Atravieso los vagones fijándome en que todos están vacíos excepto la cama ocupada por David. Le encuentro tumbado, con una pequeña luz alumbrando el libro que está leyendo. Al llegar a su lado me mira sorprendido y lo cierra inmediatamente.
—Hola —me saluda.
—Un libro, ¿de dónde lo has sacado? —le pregunto intrigada.
—Me lo ha dejado Zira.
Su voz suena un poco ronca pero verle tan despierto hace que me relaje un poco.
—¿Qué tal te encuentras?
Él arquea las cejas resignado.
—Por suerte, más vivo que muerto.
Mueve ligeramente las piernas y le veo hacer una mueca de dolor. Da una palmada en el colchón para que me siente en el espacio que ha dejado. Obediente lo hago y le observo preocupada.
—¿Te duele mucho? —Por su gesto de antes, eso parecía—. Julianna te puede dar algo.
David niega.
—Quiero la medicación justa. No me importa sentir dolor... eso me ayuda a estar despierto. Ya he dormido suficiente estos días.
Me observa fijamente y hay algo extraño en su mirada, que me incomoda y hace que aparte mis ojos de él. Además no puedo evitar sentirme culpable. Está vivo de milagro y todo por protegernos. Noto mis ojos aguarse pero no quiero llorar delante de él así que pestañeo varias veces mientras fijo mi mirada en la manta que le cubre. Justo entonces, noto su mano sobre mi mejilla y le miro sorprendida. Se siente fría en contraste con mi piel en estos momentos encendida. No dice nada, sólo mueve sus dedos lentamente acariciando mi cara y yo soy incapaz de reaccionar. De pronto la expresión de su rostro se nubla y aparta su mano precipitadamente.
—Lo siento —dice en un susurro—. A veces olvido lo guapa que eres...
Su actitud me descoloca totalmente, no esperaba esas palabras y no me gusta cómo me hacen sentir. No sin esfuerzo, me concentro en recordar qué era lo que venía a decirle. Carraspeo antes de hablar porque si no, no creo que me salgan las palabras.
—¿Te ves en condiciones de viajar?
—¿Viajar?
—Hemos pensado que lo mejor es irnos mañana. No es seguro permanecer más tiempo aquí. Mikael cree que no habrá problema para trasladarte en la furgoneta ya que el viaje no es muy largo...
Me mira extrañado y se frota la frente instintivamente.
—Lo siento... es que... estoy un poco descolocado. Hay cosas que no recuerdo...
—No te disculpes. Seguramente tu cabeza se irá aclarando según pasen los días. Solo quiero saber si te ves capaz de hacer el viaje.
Él asiente enérgicamente.
—Sí, claro.
—Bien, descansa entonces todo lo que puedas. Mañana será un día largo.
Regreso al vagón de Julianna, dispuesta a organizar una reunión para dentro de un par de horas. No me gusta dejar nada al azar y creo que será conveniente para todos saber lo que nos espera.
Cuando entro, me encuentro a Neo hablando con Jamie y ambos se callan al verme. En otras circunstancias, pensaría que me ocultan algo, pero sé que seguramente estén hablando de mí y de mi costumbre de meterme en líos.
—Hola —saludo. El gesto de fastidio de Neo me hace sentir culpable, sin embargo no quiero que eso me despiste de mi objetivo—. He pensado que deberíamos organizar lo de mañana. ¿Qué os parece si hacemos una reunión justo después de comer?
Jamie me sonríe y se lo agradezco, no soportaría ver que ambos están enfadados conmigo.
—Es una buena idea. Iré a avisar a los demás y mientras... —Nos mira a ambos con duda— vosotros podéis ir hablando de lo que tenemos que tratar, ¿de acuerdo?
Me da unas palmaditas de ánimo, mientras pasa por mi lado como una exhalación. "Será traidor" pienso al verle desaparecer por la puerta. Me giro de nuevo y me enfrento al Neo cabreado que me mira esperando una explicación por lo de esta mañana. Abro la boca pero no soy capaz de decir nada y al ver que no sé por dónde empezar, decide darme un empujoncito.
—Sé que es imposible que seas de otra manera. Lo sé, es algo que asumí cuando estábamos en la otra realidad y no hacías más que meterte en líos tu sola. Pero de verdad, Ari —Se acerca y me sujeta de los brazos—, no puedes ir por tu cuenta cada vez que te de la gana. Estamos en esto juntos.
Las palabras de Julianna vuelven a mi mente. No me gusta tener que dar explicaciones, tener que justificarme a cada momento por lo que hago, pero entiendo que si estoy con Neo, él no puede evitar preocuparse. ¿Y si realmente no estoy hecha para compartir mi vida con nadie?
—Sabes que no me gusta involucrar a nadie más en mis asuntos.
Neo me suelta y sé que esa no era la respuesta que esperaba.
—Tus asuntos. Ya veo... quizás el problema sea que pienses que las cosas solo tienen que ver contigo.
Me fastidia ese comentario tremendamente, tanto que sin pensar, ataco.
—O tú no soportas que te deje al margen.
Observo que ambos nos hemos cruzado de brazos y nos miramos ahora con actitud desafiante. Soy consciente de que los dos tenemos personalidades muy fuertes y aunque eso tenga sus cosas buenas, hace que choquemos constantemente.
—Quizás deberíamos dejar esta conversación para otro momento. Ahora no nos está llevando a ninguna parte y debemos organizar la reunión de luego —decido.
Neo me mira aún con expresión de fastidio pero asiente.
—Tienes razón. Es mejor que nos centremos en algo que tiene solución.
Esa pulla me duele, pero prefiero morderme la lengua, al menos de momento. Algo me dice que tendremos más ocasiones para hablar de mi tendencia a no contar con los demás, incluido él.
Ya sé, ya sé... os ha sabido a poco, pero era esto o nada y en unos días publicaré la segunda parte del capítulo.
Siento no actualizar más rápido pero como ya os dije, el verano me tiene los horarios del revés y ahora ya estoy escribiendo sobre la marcha. Me gustaría además que entendierais que este tipo de historias no son fáciles de escribir, si solo fuera el romance, no habría problemas, ya sabéis, se enfadan y se arreglan veinte veces y ya tenéis historia, jajaja, pero cuando la trama va más allá, hay que cuadrar muchas cosas, no pueden quedar cabos sueltos y he de estar pensando en el próximo giro con el que sorprenderos. Por eso os pido paciencia... además pensad que hay otros escritores que tardan meses en actualizar un capítulo... ¡Tened misericordia conmigo!
Bueno, espero que aunque sea corto, os haya gustado. ¡Por fin aparece David! Y yo diría que el disparo le ha dejado un poco K.O. mentalmente. ¿Y qué me decís de la conversación de Ari y Neo? De verdad que parece que están echando un pulso cuando discuten...
Si os ha gustado el capítulo, espero vuestros votos y comentarios (sabéis que me encanta leer lo que opináis) y lo dicho, en unos pocos días, la segunda parte.
Mil gracias por leerme, de verdad que os estoy muy agradecida y me hacéis más feliz que una perdiz.
¡¡¡¡Os adoro!!!!
¡¡¡¡¡¡Millones de besos!!!!!!
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Árboles de metal
Science FictionCONTINUACIÓN de Árboles de ceniza. Ari ha comenzado la universidad e intenta llevar una vida normal, lo que le resulta difícil, después de todo lo ocurrido durante el verano. No puede olvidar su vida en la otra realidad ni la gente que allí con...