Parte 12

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Hoy regresaron mis padres, obviamente les reclamé por no haber llamado en días.
  - Hija, hubo un serio problema, tú padre y yo discutimos. - empezó a hablar mi mamá pausadamente - Resulta que tu padre no paraba de mirar a un grupo de chicas turistas que llegaban de Colombia, yo obviamente me enojé mucho con él y se lo dije - no me sorprendió, es típico de mi padre, él no es malo, solo que a veces es muy coqueto - Y el muy sinvergüenza se hizo el ofendido, discutimos y nos alejamos, luego anunciaron el vuelo, y como cada uno teníamos nuestro propio boleto, sin darnos cuenta subimos a aviones diferentes, tú padre se fue a Colombia, dice que sin querer, y yo me fui a Estados Unidos.

- Ok... ¿Pero por qué no me lo dijeron? - le pregunté

- Ay hija, no queríamos preocuparlos. - ¿enserio?

- Mamá, más me preocupó que no llamaran. - le dije seria

- Bueno, ya pasó, ahora dime, ¿cómo estuvieron? ¿Miraron televisión todo el día?

- No, no somos tan adictos a la televisión- dije haciéndome la ofendida- salimos a conocer el mundo.

- ¿Enserio? ¿A dónde fueron? - dijo sorprendida

- Fuimos a McFunny. - dije, pero a ella no parecía agradarle la idea - ¡es que tú nunca nos llevas! - le reclamé - Bueno, y también hicimos un amigo. - ahora sí se sorprendió de verdad, mi mamá no se caracteriza por tener los hijos más sociales de la ciudad.

- ¿Enserio? ¿Quién es?

- Es el vecino del tercer piso, se llama Ed.

- Oh, Ed es un encanto - dijo sonriendo, pero ¿cómo lo conocía? - es un chico tan adorable y atento, el año pasado estaba de un lado para otro ayudando a la gente sin que se lo pidieran, a mí me ayudó a cargar las bolsas de súper muchas veces. El jovencito quería ganar muchas insignias porque se había unido a los Scouts - cierto, ¿cómo olvidar a Ed de "niño" explorador? Yendo de un lado a otro con su uniforme, una vez inclusive tocó su puerta preguntando si era la dueña de un gato - Yo creía que solo hacía todo eso por las insignias, pero sigue haciendo lo mismo, aunque sin el uniforme. Parecía un niñito adorable. - mi mamá hablaba tan emocionada sobre Ed, ni siquiera de su propio hijo habla así.

- Bueno, Ed ahora es nuestro amigo.

- Me alegro mucho por eso, espero que les contagie un poco de su buen humor y que ya no sean tan antisociales. - yo hice una expresión de ofendida, no somos "antisociales" solo somos muy selectivos en cuanto a los amigos.

Al mediodía salimos a comer, mis papás contaban cómo fue su viaje, para resumirlo, fue un desastre total. Yo por mi parte me dedicaba a comer sin apartar la vista de mi plato. Luego llegamos a la casa, y mi mamá me dijo que me había comprado ropa en USA, yo obviamente me emocioné, una princesa como yo ya necesitaba tener ropa nueva, además mi mamá tiene buen gusto para escoger ropa. Pero cuando vi la ropa, toda mi alegría se desvaneció.

- ¡Mamá! ¿Por qué escogiste eso?

- Yo no lo escogí, lo escogió tu padre, -eso explicaba todo - dijo que quería que su linda hija vistiera como la princesa que cree que es - "...que cree que es" auch...

- ¡¿Tenía que ser tan literal?! Esto es para niñas de cinco años

- Bueno, de igual tendrás que usarlo, o tu padre se sentirá muy mal y yo me enojaré mucho contigo.

No lo podía creer, TODO ERA ROSADO, blusas ROSADAS, faldas ROSADAS, vestidos largos ROSADOS, MEDIAS ROSADAS y dos pares de zapatos sin tacón ROSADOS. Intenté tranquilizarme un poco y guardé todo en mi ropero. Luego salí de mi habitación a la sala, y para mi sorpresa ahí estaba Ed con mis padres. Al parecer solo conversaban y reían, luego me acerqué y vi la razón, eran mis fotos de cuando tenía SEIS AÑOS y aún me comía los mocos, yo solo pedía que la tierra me tragara.

El Raro del Tercer Piso (ED SHEERAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora