tenías que decirlo antes

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— ¿Yo?—dijo Lynn intentando hacerse de cuenta que no entendía nada.

—Soy Jayden, te vi con la madre de mi mejor amigo en santo domingo unas semanas atrás —al fin entendió todo. Él logro verle, pero aún no sabia que ella era Lennor. Lynn sabía que debía decirle antes de que la bruja de Lila aparezca otra vez.

— Yo tengo que hablar contigo —dijo quitándole su ultimo cuaderno de sus manos.

—Claro, dime —respondió mientras colocaba sus manos en los bolsillos y caminaba.

En ése momento se dio cuenta que su mejor amigo le estaba coqueteando, esa era una de sus poses las cuales él decía  que lo hacian lucir tierno pero era obvio que con ella no funcionaría.

—Me llamo Lynn — añadió pero antes de él poder responder Clarck uno de sus amigos lo arrastró con él.

Lynn no sabia  como decirlo, no entendía ni imaginaba como un hombre tan machista y mujeriego iba a entender que su mejor amigo se había vuelto  una chica. Creería que fue muy rápido con todo eso de ka transición pero en estos cuatro meses Lynn se sentía mucho mas completa de lo que fue en los dieciséis años de vida.

Desde pequeño nunca le llamaba la atención nada. Todo era tan aburrido pero ahora todo era una nueva visión, podía  ser realmente ella y cada pieza encaja en su lugar.

Entró a la clase, todas las miradas se dirigieron sobre ella. Sabia que eso no era por ser la chica nueva. El antiguo Lennor se sentaría en la silla de atrás donde quedaban  dos puestos vacíos. Esos lugares decían evidentemente Lennor y Jayden, siempre se habían sentado en lugares así desde el primer grado pero  Lynn no sabía que hacer.

— Tome haciendo señorita —la regaño el profesor por quedarse parada en pleno salón sin decir nada. Escuchó como las risas estallaron cuando le dijeron señorita.

Fue directamente al lugar el cual describió, era uno de los únicos vacíos. Mientras se sentaba el profesor empezó a escribir el nuevo tema de clases ella se limitó  a sacar su cuaderno rosa. De pronto alguien cuya rapidez no lo hizo percatarse de que la puerta estaba cerrada chocó con ella. Era Jayden haciendo una de sus grandes y tardía entradas a la aula.

— Señorito Jayden veo que hay cosas que no cambian — añadió aquél maestro mirando con un gran desprecio a Jayden.

— Que puedo decir, no pierdo el encanto — dijo mientras rascaba su cabeza.

Era raro pero Jayden era mas varonil, ése verano lo había  hecho un hombre guapo y musculoso. Notó como todas las chicas lo desnudaban con la mirada, pero ella pegó una risita.

—Ocupe su lugar —Señaló para donde Lynn estaba sentada, pudo ver como los ojos de Jayden se posaban  rápidamente sobre ella. Aquél chico camino chocando todas las butacas, las risas y burlas eran algo magistral pero lo mas excitante era que nadie prestó atención al maestro.

— Lynn, ¿Verdad?—dijo mientras llenaba el vacío al lado ella. Las risas calmaron con la presencia de la directora y un muy elegante señor.

—Señores éste hombre es el psicólogo Georgine Classon. Fue invitado por el centro para dar una charla sobre la transexualidad y las personas transgénero —obvio ella sabía que todo éste espectáculo era por ella. Los demás también lo sabían  porque todos la miraron y Jayden se rió como si no le importara.

La charla fue muy buena, pero Lynn no aguantaba la vergüenza. Jayden como típico adolescente se paso preguntando acerca de si las trans  tenían vagina y esas cosas. Se burlaba de la transexualidad y por ende de ella.

—Muchas gracias, espero y esto los ayuden con el trato a su nueva compañera Lynn o Lennor como la conocían —dijo la directora cuando aquél hombre se retiro.

Esta vez nadie la miro, todos agacharon la cabeza menos Jayden quien la miró con ojos que en realidad no entendía si estaba molesto porque no se lo dijo o solo por el hecho de cambiar su sexo.

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