My Puddin

Broken

-Tú.- Tú estaba mirando el paisaje a través del hueco de la ventana.- Tú, Tú, Tú.- Llevaba mirándolo hora y media.- ¡Tú!- Dije pellizcando su brazo.
-¡Ay! ¿Pero qué haces?
-Te estaba llamando.- Dije como si fuese la mayor obviedad del mundo.- Ya hemos llegado.- Me giré y vi que Batman ya no estaba en el asiento de atrás.
-¿Has visto al tío que venía conmigo? Capa larga, orejas puntiagudas, cara de "yo soy Batman"...- Tú negó con la cabeza.- No eres muy hablador ¿verdad?- Tú se limitó a mirar al infinito.
Yo me bajé del autobús, ya había anochecido y me moría de hambre.
Supongo que tendría que encontrar al murciélago y cenaríamos por ahí.

-Lo estás haciendo muy bien. Mañana te entregas a Amanda y ellos te curan y encuentras un hombre que te quiera de verdad y vivís felices y contentos.
- Para el carro guapa. Todavía puedo escaparme. ¿Qué narices hago entregándome? Ya no me duele la cabeza ni el pecho, y estoy perfectamente. De hecho creo que voy a llamar a las otras voces, tú estás amargada.
- Si las llamas los remordimientos volverán. Y lo que es peor, ambas sabemos que mientras estés en la locura eres presa fácil para el Joker.

El Joker. Mr J.
Le echaba de menos. Sentí un opresión que no me dejaba respirar. No cómo la que había pasado esta mañana que no me dejaba pensar y dolía. Esta era un dolor distinto, como un vacío, como si me hubiesen arrebatado un brazo o un pie, incompleta.
"Algo que está roto" reí amargamente ante las palabras de Deadshot. Cuando él las dijo no sabía toda la verdad que había en ellas.
Sabía que está vez Mr J no querría volver a verme. Recordé su mirada, turbia y vacía a la vez, de decepción, de arrepentimiento, de odio. Un odio mucho superior al que podía sentir hacia mí, odio hacia sí mismo, él también estaba roto.
Y por eso lo extrañaba, porque aunque él era el que me rompía, los pedacitos de mi alma encajaban con las ruinas de la suya. Nuestros trozos de locura y demencia se complementaban y conseguíamos construir algo de pedazos rotos.
Claro que los cristales rotos cortan, y si te intentabas acercar demasiado a Mr J sangrabas.
Yo había sangrado muchas veces, incontables, pero seguía teniendo esperanza, y mis esperanzas no eran un espejismo, porque el Mr J que estaba conmigo, que estuvo conmigo la última noche que le vi, no era el Mr J que Batman buscaba.

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¿Quién más echa de menos a Mr J? Llevo unos capítulos centrada más en Harley, pero ya tengo escritos dos o tres capítulos narrados por el Joker. Por desgracia no hemos llegado ahí aún así que...

Disfrutad y votad.