Parte 8

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Quiero empezar explicando que no siento moscas, mariposas, zancudos o lo que sea que sienten las personas enamoradas en su barriga. Yo no siento nada de eso, y mucho menos por el raro de mi vecino.

Al parecer mi hermano adivinó mi contraseña, la verdad no sé cómo, mi contraseña era LARRYISREAL, no sé cómo lo supo, seguro es un genio.

El punto es que en la mañana fui a casa de una amiga. Sí, aunque no lo crean también acepto pasar tiempo con alguien más aparte de mí. No quería llevar al pesado de mi hermano, pero tampoco podía dejarlo solo. Así que le pedí ayuda a Ed.

- Hola Ed.

- Hola Julieta. - y se acercó a besarme la mejilla nuevamente, a este raro ya se le había hecho costumbre, quería decirle que deje de hacer eso, pero quizá lo tome mal y ahora quiero pedirle un favor.

- ¿Vas a hacer algo hoy?

- No, estoy libre, ¿por qué me lo preguntas?

- Bueno, hoy es un lindo día, y hay que aprovecharlo.

- Sí... - sonaba un poco entusiasmado, no entiendo por qué.

- Y quería saber si tú - creo que él también estaba nervioso como yo, no es fácil pedir un favor - Podrías cuidar a mi hermano porque tengo que ir a la casa de una amiga. - me pareció que la idea no lo entusiasmaba tanto, que extraño, creí que se llevaba bien con él.

- Claro, no te preocupes.

- Sólo demoraré un par de horas, te lo prometo.

- Okay.

- Gracias Ed, no sabes cuánto te lo agradezco. Te debo una. Bye.

Y me fui. Cuando llegué a casa de mi amiga le conté por todo lo que había pasado.

- Entonces... ¿te gusta tu vecino? - la miré con cara de pocos amigos, que me enamore de mi vecino no tiene ninguna lógica.

- No, ¿qué te hace pensar eso?

- Bueno, del odio al amor hay un solo paso y has hablado más de él que de tus padres, que Ed esto, que Ed lo otro, y no paras.

- Eso es sólo porque me saca de quicio, y además no hay mucho que conversar de mis padres, no sé nada de lo que les pasa.

- ¿Quizá se fueron de segunda luna de miel y no salen de la cama aún? - La miré con cara de incrédula

- ¡Cállate! Son mis padres. Además, sería la primera luna de miel.

- ¿No tuvieron luna de miel?

- Mi mamá dijo que yo la arruiné porque nací, ella se casó embarazada.

Y así seguimos hablando, luego me despedí de ella y fui al edificio. Cuando llegué no había un solo ruido en la pieza, creí que quizá estaban en el parque o con los gatos de Ed. Pero luego los encontré en nada más y nada menos que mi cuarto, entré silenciosamente y los sorprendí usando mi computadora.

- Te dije que le gustas a mi hermana - dijo el pequeño niño de la profecía, claramente aún no notaba mi presencia.

- No lo sé, no me agrada cómo me describe.

- Pero le gustan tus ojos, le empiezas a gustar.

- Pero cree que soy un raro. ¿Cómo lograré que tenga una mejor idea de mí?

- Quizá ayude que no revises mis cosas. - y Ed y mi hermano se miraron con temor.

- Ed me obligó a que le dijera sobre qué escribes.

- Enano traidor - le dijo Ed

- ¿Cómo descubriste mi contraseña?

- Fue sencillo, escribes eso por todas partes.

- Largo de mi habitación, ahora - y estaban saliendo - Espera Ed.

- Lo siento, Julieta.

- Si le pongo contraseña a algo es porque quiero hacerlo privado. Y por cierto, no estoy enamorada de ti. - silencio incómodo - Gracias por cuidar a mi hermano.

- De nada, adiós.

- Adiós.

Y se fue, no volví a hablarle hasta ahora, me da un poco de lástima, creo que fui muy dura, pero no me gusta que revisen mis cosas. Cambié mi contraseña, ahora es KANEKITEAMO.

Bye.

El Raro del Tercer Piso (ED SHEERAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora