Soy yo

Uff, que acento

-¿Era Jayden? -le pregunto Ice a Lynn mientras buscaba en el joyero.

-Si, pero no importa.

-Bueno, ya llegue al punto de que esta es la ropa ideal.

-Pero si todo es muy corto, él short y la blusa o mejor dicho la microblusa.

-Lo se, además Angelo no te llevará a un lugar muy estirado y serio, ningún chico hace eso en la primera cita.

-Tienes razón, eres mi salvación.

-Bueno, yo ya me voy a casa.

-Estas bien -dijo mientras busco las joyas perfectas para ese atuendo.

-Me llamas para contarme después de la cita.

-Si, ya vete.

¿y si es verdad lo que dijo Jayden?, penso Lynn, ella lo habia hechado a un lado e ignorado por su mundo y nuevas amistades. Sentia que era tan egoísta por no informarle antes del cambio, sabia que él habría estado hay para ella, pero ella no lo tomo en cuenta.
Ahora habia hecho de Ice su mejor amigo dejando a Jayden en el olvido, dios Lynn erauna mala amiga. El asunto de eso de salir con chicos y ser una chica la habian hecho olvidarse de lo que significaba su amistad con Jayden. Lynn Prepararia una fiesta para su cumpleaños que era en unas semanas, le demostraria que aún lo llevaba presente. Suena su celular y interrumpio sus pensamientos, al ver la pantalla de su celular se dio cuenta que era Angelo.

-Hola mi chica.

-Hola my boy -Lynn se río, no podia controlar hacerlo cuando escuchaba a Angelo con ese acento argentino que tenia.

Angelo no era dominicano y eso lo hacia mas atractivo, se mudo al país ese mismo año y como quien dice intentaba adaptarse al mundo igual que Lynn.

-Estoy listo, salgo en minutos a tu casa.

-Esta bien, yo casi estoy lista.

Claro ya casi estoba lista, lo más difícil y lo que llevaba mas tiempo de una mujer, era elegir la ropa que ponerse después lo demás era lo las fácil del mundo.

Una hora después

Lynn iba bajando las escaleras cuando encontro a su madre interrogando a Angelo. Quiera dios no le haya hablado de la transición ni mucho menos esas cosas.

-Mamá -Lynn lanzo un suspiro en la escalera cuando su madre y du chico escucharon su voz se voltearon  a mirarla, Angelo la miraba con unos ojos de dulcera que ella pudo  distinguir que no sabia nada de ellay por así decir su secreto.

-¿No vamos? -dijo mientras le extiendio la mano para ayudar a terminar de bajar las escaleras.

-Si, adiós mamá -se despidio de su  mamá quién no podia disimular su alegría.

-Tu madre es muy especial.

-Si, es la mejor madre del mundo -añadio sin equivocarse.

Muchas personas no contaban con su madre para nada, ni siquiera tenian un vinculo sentimental eran sólo completos extraños y Lynn le agradecia a Dios por tener una madre en la cual confiar y que la apoyara sin importar nada ni nadie.

-La película estuvo muy buena -Lynn le dijo a Angelo cuando la noche se puso oscura y el cine se quedo vacío.

-Vamos debo llevarte a casa.

-¡Tan temprano!

-Son las ocho de la noche señorita.

-Esta bien.

La noche fue maravillosa, Angelo la beso al dejarla en la puerta de su casa, fue un beso apasionado y lleno de fuego.