Suggestion

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- Señorita Quinn, me alegro de verla.
- Sí,bueno, pues menos mal que ha venido ahora, porque en unas horas no me hubiese pillado aquí.- Reí. La mujer del vestido negro sólo posó su vista en mí. ¿Porqué no entendían los chistes aquí?
Esta mañana me había despertado un comité cargados de armas apuntándome, y su jefa, la mujer con cara de amargada en frente mía, no parecía estar muy contenta, pero bueno, por lo menos ella no estaba en esta celda.
- Supongo que tenemos tiempo.- Sonrió con malicia y yo hice una mueca.
- Bueno, no tengo nada mejor que hacer que estar en esta celda escuchándola.- Sonreí.
- ¿Conoce la reciente actividad criminal del Joker?- Mi puddin, el traidor, al que voy a matar, mi sonrisa se ensanchó.
- Sí, todas las noches viene a verme y me cuenta lo que ha estado haciendo durante el día, luego tomamos el té.
- Señorita Quinn, esto es serio, si sabe algo de sus planes está obligada a decírnoslo.
- ¿Obligada? Qué van a hacer, ¿encerrarme?- Reí. La señora me fulminó con la mirada.
- Constituiría un delito federal.
- De todas formas no tengo ninguna intención de proteger a ese desgraciado, si pudiera lo encerraría yo misma.
-¿Lo haría?- La mujer parecía repentinamente interesada en la conversación.
-Bueno, probablemente lo devolvería en cachitos. Él es el culpable de que yo esté aquí encerrada. Además, si lo devolviese a la celda podríamos estar juntos de nuevo.- No parecían entender mi punto de vista.
- ¿Pero entonces usted lo ama?
- Claro.
-¿Y nos ayudará a encerrarlo? ¿Incluso lo mataría?
-Sí. Verá es un poco complicado...
- ¿Podemos fiarnos de usted?
-¿Qué? Por supuesto que no. Si pudiera también les mataría a ustedes.- Reí desquiciada. Pese a todo, la mujer no se inmutó.
- No temo por mi seguridad, sin embargo nos vendría bien alguien que pudiese hacer frente al Joker.
-¿Por qué iba yo a ayudaros a encerrar a mi Puddin si sigo pudriéndome en esta celda?
- Por venganza, por la oportunidad de pasar un tiempo fuera de esta celda y, si realizas la misión satisfactoriamente, una revisión de condena que, gracias a mi recomendación podría ser tu libertad.- La miré, ahora interesada. La oportunidad de matar a mi puddin... Tentador.
- Acepto.
-¿Así de fácil? Le advierto que si intenta escaparse...- Rodé los ojos.
- Si hubiera querido escaparme ya estaría fuera regalando tartas explosivas y lanzando gas de la risa.
- Esta tarde vendrá alguien a llevársela.-¿Qué? No.
- Hoy no, tengo una cita.- Todos me miraron desconcertados.
- ¿Se puede saber con quién?
- Lleva una máscara, ¿no es gracioso? Ni siquiera sé quién es. Si mi puddin se enterase lo mataría.- Reí.
- ¿Y en que consiste la cita ?
- Bueno supongo que yo le cuento mis instintos asesinos hacia mi exnovio y él asiente y se asusta cuando me río. Pero no se deje engañar, es una gran compañía.
- Mañana temprano vendrán a por ti, recoge tus cosas y... Disfruta de la cita.- Yo le lancé mi mayor sonrisa, ¿esta mujer no sonreía nunca? La puerta se cerró dejándome de nuevo sola y pensativa, entonces era cierto, me reuniría con mi puddin.
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Aquí está el segundo!!! Pues ya lo veis, Mr J aparecerá pronto 😉😉
Sé que los capítulos son cortitos, pero intento colgarlos a menudo.
Por favor, si os ha gustado no os olvidéis de votar y comentar, me haría mucha ilusión.

My PuddinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora