Parte 33

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Hoy fui al colegio.

Esta vez no desperté como una rayita. Mi madre casi me agrede físicamente por no salir de la cama temprano. Pero no puedo resistirme a mi cama, se puso rica para mí, ¿qué puedo hacer contra eso?

Llegué tarde, como olvidé mi tarjeta de control, me hicieron copiar cien veces "No debo llegar tarde" en un cuaderno.

Cuando por fin terminé fui a mi salón, pedí disculpas por llegar tarde y luego el profesor me dejó pasar. Mi gran amigo Javier me subió el ánimo. A la hora del recreo nos sentamos juntos a comer, él me contó su día.

- ¿Y tu abuelita ya está mejor? - le pregunté, hace dos días me dijo que ella estaba resfriada.

- Sí, está mejor, me preguntó por ti.

- ¿Enserio?

- Sí, le agradas mucho.

A la hora de la salida, Javier quiso acompañarme a mi hogar y yo le dije que sí.

- ¿Vives cerca? - me preguntó

- Son menos de diez cuadras, podemos ir caminando, así tenemos tiempo para conversar.

- Sí. Vamos.

Comenzamos a caminar en dirección al edificio, en el camino, conversaba con Javier, me iba contando más sobre él, resulta que le gusta nadar, practica mucho y por eso es alto.

- Ya llegamos, - le dije - ¿quieres quedarte a almorzar?

- Me encantaría, pero mi abuela se sentiría muy mal si no llego a comer. - Realmente quería que se quede, Javier me agrada cada vez más y me gusta pasar tiempo con él.

- Otro día será. - le dije sin poder ocultar mi decepción.

- No estés triste, Julieta, te invito a salir en la noche. - dijo y apartó un mechón de cabello de mi rostro.

- No lo sé...

- Vamos, pasaré por ti a las 7, será una cita de amigos.

- Está bien. Te esperaré.

- Perfecto. - sonrió y me dio un beso en la mejilla - Hasta luego.

- Ciao. - le dije y se fue.

Entré al edificio y encontré a Ed en las escaleras. ¿Desde cuándo Ed usa las escaleras en lugar del ascensor? Ed es más perezoso que yo.

- Ed. - lo detuve, él estaba subiendo. - Hola, ¿qué haces aquí? - le pregunté.

- Vivo aquí. - me dijo algo nervioso.

- Eso ya lo sé, me refiero, a por qué estás usando la escalera.

- Porque... porque... el ascensor está en mantenimiento. - me dijo.

- Ah, entiendo, entonces también usaré la escalera. - y subimos juntos.

- ¿Y cómo te fue? - me preguntó.

- Me fue bien. - llegamos al segundo piso y vimos que del ascensor salía nuestra vecina, la señora Flor. - Querido Ed, ¿acaso no dijiste que el ascensor estaba en mantenimiento?

- ... Te invito a salir a las 7, ¿qué dices? - me dijo ignorando lo que le dije hace un momento.

- Ed... - se veía nervioso, estaba jugando con el borde de su camiseta azul que tenía un pequeño león estampado. ¿Por qué estaba nervioso por invitarme a salir? - Lo lamento, Ed, pero no puedo salir contigo hoy. Ya le dije a Javier que saldría con él.

- ¿Por qué? Soy tu novio, deberías salir conmigo, no con él.

- Pero él es mi amigo, no te enojes, otro día saldremos. ¿Sí?

El Raro del Tercer Piso (ED SHEERAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora