"Los odio. Siempre odiaré a la Generación de Milagros" Dice siempre aquella chica de cabello negro cruzándose de brazos. Para ella, todos los integrantes de la Generación de Milagros no son más que fenómenos sobre valorados.
Lástima para ella estar...
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Hago un ademán con rabia apretando la lata de refresco de uva salpicando.
– ¡Nozomi! –grita Hana echándose hacia atrás–Ten cuidado.
–Lo siento–me disculpo dándole una servilleta.
Podíamos ver perfectamente (desde los pasillos afuera de la escuela) Como Hayama perseguía igual que un perrito faldero a Saionji Akari. Lo que más me enfadaba, era que no congeniaban en nada, ni en la forma de ser, ni en apariencia, literalmente, en nada.
Akari es...Una persona demasiado orgullosa, mientras que Hayama es alguien tan humilde y extrovertido que caes fácilmente rendido a sus pies. Desprende alegría, parecido a una estrella fugaz. Es una estrella fugaz tan brillante, que cada vez más y más te debes de alejar sólo para mirarla de lejos –Es una verdadera lástima...–Le pongo la pajita a la lata y comienzo a beber de ella.
Los miro de reojo. Pelean. Akari le grita y Hayama se ríe intentando disculparse, hace lo posible para que la muy idiota lo perdone, se podría poner de rodillas si decidiera perder su dignidad completamente. Eso es lo que Akari hace, por eso la mayoría la considera una molestia, un obstáculo. Tiene una personalidad agresiva, engreída, rigurosa...Da ganas de vomitarle encima sin piedad.
–Volviste a quedar en primer lugar–se detiene Hana sonriéndome.
– ¿De qué hablas? –pregunto. Hana pone su mano en la cadera con una sonrisa sarcástica.
–Los chicos hicieron de nuevo ese concurso de: "¿Quién es la más bonita de Rakuzan?" –dice haciendo comillas con sus dedos–Y tú, ganaste otra vez, como a principios de año.
– ¿Akari en qué lugar quedó?
Hana abrió los ojos con sorpresa, posiblemente no se esperaba una pregunta de ese tipo. Nadie preguntaría algo así, digo, ¿Qué importa como quedaron las demás? Es algo ridículo...Pero, bastante útil si eres yo.
–En tercero–aplasta el cartón de jugo de naranja con sus manos tirándolo a una papelera que estaba cerca–Se ha puesto más atractiva de primavera a aquí.
Y Hana no mentía. La anterior vez la pusieron en el quinto puesto, no me pisaba los talones, ¡No es normal que reciba la medalla de bronce tan pronto!, ¿Eso qué quiere decir?, ¿Se olvidarán de mí? Los saltos a la fama tan apresurados son obra del demonio...–Marilyn, Marilyn...Yo te invoco–digo para mí misma cerrando los ojos con nerviosismo. Siento una mano acariciando mi cabeza y los abro de golpe.
–Vamos otra vez a la cafetería. ¡Se me antoja un pan dulce! –Hana sale corriendo llamándome con la mano.
Doy un largo suspiro perdiéndola de vista, –Maldita deportista–Niego con la cabeza con una sonrisa pintándome la cara.
– ¡Idiota! –grita alguien desde atrás. Akari se va enfadada ignorando a Hayama que la persigue sin parar, diciendo su nombre.
