My Puddin

Jealous

- Oh vamos. No me lo puedo creer.- Dije intentando liberar mis manos de las ataduras. Batman había cogido una silla y había conseguido atarme a ella contra mi voluntad.- ¿Te gustan las cuerdas?- Dije sonriéndole coqueta.
- Debí haber imaginado que mentías.
-Por última vez: Yo no he fingido estar cuerda y sigo sin saber cómo me has traído aquí. ¿Sabes? Cuando un chico me intenta llevar a su apartamento suele preguntármelo.
- Dudo que algún chico te lo pida teniendo en cuenta su destino si el Joker se entera.
- Ahí llevas razón.

-Preciosa, ¿por qué no te tomas algo?- Preguntó un chico. Iba vestido con un traje claro y una camisa negra. Tenía unos brillantes ojos dorados y el pelo rubio. Dejó la chaqueta a un lado.
- Mmm... ¿me estás invitando?- Pregunté sonriente. Él me devolvió la sonrisa y se acercó a mí. Era guapo, atrevido y se veía a la legua que solía conseguir lo que quería.
- ¿Tú qué crees?- Susurró en mi oído. A pesar de que la música era  alta en la discoteca y que no se veía demasiado, pude notar su sonrisa en mi oreja.
El Joker me había roto el corazón, otra vez, y este chico era muy guapo. ¿Despecho? ¿Y qué? ¿Acaso él podía jugar con las que quisiese y yo no? Además este chico valía la pena, tenía muy claro que no era cualquiera.
- ¿Crees que me podrías invitar a algo fuera?- Él ensanchó su sonrisa y sus ojos dorados destellaron en la oscuridad.
Salimos fuera, incluso aquí había gente. De hecho, pude localizar a una pareja que me sonaba mucho.
Empecé a besar al chico. No quería perder el tiempo con "una conversación informal" los dos sabíamos qué queríamos.
Él me siguió el beso y me sorprendí de lo bien que sabía llevar mi ritmo, alocado e impredecible.
Deshizo mis coletas y yo hundí mis manos en su pelo.
Sin duda sabía lo que se hacía.
Cuando acabamos nuestra sesión de besos y decidimos ir a un lugar más privado vi un coche rosa con las ventanillas bajadas.
- Corre.- Le dije a mi cita y este me miró sin comprender, así que le pegué un puñetazo. Era mejor que Mr J pensase que me había molestado a que pensase que se había estado besando conmigo.
Todo el mundo nos miraba cuando un hombre vestido con un traje morado y una camisa Rosa, con el pelo verde totalmente peinado hacia atrás, zapatos de claqué y cara de mala leche bajó del coche y se dirigió a nosotros.
Aparté la vista fijándola en la pareja que antes me había resultado conocida.

-¡Ya sé de dónde has sacado el top!

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¿De dónde sale el top?
Tachááaaaaan... lo descubriréis en el siguiente cap.
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