20/03/14

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-¿Helen enserio vas a fumar?.- La miro confundida.

- Bueno sólo tengo curiosidad por hacerlo, ¿acaso es malo?.- me mira tomando el encendedor.

- Claro que es malo, tonta.- la miro.

- Ok, vamos lo are.-toma el cigarrillo y el encendedor y lo prende, tomo un sorbo y tosió.

- Wow .- se sorprende.

Parecía que había fumado una pipa completa, el cigarro es menor que eso y parecía extasiada.

Río.

- Bueno ahora que karen es una zorra y ya no anda con Alex, tu podrías intentarlo con el.- fuma.

- ¡Ja! Claro que no, además sabes que ella es y seguirá siendo zorra.- reímos.

- Eso si, ¿pero porque no quieres intentarlo con el?.- fuma.

- Por que no ya ¿ok? Olvidemos este tema por la paz.- bufo.

- Bueno, no se porque te enojas.- me mira apenada.

- Perdón pero de verdad no quiero hablar de ese tema. -sonrió.- bueno pero dime ¿tus papás ya saben de Támara?

- Amm digamos que.. no .- hace una mueca.- eh tratado pero no se como decirlo, es demasiado difícil para mí, quiero demasiado a Támara, pero no se si sea capas.

- Bueno pero en algún momento lo tienes que hacer. - la miro.

- Si, lo sé Támara me dijo que si no hablaba con ellos. Ella... -baja la mirada.- Me dejará.

Veo como por su mejilla cae una lágrima.

- Eso es muy injusto por parte de ella debería comprender que no es fácil decirle eso a tus padres.

- Si, ella dice que no quiere ocultar lo que siente por mí. Y la entiendo pero aún no se como hablar con ellos, pero lo intentaré.- fuma.

Nos quedamos sentadas en el pasto del parque, hablando de tonterías y Riendo un buen rato. Se hizo tarde y caminamos hacia el auto, de camino a casa no paraba de pensar en Alex quería verlo, pero no iba a buscarlo. El no merece que yo me humille.

- Hemos llegado ¡huuu!.- sonríe.

- Gracias por traerme a casa. - abro la puerta del auto y bajo.

- Oye, debemos hablar sobre el campamento de excursión.- sonrie.

Mierda, ese maldito campamento que hacen cada año. Que bien que ya saldré de esa escuela, pero me caerá bien ahora que estoy peleada con mamá.

- Tienes razón, mañana hablamos de ese tema ¿vale?.- sonrió.- Adiós.

-. Ok Adiós.

Al acercarme a la puerta, busqué mis llaves en el bolsillo para abrir, al entrar cerré la puerta detrás de mí y escuchaba una voz en la sala, camine así ahí, y estába un señor con mamá platicando.

- ¿Hola?.- los saludo sorprendida.

Los dos me miran y el señor barbón de pelo obscuro me mira, era de unos 35 años, no se veía muy viejo. Traía un traje demasiado costoso en cuando escucharon mi saludo el señor se levando de golpe del sillón.

- Hola Melissa.- sonríe

¿acaso sabe mi nombre este acosador?

- Hija, ven debes saludarlo.

Que le pasa ¿quien diablos es, ese tipo?

- ¿Ok?.- me acerco para tomar la mano de el con un fuerte apretón.

- Melissa ese señor, se llama Ericsson.- sonríe.

- Un gusto Ericsson.- lo miro -supongo que usted ya sabe mi nombre.

- Si como olvidarlo Melissa. - sonríe como sicópata.

-Bueno y ¿usted quien es? O ¿que es?

- ¡Melissa!.- mamá me mira con ojos de amenaza.

- Oh yo soy...tu papá.- sonríe.

- ¿Que?.- lo miro sorprendida. -De que mierda habla.

-¡ Melissa, ¿que tipo de vocabulario es ese?!- me mira desafiante.

- ¡¿Y que tipo de estupidez es esto?!- la miro.

- Si Melissa soy tu padre, ¿podemos hablar?.

- No,no,no,no,no..- lo miro enojada.

- Debes hablar con tu padre.- mamá me mira.

- ¿ debo?, Si hablamos de deberes, el tubo demasiados y no hizo nada. ¿entiendes? No se como puedes abrirle la puerta a alguien que te abandono cuando más lo necesitabas no quiero hablar con el y no lo are.

doy la vuelta de golpe, y camino directo asia mi recámara.

-¡¡¡ Melissa!!! .- grita.

Al llegar a mi habitación cierro la puerta de golpe, y comienzo a golpear todo. De nuevo.

- ¡¡¡ ARG !!!

-¡¡Como mierda mamá fue capaz de abrirle la puerta Ah ese tipo!!.

Me quedo en silencio en la recámara recargada en la cabecera de mi cama, tratando de no pensar y quedar dormida pero me era imposible sólo quería dormirme y olvidarme de todo lo que me avía pasado.

En ese momento sonó el teléfono, lo tome para ver quién era, número desconocido.

- ¿Sera bueno que consteste?.- miro la pantalla del teléfono.

- ¿Si?.-contesto.

- Hola, ¿podrías hablar con migo?.

su voz era sospechosa pero no sabía quién era, no reconocía su voz.

- ¿Disculpa?. Número equivocado.

- No, soy...Alex por favor no cuelgue.

Alex ahora que, estoy dispuesta para dejarlo a un lado pero es demasiado insistente.

- Tengo que colgar.

- No actúes de esa manera, no se porque ahora me tratas de hacer a un lado, trato de acercarme pero parece que de verdad me odias. Ya basta.

Se escuchaba molesto, pero yo debería estar enojada no el. Tendré que hablar con el para dejar todo claro.

- No te odio, pero entiende somos caminos distintos. Comprende lo hago por tu bien.

-¡¡¡¿Y TU QUE DIABLOS SABES QUE ME HACE BIEN?!!!

Sonaba enojado.

- ¡Deja de gritarme!

- Lo siento, sólo quiero hablar y te dejaré en paz.

-Esta bien podemos hablar .-suspido.

- ok, adiós.

No quería que me dejara en paz, pero debía ahora tengo que tener valor para aceptarlo y después dejarlo ir.

" Yo, la gorda "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora