Voices

2.3K 137 4
                                    

- Pastelito, eso estaba reservado para tu amiguito, sal del ácido.- Me reprochó Mr J.
- Tengo una idea mejor, ¿por qué no te bañas conmigo? Hace mucho que no nos... divertimos.- Sonreí seductora. Sabía que mi ropa había quedado descuartizada por el ácido, y también que así fue la primera vez que me besó, bañada en el abrasador hielo del ácido.
- No Harley, no tengo tiempo para juegos. Voy a librarme del Doctor Cooper y a quemar Gotham, luego podremos jugar.-. Fruncí el ceño. No recordaba lo arisco que era Mr J en algunas ocasiones. Enfurruñada salí del ácido, consciente de mi semidesnudez y pasé al lado de mi puddin, rozándole, para dejarle claro lo que se había perdido. Pasé de largo pero una mano atrapó mi brazo clavando sus uñas en él. Mi Puddin me acercó a él.
- No me provoques.- Susurró.- Ten cuidado.- Yo asentí y sonreí victoriosa, él soltó mi brazo.
Me dirigí a mi antigua habitación, cogí aire antes de abrir la puerta.
Ahora estaba triste. Tenía ganas de matar a alguien. Mi Puddin era un estúpido y menospreciaba mis intentos de estar con él. No merecía mi amor.
" Antes de mandarla querría hacerle una pregunta, ¿el Joker la ama?"
La voz de la estúpida señora Waller se repitió en mi cabeza.
- Claro que te ama.
- Sí... Por eso no quiere estar contigo. Despierta, no le importas.
- Pero va a matar a alguien por ti, alguien que te hizo daño, ¿no es eso bonito?
- Mata a gente todo el rato, este le trató mal en Arkham y se va a vengar, no es por ti.
- Pero te ha echado de menos.
- Te dijo que llegabas tarde.
- Pero te ha acariciado.
- Sí, después de darte una bofetada ¿no era lo mínimo que podía hacer? Te abandonó en Arkham.
- Pero porque no pudo llevarte con él.
- ¿Enserio? Además trabajas para matarle.
- Pero le amas.
- Pero él a ti no.
- Es sólo que no sabe expresarlo.
- Lo expresaba muy bien cuando te pegaba. Haz caso a Roja, te viene mal... Te utiliza. Mátale.

Matarle... la voz tenía razón. Esa era mi misión, no puedo ceder mi libertad por la suya, él no lo hizo. ¡Pero es que mi puddin es taaan achuchable!
Necesitaba hacer un trato con mis voces.
- Eh, voces, soy yo.
- Nosotras también somos tú.
- Vale, pues tengo muchos problemas conmigo.
- ¿Vas a matar a Mr J?
- Mmm... No lo sé.
- Mátale. Espera no, no le mates, me he equivocado de voz.
- Le voy a dar una semana, si en una semana no me demuestra su amor o me hace daño... Le mataré.
- Tienes que matarle ya. Que luego te enamoras.
- Shhh, calla, que voy a entrar a la habitación, le quiero dar una sorpresa a mi Puddin.
-NUESTRO Puddin.

Rodé los ojos, hablar con las voces era divertido, pero nunca se ponían de acuerdo.
Terminé de abrir la puerta. Todo estaba tal y como lo había dejado.
Los cepos repartidos por el suelo, la alfombrilla mina-antipersona, el perfume con gas de la risa encima del tocador, hasta la foto de mi puddin llena de besos.
Me acerqué a la cama, allí tendida estaba mi bata blanca.

________
¿Qué os parece? Hoy estoy muy contenta porque he avanzado mucho con la historia en otros caps, estoy inspirada!!!
Espero que os guste comentad y votad porfis, porfis, porfissss

My PuddinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora