Disculpa mi bondad

258 9 0
                                    

Lynn estaba tan enojada con él, pensó Jayden, colgó el celular sin decir adiós.Jayden no entendía lo tan malo que le había dicho o hecho, ella debería relajarse porque la verdad estaba imposible eso de que un  chico como Lendon se fijara en ella, no era fea ni tan poco desagradable eso era obvio pero era un chico. Tal vez tenia pene y eso que Lendon no era gay, pero tal vez no estaba enojada con Lendon si no con Jayden por sus palabras. Llamaba y no contestaba sus llamados así que decidió ir a buscar a su mejor amiga a su casa porque esa situación no me le gustaba para nada.

—Lynn —gritó a las dos de la mañana frente a la habitación de ella.

—Jayden, estas loco —respondio aún entre sueños y eso le dio tantas risas a Jayden.

Sintió caer un balde de agua sobre su cuerpo, no podía creer que Lynn le había hecho eso. Lynn le arrojó agua fría a las dos de la mañana, se estaba muriendo del frío mientras vio a aquélla malévola chica riéndose de él en su balcón pero se encargariá de que se la pagara.

—Estas igual, eso fue por lo de la obra —Jayden ya había entendido todo, esa era una venganza por obligarla a participar en la ridícula obra.

—Me muero del frío.

—Ven, sube te buscaré algo que ponerte.

Cuando entró a esa habitación se dio cuenta que era tan diferente a la que él conocía antes, rosado por todos lados y muñecas bailarinas.

—Mamá dice que así me voy volviendo mas femenina —interrumpio su análisis a la habitación.

—Es muy afeminada.

—Olvida la habitación, ten, toma esto —Lynn sostenia en sus manos unos pantalones cortos y un suéter. «Es otra de sus venganzas, Lynn sabe que lo mío son los jeans largos y franelas, no esas cosas de niños fresas», pensó él. Entro a cambiarse al baño, no podía mostrarse desnudo delante de ella y al salir observo que ella estaba sentada en la orilla de la cama enrolándose uno de sus risos castaños.

—¿Que tanto piensas? —se tiro en su cama.

—En que nunca los hombres me verán como una mujer, siempre seré la chica que fue un chico.

En ése momento se sento a su lado y miro sus ojos, profundos como el abismo. Sabía que sus dudas eran causadas por el comentarios estúpido que le hizo. Dijo que la protegería y terminó lastimándola como nadie.

—Eso no es así, tu eres hermosa —tocó su cara suave como la seda y delicada como el velo que cubria las noches de silencios y amarguras perdidas en los ojos de una mujer la cual tiene miedo de no ser aceptada.

Ella lo mira y él la miro, era un momento incomodo y confuso pero él  quizo dejarse llevar. Se acerco a ella para intentar unir mas sus rostros pero eso no funcionó, ella se alejo y lo invitó a salir por la puerta del balcón como si esa fuera una salida. Jayden caminaba  a su casa mientras se golpeaba la cabeza con las manos mil veces, que habia intentado hacer era lo que no entendia. La persona que intento besar era Lennor su amigo y hermano, su confidente, ahora era una chica si pero aun seguía siendo como su hermanito menor y él intento besarlo.

Necesitaba alejarse lo mas posible de Lynn, él  sabía que no era gay ni tampoco lo sería. Ese era el punto.

Al fin llego a casa, para Jayden tuvo  suerte que ni sus hermanos ni hermanas se dieron  cuenta de su escapada en plena madrugada.

Soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora