella, hizo una reverencia -Mi nombre es Lorriane Chardin, soy la dueña de este humilde burdel- dijo señalando todo el lugar con su botella, luego la dejo en la barra -Su hermano ya dejó pagada la habitación para esta noche, la hora de la cena ya pasó, pero iré a las cocinas para traerles algo de comer- dijo Lorriane, se acercó a la única mesa que estaba sola, con la mano limpio la suciedad de esta e hizo gestos para que nos sentaramos ahí, eso hicimos, me senté en la silla de madera, bastante dura, no tenía cojin ni respaldo acolchonado, me senté recta, no estaba cómoda, recargue las manos en la mesa, tenía miedo, no me atrevía a bajarme la gorra, Jules puso su mano sobre las mías -Tranquila Mad, Lucas se aseguró de que estuviéramos bien- suspiré, no sabía por qué temer más, si por mí hermano y lo que había hecho para darnos un refugio o por Jules y por mi, bostece, tenía sueño, miedo, hambre, frío, todo -Gracias Jules, eso intento- sonreí de lado a pesar de que no me veía, luego de unos minutos llego Lorriane con una bandeja en la mano, nos dejó dos cuencos de estofado, los platos estaban humeantes, dejo unas cucharas -Es lo que sobró, puede que no se vea demasiado​ bueno, pero les juro que tiene un excelente sabor, ahora les traigo algo de vino-  pobre un poco del estofado, Lorriane estaba en lo correcto, sabía muy bien, luego nos trajo vino, mis modales desaparecieron, me había encantado la comida, luego la seguimos al segundo piso, donde al final estaba nuestra habitación, un sencillo cuarto con  una cama grande de sábanas blancas, y un bombillo en el techo, la cama no era demasiado suave, me gire hacia Lorriane, y me baje  la capucha -Lorriane, ¿Me podrías traer un par de cobijas?- la mujer que estaba recargada en el marco de la puerta asintió con la cabeza y acto seguido desapareció, abrace a Jules -Ay Jules ¿A donde huiremos, tenemos que salir de Francia- dije contra su pecho, el recargo su barbilla en mi cabeza - No lo sé Mad, pero pronto te lo diré, mañana buscaremos a alguien que nos guíe para salir de París, la clave será salir con vida de Francia- Lorriane nos dejó los cobijas y antes de salir dijo -Mañana levantense temprano o perderán el desayuno- la hora de dormir fue un poco incómoda y difícil, puesto que yo estaba acostumbrada a cama para mí sola, de lo más suave, con varias almohadas y suaves edredones, la cama no era nada a lo que tenía en casa, me quite la capa, la doble y la coloque a un lado de la cama, Jules hecho seguro a la puerta y guardo la llave bajo la almohada de su lado, me acosté a la orilla, Jules del otro lado, antes de acostarnos, pedí que fuera por la maleta que le había dado, la cual envolví con mi capa, Jules se acomodó como si fuera lo más normal del mundo dormir con una mujer y entonces recordé que dormía con su hermano cuando vivía con sus padres -Si quieres abrázame- dijo una vez que apagamos la luz y nos arropamos, aún tenía frío, con algo de pena, me acerque a el y lo abrace, el frío disminuyó, me apretó contra el, cerre los ojos y sentí como las lágrimas me caían por las mejillas, esto estaba siendo muy difícil, pero lo había logrado, salí de casa y ahora estaba con mi amado, Jules comenzó a cantar suavemente una melodía de cuna, la cual me tranquilizó, y al fin, logré dormir bien.

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¡Hola! Usualmente no hago esto, pero quería agradecerles a todos los que leen, comentan y votan está novela, me encanta leer sus comentarios, me inspiran a seguir escribiendo, gracias 💕, y quería comentarles que empecé a escribir una nueva historia, ¿Te gusta mi forma de narrar? ¿Quieres leer algo diferente de las clásicas novelas clichés? ¿Te gustan las novelas de amor entre homosexuales? Si tus respuestas fueron que si, entonces esta historia te gustará "El porque de tu sonrisa" algo nuevo que conquistara tu corazón, si no te agrada demasiado este tema, me ayudaría muchísimo el que la compartieras con tus amig@s que pienses que les gustará, no sabes cuánto te lo agradecería bastante, por su atención gracias. 💕

No me voy a casar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora