No me voy a casar.

Capítulo 19

Mientras daba sentido y forma a mi plan, no me percate de que Madame Ines ya había regresado, con la reina y mi madre, quienes al verme, no pudieron hacer más que mostrar su sorpresa y llenarme de elogios sobre lo bien que lucia con el vestido, que sería la novia más hermosa, etc, ese tipo de cosas, a lo que respondí con pequeñas sonrisas y gracias, ambas mujeres tocaron con sumo cuidado el vestido, como si fuera la cosa más sagrada en el mundo, durante un rato me llovieron elogios, al final de estos, me quitaron el vestido y fui libre, no tenía demasiadas ganas de quedarme ahí dentro, por lo que decidí salir a los jardines, me gustan mucho las plantas, me despedí de las mujeres y salí de la habitación y seguido del castillo, habían cerrado la puerta tras de mi y vi a Lucas, no quería hablar con el, así que  me dispuse a hacer que no lo había visto y a proseguir con mi camino, pero para mi desgracia, el si me había visto y venía hacía mi, me tome las faldas y comencé a caminar,  dándole la espalda y dando los pasos más largos que podía, sin embargo, el me alcanzo, me tomo del hombro y me hizo girar hacía el, me veía con una expresión entre furiosa  sorprendida -¿Qué sucede con eso de estar tan junta al príncipe que acaso no te ibas a casar con alguien más?- exclamo mi hermano, lo vi con los ojos como platos mientras sentía como el rubor se extendía por mis mejillas, lo tome de la muñeca y viendo que no hubiera nadie cerca lo arrastre hasta un lugar no tan cerca del castillo, me incline a llevarlo a los jardines donde Alexander había cortado la rosa para mi, una vez estuvimos ahí, solté su muñeca y me puse frente a el -¿Y bien? ¿Acaso seguiste la ruta de Manon en lugar de la tuya?- baje la mirada -No es como que tuviera otra opción- dije por lo bajo -¿Qué dices? ¿Qué sucede contigo Madeleine?- Lucas nunca me llamaba por mi nombre completo, esta realmente furioso, -No podía rechazar al príncipe frente a los reyes y nuestros padres ¿Sabes? ¡No tenía alternativa!  ¡Tu que vas a saber! ¡Tu no estas prometido a la princesa de nuestro país! ¡Pero si que sabes como discutir con tu hermana menor!- dije alzando más la voz con cada palabra hasta el punto de estar gritando, yo jamas alzo la voz, estaba molesta, realmente molesta, Lucas estaba sacando juicios sin siquiera saberlo todo, afloje las manos que por cierto no me había dado cuenta tenía fuertemente apretadas, dejando marcas rojas en mis palmas, mi hermano me veía atónito, alise mis faldas antes de tomarlas para seguir con mi camino, di media vuelta y empece a caminar, me detuve unos pasos adelante, gire la cabeza hacía la derecha y dije -Estaré con Jules tarde o temprano, haré todo lo posible para quedarme con el, cueste lo que cueste y con o sin tu ayuda, te pareces a Manon con tus agradables comentarios- concluido esto, gire nuevamente la cabeza al frente y seguí caminando con la espalda bien erguida y la cabeza en alto,  no debí haberle hablado así a Lucas, pero, me lastimo el que dijera eso, si, me encariñe con Alexander, aunque en gran parte mi "cariño" hacia el era más bien  culpa y lo usaba para pagar la deuda por la enciclopedia que me había regalado, a parte de que es un joven apuesto y que me dará todo lo que necesito, pero no a un bajo costo, si no a uno bastante elevado, ¿como pude haber olvidado lo que realmente me importa? Me sentí como una tonta por haber querido cambiar a mi verdadero amor por alguien que no vale tanto, mis planes cambiarían, pero obtendría lo que quería, estar con Jules, no debía dejar que los encantos de Alexander me hipnotizaran aún más, es solo una falsa apariencia para engatusarme, tenía que ser más fuerte y seguir la corriente, pero sin creerme las cosas, el amor de Jules, era algo verdadero; tras caminar un rato buscando a Jules, lo logre encontrar, estaba sentado en una piedra cerca de los establos, que se encontraban en el costado izquierdo del castillo, tenía una flor en las manos y jugueteaba con ella, el pelo le caía en el rostro, ocultándole una parte, pero aún así se veía su expresión dolorida, lo cual me desgarro el corazón, puesto que yo se la había ocasionado, respire profundo, pensé en lo que le diría para disculparme, debía serle sincera, tomaba fuerzas para ir a hablarle cuando una joven de aspecto juguetón salió corriendo de la nada, llevaba el rojo cabello ondeando le con el viento y el blanco vestido alzado hasta las rodillas, con la falda metida en el cinturón se acerco a Jules alegremente, este al verla alzo la mirada, di unos pasos atrás refugiándome tras los arboles que había a mi alrededor, puse las manos en el tronco y asome un poco la cabeza haciendo que mi cabello quedara colgando, Jules le sonreía amplia mente a la joven y esta hablaba, mientras jugueteaba con su cabello, no se que le decía, pero Jules asentía con la cabeza, sin perder la sonrisa, cuando finalizo, se acerco rápidamente a el y lo beso en los labios, el no retrocedió, si no que se acerco más a ella, sentí como los ojos se me llenaban de lagrimas, después la chica se alejo con una sonrisa de oreja a oreja, me tape la boca con una mano, cuando se fue, Jules se sentó nuevamente en la piedra, sonriente, las lagrimas corrían ya por mi rostro, me lo tenía bien merecido, yo lo había engañado con el príncipe, ¿que podía esperar? ¿qué el me perdonara así como así? claro que no, el también estaba en todo su derecho de besarse con quien quisiera, regrese tras el árbol, recargue la frente en el árbol y deje que las lagrimas fluyeran libremente, contuve los sollozos, tenía que alejarme de ahí antes de que me viera Jules, no lo soportaría, parecería una hipócrita ante el, me limpie las lagrimas y camine de regreso al castillo, intentando no hacer ruido, por fortuna no se percato de que estaba ahí, estaba cerca de los carruajes, y ahí estaban mis criadas, riendo y jugando, con la pelirroja que había besado a Jules.