Soy yo

Un buen castigo

Al llegar a casa me siento en el balcón a mirar él atardecer cuando buena a mí la zorra que tengo por hermana.

—¿Que diablos fue lo de la playa? —Me hace responsable de su descaro.

—No quiero hablar contigo —Le digo sin ni siquiera mirar su estúpido rostro —. Tu creías que humillaría a Lynn y Jaydwb y tu quedarías libre, no perra, no es así.

—Hablaré con mi padre por como me estas llamando.

—¡Vamos! —La ínsito a hablarle a mi padre —. Te mandarán a un internando de monjas Lluvia.

—Perdiste admitelo —Me dice mientras eleva la barbilla.

—No querida —Le explico —. Tu perdiste, desde hoy te juzgarán en el liceo como la sucia que se acostó con el novio de su hermana, todos te señalaran a ti mientras que a mi solo tendrán pena.

Lluvia corre a su habitación a llorar y no me importa lo que sienta pero esta batalla la gané yo, ese acto fue completamente una falta de respeto por parte de ella y no me importa el hecho de que sea mi hermana menor eso no cambia el castigo que le daré. Camino al estudio de mi padre a contarle lo sucedido entre Lluvia y Jayden.

—¿Eso es cierto Lila? —Me pregunta mi padre después de escuchar toda la historia.

—Si padre, pase la vergüenza mas grande al ver que Lluvia se acostó con mi novio.

—Esto es inaceptable, tu hermana se irá del país mañana mismo a un internado —Grito mi padre.

Mi padre siempre ha sudo uno de los hombres mas estrictos en el mundo, nos ha educado para ser las mejores del país y tener sexo prematrimonial es una abominación para él. En aquel momento entró Lluvia a la habitación.

—Tú —la señala mi padre con su mano. —Eres una ramera.

—Padre basta —lo sostengo después que abofeteo tan fuerte a Lluvia que ella quedo tirada en el suelo.

—Padre déjeme explicarle —se levanta Lluvia e intenta tocarlo pero él la hace a un lado —. No me rechace padre.

—Niego el hecho de ser tu progenitor.

—¿Que pasa aquí? —entra por el salón mi madre, Nuvia Rose, la mujer mas bella para mi aunque carente de la vista, ella es una mujer muy hermosa e inteligente. Mi padre siempre ha tratado de ocultarle los problemas familiares a mi ciega madre.

—Nada amor —la toma del brazo —. Todo esta perfecto.

—Lluvia, mi vida donde estas.

—Lluvua esta bien Nuvia, tomé la decisión de mandarla a los ángeles con tus primas.

Mi familia a pesar de ser adinerada no es una familia perfecta, mi madre perdió la vista por salvarle la vida a Lluvia en un viaje automovilístico, recibió un golpe en la cabeza y los doctores nunca pudieron justificar la carencia de visión en ella.