"El caminó"

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Segundo día de campamento, y esto parecía ser cada vez un horror, pero la que si se lo estaba pasando del todo bien era Helen ya que dormía en una casa de campaña con Támara. Que más felicidad en cambio yo estoy al lado de ellas pero en otra casa de campaña.

Estoy recostada en mi casa de campaña con mucho frío y sola como quisiera que Alex estuviera aquí abrazándome con este frío pero en cambio estaba con karen en la misma casa, dormidos,abrazados, besándose.

—Mierda.- tapé mis ojos con las manos.

— ¿Melissa?.- sonó al otro lado de mi casa.

— ¿Si?.- me levanté de golpe al ver que alguien estaba parado enfrente de mi casa de campaña podía observar la siluetas de alguien.

—  Abre, acá hace frío.-Veo como entre el reflejo se toma entre brazos.

— amm ¿vale?.

En realidad no podía descifrar quien era estaba entre dormida.

Me levanté y me acerqué asia el cierre de la casa y abrí.

Alonso asomo la cabeza y sonrió.

—Hola Melissa.- entró y cerro.

— Hola Alonso.

¿Alonso? ¿aquí?¿temprano?. No es que me desagrada la idea de que el este acá. Pero se me hacía raro ya que apenas había comenzado a hablar con el. Además que era super temprano.

— Perdón, por interrumpir tu sueño.-Ríe.

— No para nada.- sonrío.— Ya estaba despierta.

—Te traje algo.-Metió las manos al bolsillo de detrás de él, y sonrió .

— Pero debe cerrar los ojos. Vale.- me miro.

Qué se trama Alonso.

— ¿Qué es?.

— Si no cierras los ojos nunca sabrás ¿vale?.-ríe.

— Vale. Espero que no sea nada malo.- sonrió.

Lleve mis manos hacia mis ojos y los tapé. Duré unos segundos pero no decía nada.

— ¿Ya?.- dije.

— Vale, que desesperada.- Ríe

— Lo se, ¿ya?.- río.

— Vale muchachita.

Quite las manos de mi cara y voltee a verlo.

— Toma.

Tomé el dibujo que me había dado. Estaba sorprendida, el me había dibujado en el transcurso del viaje dormida. No soy Guapa, Pero en ese dibujo , ese dibujo era hermoso.

— Vaya...- me quedé en shock.— Qu..e hermoso dibujo.

— ¿te gusto?.- me miro sorprendido.

— Si. - sonríe.— Gracias, no debiste a verte molestado.

—No es ninguna molestia. Era imposible no dibujar te. Te habían dicho que te vez muy tierna dormida.

Sonreí , era dulce lo que decía. Era bonito lo que hacía el era especial. Me hacia sonrojar.

— En realidad, eres una caja de sorpresas.

Nos quedamos en silencio por un momento, decidí acercarme a el  y abrazarlo, el también lo hizo.

— Vamos a pasear un poco , antes de que despierten los demás, te parece.- dijo a mi oído susurrando y mi cuerpo sintió un hermoso cosquilleo.

— Vale.- sonreí.

" Yo, la gorda "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora