Una cerveza más, por favor.

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Una tarde llena de problemas, y de destrozar sentimientos se me había pasado poco a poco al estar charlando con Alonso y unas cervezas de más.
Después de contarme que su padre lo había abandonado en un orfanato a los 2 años, y que se la paso ayudando a las monjas a vender pan afuera de las escuelas durante 10 años me dijo que había visto a un señor que todos los días pasaba por el orfanato a buscarlo para charlar. le compraba pan y le obsequiaba regalos cosa que se le hacía extraña. Un día el le pregunto que porque lo visitaba.
Que si no le ocasionará problemas, a lo que el le contesto; Sabes.. siempre me a parecido bastante curioso el tener hijos, pero tengo un problema... no puedo tener hijos y todas las mujeres con las que he intentado casarme me abandonan por el simple hecho de que no puedo tener hijos.
Después de esa platica el le propuso adoptarlo a lo que el dijo que si pero que tendrían un acuerdo, el sería su hijo pero lo dejaría ganarse sus propias cosas, y no abusar de su poder. A lo que el aceptó, pero también le dijo que para ser su hijo debía estudiar y estar con el siempre.
Al ver que Alonso se le rozaban las lágrimas al contarme se me salieron a mi también.
Después de durar 1 años tratando de adoptarlo ya que los trámites para ser un padre soltero eran difíciles logró obtenerlos. Alonso fue adoptado a los 13 años adora mucho a su padre adoptivo (no le gusta llamarlo padrastro) y desde que lo adoptó el es feliz.

El fue admitido en la mejor escuela, tiene buenas calificaciones es el mejor estudiaste, y el lo dejo trabajar de mesero en el restaurante de su padre que realmente es muy famoso. Así logró comprar su carro y pagarse algunos gustos.

Al concluir con la charla me miró y sonrió. Nos pasamos una cuántas horas tomando y hablando de cualquier tontería nos reíamos. creo que eso sólo quiere decir que estábamos  demasiado borrachos ¡me estaba riendo del salero!.

-Bueno es hora de irnos.- Alonso se levantó la mano para pedir la cuenta.

- Pero.. pero no se a donde ir no quiero ir a mi casa y tal vez Helen esté dormida.- hice una mueca.

- vamos te quedas conmigo.

En ese momento se me bajó un poco lo borracha al decir eso.

-La cuenta por favor.- dijo al mesero.

-Que dices, ¿estarás conmigo? - sonrió.

creo que no pasaría nada malo, es muy buena persona para que algo malo pase.

-Bueno, vamos..

En ese momento me levante pero todo se movía en el lugar, el corrió a ayudarme y reímos.

- Lo siento, este lugar está mal, o soy yo.-reí.

- Eres tú y el alcohol que has consumido el día de hoy

Nos quedamos viendo y me encaminó hasta el coche hizo que subiera y me coloco una manta para poderme cubrir del frío. El subió al coche y tocó su cabeza suspirando.

-Oye.. también estás muy borracho, no puedes manejar así o podría a ver un accidente. Mejor quédate aquí y nos acostamos en el coche para dormir.

Dije mientras me colocaba la manta y cubrió el frío.

-Tienes razón es mejor quedarnos aquí podría pasar algo feo.

veo cómo se recuesta en el asiento del conductor y cruza sus brazos para cubrirse del frío. Lo veo de reojo y sonrió.

- Vamos toma un poco de la manta que el frío esta horrible.- tomó la manta y lo cubro.

- Segura no quiero que tengas frío.

tomó la manta y sonrió.

- Cubrete y abrázame que hace frío.

Se quedó boquiabierto con lo que dije y inmediatamente sentí sus brazos y el frío iba disminuyendo.

- Gracias por este día Alonso. -Me recoste en su pecho.

-Gracias a ti Melissa, por dejarme estar cerca de ti.

" Yo, la gorda "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora