"¿L-O-V-E?"

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Domingo por la noche y yo haciendo el proyecto de Mrs. Job de álgebra, siempre dejó las cosas al final. Pero después de lo que había pasado con Alex lo que vi y de las llamadas de Alex y Alonso que he evitado no podía concentrarme en la tarea.

- 12:53 a.m.- suspire.

Pegue mi cabeza en el mueble del computador varias veces intentando entender el problema.

- Llevo más de 2 horas intentando entender esto, no se por que diablos no lo entiendo si en clase lo hice bien.- pegue mis puños en la mesa.

- Iré por un café, está noche irá para largo.- suspire.

Salí del cuarto y camine hasta las escaleras pero me di cuenta mi mamá no se encontraba en casa, ella cuando trabaja se le olvida que tiene una hija, pero eso no es nada nuevo para mi.
Llegué hasta el comedor tome una taza de la lasena y la llene de café.

- Espero poder terminar ese espantoso proyecto esa será mi salvación.

Tome el teléfono para ver que novedades que había.

- 8 llamadas perdidas de Alex, 3 mensaje de voz.- leí mientras bebía mi café.

- 12 llamadas de Alonso y tres mensajes.-suspire.

- Soy la peor persona del mundo al no contestar pero quiero evitarme más dramas.

- 10 de mamá, mierda. Debo devolverle la llamada.

De pronto escuche un ruido muy fuerte en mi recámara. Me asusté demasiado comenzar a temblar del miedo.

- Ahora que hago.- susurre.

Dejé la taza de café sobre la mesa y camine lentamente para subir las escaleras. Tome de la lasena una cazuela para usarla de defensa.

- Alguien... esta ahi....- susurre.

Suspire y subí poco a poco. Con la cazuela en guardia para cual quier cosa.

Se escuchó un último golpe de la recámara y un grito.

- Que mierda.- me dirigí más rápido hacía el cuarto e abrí la puerta de un golpe.

- ¡Arriba las manos la persona o ser inhumano que se encontré aquí.!- grité.

De pronto veo a Alex sobando su rodilla en el piso de la habitación.

Puse los ojos en blanco al verlo. Lo mire con determinación, volver a ver esos lindos ojos me tranquilisaba. Rode los ojos, pero por dentro me sentí a tranquila sabía que no era un asaltante.

- ¿Con eso me ibas a matar?.

Señaló con el dedo la cazuela que estaba colgando de mi mano. Mientras sonreía.

- Si.- suspire. - te voy a matar.

Reímos.

- !Auch!.- se quejó mientras se trataba de levantar.

Corrí a ayudarlo para que se pudiera levantar. Sostuvo sus brazo y lo coloque detrás de mi nuca.con mis fuerzas lo jale hacia mi cama.

- ¿ Qué te paso?.- lo baje lentamente en la cama.

- Me golpee en la rodilla por brincar desde la otra ventana hacia aquí.- río.

Volte a verlo con enojo.

- ¡¿En que diablos estas pensando Alex?!.- exclame.

En ese momento se quedó en silencio y bajo la mirada.

- Tu tienes la culpa.- dijo.

- Ahora resulta que yo soy la culpable. Si estuve a punto de matarte con una cazuela en la cabeza, Y ahora resulta que yo tengo la culpa.-lo mire de re ojo.

" Yo, la gorda "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora