Especial #5

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Mateo tomaba de la mano a Ed y Julieta, caminaba por la acera en medio de su cuñado y su hermana. Hasta que llegaron a la florería.

- Es aquí. - dijo soltándole la mano a Ed para señalar el local

- Bien, escoge un ramo para la afortunada. - le dijo Ed. Mateo entró por la puerta y buscó un ramo que le gustaría a Susan, había visto que ella siempre llevaba claveles a la clase y los ponía en lindos jarrones con agua.

- Este - dijo señalando un lindo ramo de claveles blanquirrojos

- Bien, tómalo y vamos a la caja. - le dijo Ed al momento que cogió un ramo de violetas para dárselas a Julieta. Julieta estaba distraída mirando las flores del mostrador. Ed pagó y se fueron del lugar.

- ¿Y esas flores? - preguntó Julieta señalando las violetas

- Son para ti - le dijo Ed entregándoselas.

- ¿Enserio? Gracias. - tomó el ramo y le dio un beso en la mejilla a Ed, aún no se acostumbraba a besarlo en los labios, y menos delante de su hermano.

Luego de dos cuadras más llegaron. Ed entró antes al salón de clases, quería hablar antes con la profesora.

- ¿Es usted la profesora Susan?

- Sí, ¿viene por alguno de los alumnos? Verá, yo le dije que comer pegamento era malo, pero él comenzó a llorar y ...

- No vengo por eso. Buenos días, vengo por Mateo. Está en su clase y él planea decirle que está enamorado de usted. Por favor no le rompa el corazón. Solo vine a pedir eso, es un niño muy bueno en el fondo y creo que usted es su primer amor platónico. Solo, sea dulce con él. ¿Sí? - Susan demoró un momento en contestar, pero al final le entregó una sonrisa

- Claro, no se preocupe por eso, ¿usted es su amigo?

- Sí, y soy el novio de su hermana.

- ¿Julieta? Es una linda chica, un poco creída, pero es muy buena. Trátela bien.

- Lo haré. - en ese momento escucharon el sonido de una campana

- Los niños ya deben entrar.

- Oh, claro. Hasta luego profesora Susan. - le dijo Ed

- Hasta luego...

- Ed

- Hasta luego Ed.

Ed salió del salón, los niños entraron, entre ellos Mateo, había guardado el ramo de claveles en su mochila. A la hora de salida iba a confesarle su amor a Susan. Quería privacidad. Solo él y ella.

El Raro del Tercer Piso (ED SHEERAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora