My Puddin

¿ Qué vino antes la locura o las voces?

Parpadeé varias veces. Uh! Estas voces... Un día me volverían loca, aunque si no estuviera loca no habría voces, ¿qué vino antes la locura o las voces?
Reí.
Seguro que mi puddin sabía qué contestar a estas cosas. Él lleva mucho más tiempo loco.
Vi las luces del antiguo parque de atracciones, todas estaban encendidas, ¿por qué Mr J quería llamar la atención?
Suspiré y de un balazo rompí el candado de la verja, luego me dirigí a la casa del terror donde sabía que estaba su guarida.
El parque había sido abandonado hacía mucho tiempo, y las atracciones estaban oxidadas y rotas, pero a pesar de que la música daba un poco de yuyu, los muñecos estaban descuartizados y los raíles chirriaban, esta todavía funcionaba.
- ¡Muy pequeño el mundo es! ¡Muy pequeño el mundo es!- Cantaba mientras bajaba por la empinada montaña rusa. Un ahorcado cayó del techo colgando a centímetros de mis coletas. Creo que esa no era la canción de esta atracción.
La risa de una bruja se escuchó de fondo y se quedó rayada en uno de los "ha-ha-ha".
La atracción se detuvo en frente de una cara de payaso gigante cuya boca se abría y cerraba con un sonido metálico.
- Estúpido cacharro. ¿¡Y ahora cómo llego yo hasta mi puddin?!- Golpeé el vagón en el que yo iba montada anteriormente.
Continué andando por los raíles hasta llegar a una pared, a sus pies un regalo.
Cogí el regalo. Mi puddin no utilizaba este truco antes. Agité la caja. Mmm... un regalo para mí.
La dejé en el suelo y recogí la nota en su lado.
"LA BROMA ES PARA TI"- ¿Bromas? Abrí la tapa, un reloj  pegado a una bomba estaban en su interior.
-¡Puddin! ¡Exijo que me abras la puerta ahora mismo! ¡No me obligues a llamar a la rata con alas! ¡Vengo a vengarme!- Chillé. Sabía desactivar la bomba, y sabía entrar, pero, ¿qué mejor que un recibimiento personal de Mr J?
-Oh, vamos, sólo es un juego.- Una voz resonó por todas las paredes, yo me giré pero no vi a nadie.- Antes te encantaba jugar conmigo.- Una risa hizo eco y yo la seguí, había echado de menos reírme con Mr J.
- ¡Abre la puerta y te prometo que jugaremos a algo muy divertido!
-Pastelito, cualquiera diría que no te alegras de verme.- Rió.- ¿Por qué estás tan seria?
- ¡Me abandonaste! ¡Me dejaste sola en esa cárcel aburrida, llena de gente aburrida que sólo hacía cosas aburridas!
- ¿Cómo has escapado?
- ¡No gracias a ti! ¡Y ahora abre la puerta, porque si no te juro Mr J que te voy a sacar los ojos!- Silencio.- ¿Me has escuchado Puddin?
-¡No me llames Puddin!- Sonreí.- Es un mote estúpido, casi tan estúpido como tú, y si te abro la puerta no te va a gustar lo que vas a ver.
- No te enfades Mr J. He vuelto por ti.
- Pues llegas tarde.- Me hirvió la sangre, noté mis uñas clavarse en la palma de mis manos.
- Si me hubieses ayudado hubiese estado aquí antes. Espero que no tengas otra Harley.- Dije con desprecio.- Porque le arrancaré la cabeza a esa zorra...- Se escuchó su risa hueca por todas partes.
Oí unos pasos y un crujido, y la pared que se alzaba a mis pies se abrió lentamente.
En frente mía, tan guapo como siempre, vestido con un traje y con la sonrisa más bonita que había visto en mi vida, estaba él, Mr J.

_______
Aquí tenemos al único e inigualable Puddin!!!!
Hoy es mi cumple, así que voy a subir otro antes de que acabe el día.
Una vez más gracias y porfis, porfis, porfis votad y comentad!! 😉😉😉