Parte 38

204 25 29
                                    

Hoy fue mi cumpleaños.

Estaba teniendo un sueño reparador, ya que anoche, mi mamá hizo que recorra todas las galerías de vestidos de la ciudad. Pensé en decirle que no era necesario, ya que sería una pequeña reunión con personas cercanas, pero no podía desperdiciar la oportunidad de que me compre ropa nueva.

Como decía, estaba durmiendo, soñaba que por fin una lechuza había llegado con mi carta para Hogwarts, le reclamé a la lechuza por haber demorado tanto, y que más le valía que me dejen entrar a Gryffindor. Entonces, ahí estaba yo, paseando con mi varita, hasta que un canto mundano llegó a mis oídos. Supuse que eran muggles (seres sin magia) los que estaban cantando, si es que a eso se le puede llamar cantar. Tomé mi varita para hacerlos callar, hasta que ellos cantaron más fuerte y me sacaron de mi sueño. Era mi mamá, mi papá y Mateo cantando para mí.

- Feliz cumpleaaaaaaños a ti. Feliz cumpleaaaaaaños a ti. - a mi papá le salió un gallo. - Feliz cumpleaaaaaaaaaaaaaños, feliz cumpleaños. Feliz cumpleaños a ti. - y en ese momento, sin previo aviso todos me abrazaron.

- Gracias, pero me están aplastando. - les dije quitándomelos de encima.

- Feliz cumpleaños, princesa. - me dijo mi mamá.

- Gracias, mami.

- Feliz cumpleaños, hija. - me dijo papá.

- Gracias, papi.

- Feliz cumpleaños, hermanita. Ahora que ya tienes 16, ¿te irás de aquí y yo me quedaré con tu cuarto?

- Ignoraré eso.

Luego fui a bañarme y a vestirme. Antes de salir de mi cuarto, me prometí a mí misma pasarla bien este día y no pensar en Ed. Fui a desayunar, lo que me encanta de mi cumpleaños es que mi mamá se encarga de consentirme más de lo normal.

- Princesa, ¿quieres otra empanadita? - me dijo mi mamá.

- Sí, mami, y ya te dije, no soy una princesa, ya tengo 16 y soy una reina.

Pasé la tarde con mi pequeño hermano en un parque cerca al edificio, la idea era que YO me divierta, pero el enano estuvo robando protagonismo en MI cumpleaños.

- ¡Julieta, vamos al otro juego! - me dijo, ya había pasado como una hora en el área para niños, lo peor era que algunos eran más grandes que yo. Dieciséis años y aún no crezco, qué desgracia.

- No, niño, no. Es mi cumpleaños, yo elijo el juego ahora.

- Pero, Julieta...

- Que no.

Mis padres me hacen cuidar a Mateo hasta en mi propio cumpleaños.

7 PM

Me puse el vestido nuevo, pero antes, un estilista había llegado a hacerme un peinado.

- A ver, linda, ¿cómo lo quieres? - me dijo mientras revisaba mis puntas con cara de desagrado.

- No lo sé, ¿qué me recomienda?

- Que te deje calva y uses una peluca. - dijo riendo. Igualado.

- Sólo ondulado. - le dije ignorando su comentario odioso, le habría respondido con otra ofensa, pero no podía hacer enfadar al tipo a quien le confiaba mi cabello.

Luego, mi mamá me puso una tiara. El estilista me vio y rodó los ojos, era envidia, yo lo sé, me veía demasiado perfecta. Kim Kardashian, ¿quién te conoce?
 
Mi papá había decorado un poco el lugar, le insistí en que no lo hiciera, pero al final terminó pegando figuras de Hello Kitty.

El Raro del Tercer Piso (ED SHEERAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora