Parte 43

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- Estaba caminando por la esquina entre el parque y el edificio.
Lo vi en los brazos de otra.
Sólo hemos estado separados un poco más de un mes, y se ve más feliz.
Los vi entrar en el edificio. Ella dijo algo que le hizo reír. Vi las sonrisas de ambos, eran el doble de grandes que las nuestras. Y sí, parece más feliz, de verdad.
Porque él se ve más feliz, sí.
Mi amiga me dijo que un día yo también me sentiría así. Y hasta entonces sonreiré para ocultar la verdad, pero sé que yo era más feliz con él.

- ...

- ...

- Sólo te pregunté la hora, niña... - me dijo una señora desconocida.

- ¿Ah? Lo siento, no tengo reloj.

- Y pensar que eres el futuro del país... - dijo en un tono no tan amigable y se fue, yo seguí mi camino a la escuela sin darle mucha importancia a esa maleducada y atrevida señora.

Como ya mencioné antes, sigo siendo la compañera de sitio de Javier.

- Julieta, hola, ¿estás libre el viernes en la tarde?

- Sí.

- Genial, pensaba en ir al cine y...

- Que te diviertas. - le dije sacando mi cuaderno y mi libro de matemática.

- Vamos, no puedes enojarte toda la vida. Ya supera a ese chico, él ya te superó.

- ¿Disculpa?

- Sí, te disculpo porque yo sí soy una buena persona que sabe perdonar.

- No me refería a eso.

- Ed, se va a casar, lo vi en su cuenta de Facebook. Él ya te superó, tú puedes hacer lo mismo. - por suerte para él, el profesor entró al salón interrumpiendo nuestra conversación. Un momento, ¿Javier revisa el perfil de facebook de Ed?

A la hora de recreo, estuve con Grace, nos sentamos en una tribuna del campo de football. Ella traía pudín de chocolate, y a mí, mi madre me envió un plátano y una botella con agua. Así de triste es mi vida. Debería quejarme con servicio social.

- ¿Y ya has pensado en algo? - me dijo y metió un poco de pudín a su boca. Se sentía como si fuera una niña de África y Grace estuviera tomando agua frente a mí.

- ¿Pensar en qué?

- Sobre Ed.

- Bueno, me he estado deprimiendo con música triste y helado mientras miraba películas más tristes y pensaba en él, así que sí, he estado pensando en él.

- No me refiero a eso.

- No te entiendo a qué te refieres.

- Hablo de su boda. ¿Ya pensaste en algo para impedirla? ¿Compraste ya el cloroformo? ¿Tienes sogas para amarrar a su prometida? ¿Ya avanzaste con algo?

- Claro que no, ¿acaso no lo has visto? Él está más feliz, quizá algún día yo también lo esté, y ocultaré la verdad tras una sonrisa hasta entonces... - estaba en mi dramatización digna de un Oscar cuando Grace me interrumpió.

- Ay ya cállate, me deprimes, esta no es la Julieta que conozco, ¿qué le hiciste a mi amiga? Mi amiga Julieta ya le habría cortado el cabello a esa chica mientras dormía, ya se habría robado al novio, tú no eres Julieta. La verdadera Julieta lucharía por su hombre.

- Grace...

- Grace, nada, hoy mismo empezaremos con la operación... con la operación... operación... Vamos, ayúdame con un nombre.

El Raro del Tercer Piso (ED SHEERAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora