Capítulo 13

6K 453 30
                                    

—¿Por qué? —mi pregunta salió en apenas un susurro.

No quería que se sintiera presionado, así que solo intentaba hablarle de manera suave, queriendo transmitirle un poco de seguridad.

Hablar al respecto le apenaba y hasta parecía un poco incómodo, podía notarlo, y aunque una parte de mí quería simplemente dejarlo estar para evitarle pasar por esto, no podía. Necesitaba saber.

—Marcus, por favor, confía en mí —le pedí, tomando asiento en la silla que estaba junto a él—. Déjame ayudarte...

Él continuó en silencio.

Estábamos en un salón vacío. No había nadie más, solo nosotros dos. Las tres chicas que faltaban para completar nuestro grupo de amigos estaban ocupadas en esos momentos, quizá en clase, donde nosotros dos también debíamos estar pero habíamos preferido faltar: Marcus por lo que había pasado, y yo porque estaba preocupada por él y prefería estar aquí, intentando ayudarlo aunque él se negaba a decirme algo.

Pasados un par de minutos, cuando comenzaba a creer que realmente no lograría hacer que me dijera algo, un suspiro largo y profundo abandonó los labios del chico, y fue su voz la que escuché a continuación.

—No lo sé —dijo sin más, y no fue hasta que continuó que logré entender a qué se refería—. Empezaron a molestarme hace unas semanas. Yo nunca les hice nada, pero supongo que en algún punto comenzaron a notar mi insignificante existencia y me escogieron como su nuevo objeto de entretenimiento.

—Oh, Marcus...

Sentí pena por él, y hasta algo de culpa.

¿Podía haber una conexión entre lo que esos tontos le hacían a Marcus y el hecho de que él fuera mi amigo? No quería entender de otra manera las cosas, pero me parecía muy extraño que ellos quisieran molestarlo precisamente a él, y justo ahora que se había convertido en mi amigo. En realidad, me parecía una coincidencia muy poco probable.

—Lo siento.

Terminé disculpándome y abrazándolo, y estaba segura porqué lo hacía. Sentía que lo que le pasaba era mi culpa.

—Gracias, Bleer. —Él hizo lo contrario y me agradeció, y me abrazó con más fuerza.

—No volverán a molestarte, Marcus. Te lo prometo.

Tal vez no estaba en condiciones de prometer tal cosa, o tal vez sí tenía el poder para hacerlo. No estaba segura, pero de todos modos lo había hecho, y pensaba cumplirlo. No permitiría que Eliud ni ninguno de sus amigos le hiciera daño a Marcus de nuevo; ni a él ni a ninguna de las persona que me importaban.

~•~

Si la tensión fuera capaz de materializarse de alguna manera, estoy segura que habría podido cortarla con un cuchillo desde hace un buen rato.

Todo estaba demasiado raro. Sentía que algo no iba bien, y eso me llenaba de angustia. El desasosiego me llenaba el pecho, y aunque quería creer que no ocurría nada, que solo era algo momentáneo, o que no se debía a un mal presentimiento lo que sentía, no podía hacerlo. No lograba convencerme, ni mantenerme tranquila.

Además, la actitud de Emma no ayudaba mucho.

Estábamos de camino a casa, aunque ya era un poco tarde. La hora se debía a que la pelinegra había insistido en ir a un centro comercial para comprar algo y distraerse un poco. Lo segundo tal vez lo logró, pero con lo primero no estuvo ni cerca. No compró nada, ninguna de las cosas que se probaba le gustaba, y después de una hora de buscar sin conseguir algo que fuera de su completo agrado, ambas nos dimos por vencidas y decidimos regresar a casa.

Reina VampíricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora